Currentzis, estrella de la música clásica: “Al público solo le importa lo que le conmueve”

Marina Estévez Torreblanca

Madrid, 21 oct (EFE).- Teodor Currentzis es capaz de llenar y levantar auditorios al ritmo barroco de Händel, como se puede comprobar en su actual gira por España, un éxito que el director de orquesta grecorruso achaca a su capacidad para generar emoción: “Al público solo le importa lo que realmente le conmueve”, ha explicado a EFE.

“Cuando la gente asiste a un concierto, espera algo, ya sea consciente o inconscientemente. Anticipan un fuerte impacto, un descubrimiento y una experiencia espiritual profundamente inusual”, ha asegurado el músico, que este martes ofrece un último concierto en el Palau de la Música de Barcelona, tras pasar por Madrid y Valencia.

En su actuación al frente de los talentosos miembros de la orquesta y coro de MusicAeterna, esta vez junto a voces de la Academia Anton Rubinstein, fundada por él mismo, el director nacido en 1972 despliega con vehemencia una puesta en escena de gran atractivo sonoro pero también visual en la que todos los intérpretes participan bajo su dirección en un espectáculo fascinante para unos e irritante para los más puristas.

Pero para Currentzis, la esencia del éxito es conseguir generar tal emoción en el público que se traduzca en “cambios positivos en su interior, como encontrar la solución a un problema psicológico, inspiración o catarsis”.

Así, de manera natural, “la gente comienza a elevar a la persona o a los músicos que crearon esos hermosos sonidos a un estatus casi de culto, de forma similar a cómo la sociedad venera a un médico exitoso que descubre una cura”.

“Desafortunadamente, a los músicos académicos a menudo se les enseña técnica interpretativa sin centrarse en las emociones o el espíritu que esta técnica debe transmitir” y palabras como 'corazón' y 'alma' se consideran casi inapropiadas en su vocabulario, ha lamentado.

Reniega de la etiqueta de 'teatral'

En su opinión, “no es necesario popularizar artificialmente la música clásica. Simplemente hay que interpretarla tal como fue escrita: con sinceridad y corazón”, lo que sumado a la más alta destreza técnica, generará que se popularice “de forma natural”.

Sobre la etiqueta de 'teatral' que a veces le dedican, ha opinado que se aplica “a todo lo que no es aburrido y se aparta de la idea convencional de director”. “Si alguien traspasa estos estrechos límites, inmediatamente le asignan una etiqueta específica”.

“El gesto en sí es neutral; sin embargo, si se le infunde emoción y reflexión genuinas, se convierte en una imagen viva. Por lo tanto, creo que estas palabras tienen poco que ver con la realidad; no es teatral en absoluto. Se trata simplemente de llenar el gesto de intención y reflexión”, ha asegurado el maestro.

Sobre las obras maestras de Händel que interpreta en esta gira, su opinión es que su música profunda “nunca se desvanecerá en la indiferencia de la historia” y mantendrá su relevancia e impacto en los oyentes. “Esta música encarna una cierta santidad en su interior, y esa santidad no caerá en el olvido”.