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Vuelve Anja Huwe, la mujer que lideró el postpunk alemán: “Si nuestros novios podían, nosotras también”

Anja Huwe, cantante de X Mal Deutschland, ahora en solitario

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Hace 30 años, Anja Huwe se cansó de hacer música y se centró en la pintura, disciplina que abandonó para dedicarse a la música cuando en 1980 fundó con unas amigas X Mal Deutschland, grupo postpunk de estilo oscuro y opresivo que hoy es objeto de culto. Durante mucho tiempo, Huwe ha estado recibiendo ofertas para revivir X Mal Deutschland. Nunca aceptó ninguna. Hasta ahora.

Fue su amiga Mona Mur la que consiguió hacerla cambiar de parecer. Ambas se conocen de cuando formaban parte de la Neue Deutsche Welle, corriente integrada por la generación de artistas que renovaron el lenguaje musical en la Alemania de finales de los setenta y principios de los ochenta. Mur, que mantiene su carrera musical activa, insistió para que no siguiera rechazando más ofertas para volver a cantar, e incluso consiguió que uniera su voz a la suya en el tema Sex To Go, publicado en 2019. “'Dale una nueva oportunidad a la música', insistía Mona, pero yo me negaba. Entonces, en plena pandemia, me pidieron que pusiera voz a un tema que me pasó otro músico. Estaba aburrida en casa, sin nada que hacer, y me puse a ello. Se lo canté por teléfono a Mona y en cuanto pude salir, me fui a Berlín para grabarlo en su casa. No sé qué pasó, pero todo salió bien. Era una manera distinta de trabajar, yo sola. Disfruté de la experiencia”, explica en entrevista con elDiario.es.

De ahí salió el Skuggornas, el tema que abre su nuevo disco Codes. A partir de ahí, Huwe siguió componiendo y grabando. “A medida que todo el trabajo iba cobrando la forma de un álbum me di cuenta de que necesitaba a Manuela [Ricker, exguitarrista del grupo]. La guitarra es fundamental en lo que hago. Es como un color”, concluye Huwe, que dice pintar música y escuchar colores.

Huwe señala que antes de la música, estudiaba ilustración y diseño, pero después tuvo que tomar una decisión. “Nos llegaban ofertas muy interesantes, un sello inglés quería contratarnos. Había que elegir, arte o música. Y elegí lo segundo, que era más divertido. Pero nunca abandoné el arte. Por eso, una vez dejé la música, volví a pintar. El color es una de las vías a través de las que me expreso”. Huwe atiende a la entrevista por videollamada sentada bajo uno de sus cuadros, un óleo de gran tamaño salpicado por diferentes colores. “Todo el mundo me pregunta lo mismo ―dice riendo―, por qué mis pinturas son tan coloristas y mis canciones son tan oscuras”.

Su nuevo disco, el primero que publica tras décadas apartada de la música, también es así. Monocromático, abrasivo, frío. En parte recuerda a lo que Huwe hacía con Xmal Deutschland, pero actualizando la propuesta y acercándola al presente. “Manuela ha colaborado en el álbum. Yo era la voz y ella la guitarra, dos elementos fundamentales en la banda. Creo que hemos conseguido transformar lo que hacíamos entonces y lograr que suene nuevo. Una de las diferencias es que ahora hay más sonidos electrónicos. Hemos dado forma a algo que es familiar y a la vez distinto”.

Arqueología a X Mal Deutschland

Codes llega a las tiendas acompañado por Early Singles (1981-1982) un disco que reúne las primeras grabaciones de X Mal Deutschland, publicados ambos por Sacred Bones. Inicialmente compuesta solamente por mujeres, la banda surgió en Hamburgo, en 1980. “Todas éramos amigas. Nuestros novios tocaban en grupos y un buen día dijimos: 'Si ellos son capaces de hacerlo, seguro que nosotras también'. Así empezó todo, fue una especie de accidente. Les pedimos prestados sus instrumentos y nació el grupo. Visto desde el presente esto puede parecer como un acto de conquista por la igualdad, pero no fue así, no de una manera consciente. Hicimos lo que nos apetecía y punto. Nadie nos puso ninguna traba. De hecho, le dábamos sopas con honda a casi todos los otros grupos. Nunca sentimos que se nos mirase con condescendencia, la típica mirada en plan 'son chicas, igual no saben tocar'. Y si ocurría eso, los ignorábamos. Pero por lo general nos llevábamos bien con las bandas compuestas por hombres. Veníamos de familias en las que no se distinguía la capacidad de las personas según su género. Teníamos mucha autoestima y no nos cortábamos ni un pelo”.

A diferencia de Berlín, donde había un vivero musical innovador y vanguardista, Hamburgo seguía siendo en 1980 una ciudad poblada por grupos de punk, con bandas como Slime a la cabeza. “La diferencia con Berlín era enorme. Allí estaban Einstürzende Neubauten y Malaria! La ciudad tenía una personalidad diferente. Era más oscura, más sucia, marcada por el muro que dividía la ciudad en dos, marcada por esa aura maldita. Hamburgo no tenía nada que ver con todo eso. Era una urbe abierta, con un gran puerto. Era fácil llegar a Inglaterra en barco”.

Las componentes de X Mal Deutschland no tuvieron problemas para ser aceptadas en el circuito de salas de su ciudad, pero no tardaron en marcharse. Hicieron una gira con el dúo D.A.F., tocaron en algunos festivales y poco después dieron el salto a Inglaterra, que en ese momento miraba hacia Alemania con una especial devoción. Kraftwerk había inspirado a una nueva generación de músicos para que exploraran las posibilidades de los sintetizadores. Y Bowie había cubierto de romanticismo la tragedia del muro, a la vez que reivindicaba a los pintores del expresionismo alemán en sus letras y en las portadas de Heroes y The Idiot, de Iggy Pop. Bandas como Einstürzende Neubauten, Malaria! y D.A.F. se encontraron con el apoyo de los grandes medios musicales británicos mientras que el llamado rock gótico, inspirado por Siouxsie, The Cure y Nick Cave, comenzaba a florecer. “Sinceramente, nunca pensé que fuésemos una banda a la que se pudiera meter en ese saco. Yo siempre nos vi como una formación de postpunk, incluso de nueva ola. Supongo que el single Incubus Succubus es el motivo por el cual se nos incluye en esa corriente. Me parece bastante raro pero qué voy a hacer, es algo que tarde o temprano acaba saliendo”.

Cantaban en alemán pero quién se daba cuenta

Puede que su intención no fuese pertenecer al contingente del llamado rock gótico, pero lo cierto es que todo en X Mal Deutschland colaboraba para que fuesen tomadas como correligionarias del género. A eso hay que añadir que fue el sello que mejor definió dicho estilo, 4AD, quien les ofreció un contrato y la oportunidad de que desarrollaran su carrera desde Inglaterra. “Hamburgo fue nuestra cuna, pero nuestro hogar fue Londres. Allí desarrollamos nuestro potencial. Yo cantaba en alemán, pero la música sonaba tan alta que creo que daba igual lo que dijera. Una cantante rubia, completamente vestida de negro, que no se comunicaba con el público. Nada más acabar la última canción desaparecíamos del escenario. La gente se quedaba descolocada. No seguíamos las reglas”.

Fueron teloneras de Cocteau Twins y con 4AD editaron dos álbumes, Fetisch (1983) y Tocsin (1984). Después abandonaron el sello por una multinacional y la situación comenzó a cambiar. “Dejamos aquella especie de refugio gótico y entramos en contacto con el mundo real de la música. Nos pidieron que cantásemos en inglés, pero solamente cedimos a medias. Aquello ya no era tan divertido. La presión se cebó sobre el grupo. Teníamos que haber tomado una decisión en ese momento, pero no lo hicimos. No supimos darnos cuenta de que esto es un negocio que genera mucho dinero”.

La tensión aumentó cuando Phonogram le propuso a Huwe que iniciara una carrera en solitario, sin el grupo. Aunque ella se negó rotundamente, el malestar entre sus compañeras ya había hecho mella en la dinámica de la banda. Décadas después, Huwe ha cedido ante otra presión, esa que cada tanto le reclamaba que volviera a pintar música. Es por eso por lo que eligió llamar a su nuevo disco Codes [Códigos]. “Todos tenemos nuestros códigos, el modo en que nos comunicamos, nuestras vidas, todo está basado en códigos”.

Sin atisbos de nostalgia pero dispuesta a disfrutar del prestigio con el que el tiempo ha ido cubriendo el recuerdo de su antigua banda, Anja Huwe asegura que no sabe si esta nueva etapa tendrá o no continuidad. “Nunca le dije a nadie que estaba grabando nuevas canciones. Fue anunciarlo y desatarse una ola de expectación. Me preguntan constantemente si actuaré en directo y la verdad es que no lo sé, no tengo una banda. Tengo que pensar en que haré a continuación”.

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