Un trastero gaditano libre y valiente para el Festival Flamenco Madrid

Con una pasión libre y valiente David Palomar, al cante; Riki Rivera, al toque; “El Junco”, al baile y Roberto Jaén, a la percusión, estrenan en el Festival Flamenco Madrid “Que pasaría si pasara”, una obra de flamenco y teatro para vaciar el trastero y llevar su contenido al escenario.

“A mí me ha despertado la ilusión”, confiesa a Efe David Palomar antes de uno de los últimos ensayos con sus tres compañeros en el Centro Municipal de La Merced de Cádiz, provincia que los vio nacer a todos, “porque es algo extravagante y fuera de tópicos, porque en las ataduras nos morimos y en el flamenco hay demasiadas estructuras”.

La idea nació en el mismo escenario donde ensayan, en un espectáculo que Riki Rivera organizó el año pasado junto a Juan José Jaén “El Junco” y Roberto Jaén, en el que se sembró la semilla del espectáculo que se lleva el miércoles a Madrid, concretamente al Teatro Fernando Fernán Gómez.

“Palomar estaba de espectador aquel día y, después, nos sentamos en una mesa en Sevilla los cuatro y, en tres horas, se nos ocurrieron un montón de cosas que están ahora en la obra”, detalla Rivera.

“Es una historia sobre la osadía que tenemos las personas, hacer algo para que ocurra otra cosa, que, a veces, sale bien, y otras no, porque a lo único que nos podemos agarrar es al influjo del movimiento, cuando empujas algo y se mueve”, detalla el guitarrista.

Los cuatro, con una decoración minimalista, permanecen siempre en el escenario con un diálogo continuo en el que hay muchos gags, ironía, dosis de acidez y crítica, y muchos mensajes contra moldes establecidos, tópicos o los críticos.

“Para nosotros es un recreo en el que se une la danza de 'El Junco', el ritmazo de Rober, el cante y toda la sabiduría de Palomar y mi guitarra, con las personalidades desdobladas de cada uno para ser actores, para hacer unos personajes”, detalla Rivera, quien lo compara con “un trastero en el que teníamos muchas cosas dentro y ahora venimos dispuesto a sacarlas en un escenario”.

El bailaor “el Junco” alaba esta combinación de teatro y flamenco y esta renovación de “trastero” porque, según admite, “salen cosas que nunca hemos tenido oportunidad de sacar y lo hacemos en un momento de madurez de los cuatro, aprovechando nuestra idiosincrasia de la forma del ser del gaditano y reflejándonos en los grandes como 'El Beni', Chano Lobato o Mariana Cornejo”.

“El Junco” cree que, aunque no inventen nada, esta obra “es un formato nuevo y, aunque esté feo decirlo, esto no lo puede hacer cualquiera”.

El bailaor sostiene que está resultando una experiencia muy bonita “porque sentimos mucha libertad”.

El percusionista Roberto Jaén también subraya la gran oportunidad de “sacar al escenario todo lo que llevamos dentro, y que el cuerpo nos pedía”.

Los cuatro coinciden en el que el miedo a la crítica o al fracaso muchas veces se ha apoderado de ellos y los ha limitado como artistas.

“Yo miro a gente como Israel Galván y Rocío Molina, que hacen cosas con enorme libertad, y me doy cuenta de que lo que los define es su valentía”, confiesa David Palomar, “y estamos en ese punto de que las críticas ya no nos importan tanto”.

Los cuatro artistas están supervisados por la dirección de la actriz, también gaditana, Ana López Segovia, que marca las claves del espectáculo.

Admiten que hay aspectos innovadores, “extravagantes” y diferentes, que pueden llamar la atención, también reflexiones con ironía a los clichés del duende o a los profesionales de la crítica.

“Vamos a pinchar un poquito, pero no con un puñal, sino con algo así como una aguja de coser, porque lo hacemos con respeto”, argumenta Rivera.

Palomar prefiere hablar de electricidad, de unos artistas que quieren dar el chispazo sobre el escenario del Teatro Fernando Fernán Gómez. “Cada uno de nosotros tenemos mucha personalidad, somos eléctricos, somos cables pelados”.

Los cuatro llegan a Madrid tras haber triunfando en las redes sociales gracias al vídeo de presentación del Festival Flamenco Madrid, en el que cantan una versión del chotis de Agustín Lara, y que ha superado los tres millones de reproducciones con imágenes promocionales de la capital de España.

“Ha sido una sorpresa el tener tanta repercusión. Para nosotros el mayor orgullo es que somos unos gaditanos vendiendo Madrid”, celebra Palomar, feliz de este inesperado y viral éxito.