Los abogados de Ceuta que asistieron a los 116 migrantes devueltos no sabían que iban a ser expulsados inmediatamente
“Sorprendidos”, “descolocados”, y sin la información suficiente para cumplir las garantías jurídicas de los migrantes expulsados tras el último salto a la valla de Ceuta. Los doce abogados de oficio que participaron en el proceso de devolución exprés a Marruecos, en los que el Gobierno se escuda para defender el operativo, no sabían que sus defendidos iban a ser devueltos al país vecino escasas horas después.
Tras conocer la noticia, los 12 letrados que asistieron a los migrantes que saltaron la valla de Ceuta este miércoles han decidido interponer un recurso de alzada contra las 116 resoluciones de devolución ante el Ministerio del Interior, según ha confirmado el Colegio de Abogados de Ceuta. Los abogados también están estudiando la posibilidad de registrar una denuncia por infracción de derechos fundamentales de las personas expulsadas, indican las mismas fuentes.
Este jueves, el Gobierno ha expulsado a 116 personas en aplicación del acuerdo entre España y Marruecos firmado en 1992, que se encontraba en desuso desde entonces salvo en contadas excepciones. El Ejecutivo se aferra a la asistencia letrada ofrecida a los migrantes devueltos para defender el cumplimiento de las “garantías jurídicas” establecidas en la legislación española para las expulsiones de extranjeros.
Ya empiezan a conocerse las primeras deficiencias de las que advertían los expertos. Según ha explicado a eldiario.es Isabel Valriberas, decana del Colegio de Abogados de Ceuta, la Policía Nacional no informó de que el servicio extraordinario solicitado este miércoles por la tarde tenía como objetivo la devolución de las 116 personas en aplicación del acuerdo bilateral hispano-marroquí. Este medio se ha puesto en contacto con el Ministerio del Interior, pero desde la institución rechazan hacer declaraciones al respecto.
“Se nos llamó el miercoles por la tarde para pedir servicio extraordinario porque se iban a iniciar los expedientes de devolución a los 116 extranjeros”, explica Valderiberas. “Lo que no sabíamos es que, después, se iba a aplicar este tratado. En el procedimiento habitual, los extranjeros se quedan en Ceuta a la espera de que se llegue a efectuar en su día la devolución, por ejemplo, a través del traslado a un Centro de Internamiento para Extranjeros de la península”, detalla.
La posibilidad de recurso, en entredicho
Ante la falta de información sobre los planes reales de la Policía Nacional, los abogados de oficio explicaron el procedimiento habitual a sus clientes, como su derecho a recurrir su expediente de devolución en los próximos días, sin saber que esta posibilidad nunca llegaría.
“Nos ha dejado descolocados. Los abogados se reunieron uno a uno con ellos con la presencia de un intérprete, pero la información que les dimos hacía referencia al proceder habitual: normalmente, después de firmar la notificación, tienen la posibilidad de volver, preguntarnos y hablar de la posibilidad de recurso”, asegura la decana del Colegio de Abogados de Ceuta.
No suelen pedir asilo en Ceuta por miedo al bloqueo
La abogada señala que “ninguno de los migrantes pidieron asilo” pero, matiza, tampoco contaban con la información necesaria para valorar esa decisión. La dinámica del Gobierno de Ceuta de retrasar la salida a la península de quienes solicitan protección internacional sobre aquellos que no piden asilo se traduce en un ínfimo número se demandas registradas.
Los migrantes no quieren permanecer mucho tiempo en la ciudad autónoma, en un Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes saturado, y aquellos que necesitan protección suelen optar a esperar hacerlo tras su traslado a la Península o en otro país europeo. “El Gobierno ha jugado con el factor sorpresa”, analizan fuentes cercanas al funcionamiento del sistema de asilo en España.
“No pudimos informarles de que iban a ser devueltos. Con ese dato, quizá, quienes necesitasen asilo lo hubiesen comunicado. Pensaban, como el resto de abogados, que tenían más tiempo”, indica Valriberas.
