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Mariano o Pedro, uno de los dos caerá después del 26J

La jornada electoral del 26J traerá dimisiones en al menos uno de los partidos clásicos. O Rajoy o Sánchez. Uno de ellos tendrá que dar un paso atrás y apuntar en el calendario el final de su currículum político.

El candidato del PSOE se lo juega todo con Podemos y su cabeza está pendiente de la pugna que libra con Pablo Iglesias por la segunda posición en el medallero parlamentario. Nadie en Ferraz contempla la posibilidad apoyar un Gobierno de Podemos. La reacción ante el sorpasso será otra: Sánchez dimitirá y el PSOE dejará gobernar al PP.

Para ese escenario se ha estado preparando la presidenta andaluza, Susana Díaz, pero su llegada es cada vez más dudosa y, en ningún caso, sería inminente. Fuentes cercanas a la dirección socialista aseguran que el siguiente paso a una virtual dimisión de Pedro Sánchez sería el nombramiento de una gestora.

En el PSOE, sin embargo, no lo dan todo por perdido y el entorno del candidato cree seguro que serán la segunda fuerza en escaños. Si eso sucede, todo cambiaría y sería la de Rajoy la cabeza en cuestión.

Para el candidato conservador es vital mejorar su resultado de diciembre. A más escaños, más argumentos para aguantar en el cargo. Tanto Rajoy como Sánchez saben que, esta vez, la presión es mayor y el margen para formar un Gobierno no será tan elástico como después del 20D.

Rajoy tiene previsto repetir su estrategia ante el rey y no ir a la investidura, sin tener antes los apoyos garantizados. El político del PP lo hará para evitar un debate en el que otros partidos (Ciudadanos y el PSOE) le puedan fabricar la sucesión desde fuera. El presidente en funciones trabaja con el objetivo de evitarse la mudanza a cualquier precio, si el PP tiene posibilidades de Gobierno.

Sin embargo, las plumas de la derecha han empezado a jugar tímidamente con la idea de un Gobierno del PP con Rajoy fuera de la presidencia. Este martes, en las páginas del diario El Mundo, Luis María Ansón especulaba: “Las manos funerarias de esas gentes piadosas que transitan por Génova, en medio del sordo brillar de las navajas de triple filo, apuntan la posibilidad de que Rajoy tenga una salida airosa: podría anidar con sus polluelas en la presidencia del Congreso de los Diputados”.

La jornada electoral del 26J traerá dimisiones en al menos uno de los partidos clásicos. O Rajoy o Sánchez. Uno de ellos tendrá que dar un paso atrás y apuntar en el calendario el final de su currículum político.

El candidato del PSOE se lo juega todo con Podemos y su cabeza está pendiente de la pugna que libra con Pablo Iglesias por la segunda posición en el medallero parlamentario. Nadie en Ferraz contempla la posibilidad apoyar un Gobierno de Podemos. La reacción ante el sorpasso será otra: Sánchez dimitirá y el PSOE dejará gobernar al PP.