El Banco de Japón analiza la inflación y el impacto de tensiones comerciales

El Banco de Japón inició hoy su reunión mensual sobre política monetaria, en la que se analizará la evolución de la inflación por debajo del ritmo esperado, y el posible impacto sobre la economía nipona de las tensiones comerciales entre EEUU y China.

Durante la reunión de dos días, se espera que la junta de política monetaria de la entidad deje intacta la agresiva estrategia de flexibilización que puso en marcha a comienzos de 2013 y que el gobernador de la entidad, Haruhiko Kuroda, aspira a mantener hasta lograr el esquivo objetivo inflacionario.

La junta también analizará la evolución de los precios en la tercera economía mundial, así como la actual coyuntura internacional, y en particular las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.

Kuroda ha expresado su inquietud por los posibles efectos en la economía nipona de las medidas proteccionistas que ambas potencias amenazan con imponer, un riesgo del que también podría hacerse eco el BoJ en el informe trimestral de perspectivas económicas que se adoptará al término de la reunión.

En dicho informe, la entidad incluirá sus previsiones de inflación para los dos próximos años fiscales, que se situaron en el 1,1 por ciento interanual en las anteriores previsiones, publicadas en julio.

El Banco de Japón aspira a lograr una inflación interanual del 2 por ciento, pero se ha visto obligado a posponer esta meta hasta 2020 o más adelante y a activar medidas adicionales de estímulo debido la caída de los precios del crudo, a la ralentización global y a la debilidad del consumo doméstico.

El pasado julio, la entidad introdujo modificaciones significativas en su estrategia flexibilizadora con vistas a paliar sus efectos secundarios y a mantenerla a largo plazo, ante las dificultades de alcanzar el citado objetivo de inflación.

La junta de política monetaria discutirá durante su reunión la efectividad de estas medidas, que incluyen una revisión de los tipos de interés negativo para aplicarlos a un menor número de reservas bancarias y ajustes en su cuantioso programa de compra de bonos estatales.