China necesita ajustar gastos y mantener el estímulo, según el ministro de Finanzas

China necesita “ajustar” algunos gastos, aunque sigue requiriendo presupuestos expansivos para apuntalar su crecimiento económico y evitar un “derrumbe”, según diagnosticó hoy el ministro de Finanzas del país asiático, Lou Jiwei.

En una rueda de prensa en Pekín en el marco de la Asamblea Nacional Popular, el Legislativo chino, Lou anunció una continuidad de las medidas de estímulo del Gobierno para contrarrestar los efectos de la ralentización de la segunda economía mundial.

“Necesitamos una política fiscal proactiva para asegurarnos de que el crecimiento económico está en un ámbito razonable, por lo que hace falta un gasto fiscal de un tamaño relativamente grande”, dijo el titular de Finanzas chino.

Sin embargo, Lou advirtió de que, en paralelo al enfriamiento de la economía china, el aumento de los ingresos fiscales también se ha resentido, por lo que consideró que “algunas políticas irracionales necesitan ser ajustadas”.

“Si algunos gastos no pueden conseguir resultados satisfactorios, tenemos que ajustarlos. Por ejemplo, los incentivos al consumo para los productos ecológicos no cumplieron los efectos deseados y su gestión es muy complicada”, señaló el ministro.

Con todo, el presupuesto de este año prevé que el déficit público de China se incremente en 270.000 millones de yuanes (unos 43.900 millones de dólares, 39.700 millones de dólares).

Así, se situará en 1,62 billones de yuanes (264.000 millones de dólares, 235.000 millones de euros), lo que equivale a un 2,3 % del PIB, dos décimas más que en 2014.

El ministro de Finanzas reconoció también que las administraciones locales chinas tienen “un problema” con la deuda pública y abogó por reducir el apalancamiento -endeudarse para financiar operaciones-.

“Nuestro modelo económico cambiará en el próximo periodo y vamos a desapalancar gradualmente nuestra economía, pero vamos a adoptar una política fiscal proactiva para evitar un derrumbe”, indicó Lou, quien lamentó que las “dificultades” en la recuperación de la economía mundial lastrarán a la potencia asiática.