El beneficio semestral de Orange sube un 31,8%, hasta 1.039 millones de euros

Orange tuvo 1.039 millones de euros de beneficio en el primer semestre, un aumento del 31,8 % respecto al mismo periodo de 2018, que el operador francés de telecomunicaciones atribuyó a la mejora de su resultado operativo y, sobre todo, a una menor depreciación de su participación en la británica BT.

El resultado de explotación aumentó un 1,6 %, hasta 2.388 millones de euros, mientras el beneficio bruto operativo (ebitda) creció un 0,8 %, hasta 5.958 millones.

Por áreas geográficas, las que más contribuyeron al incremento del ebitda fueron los mercados de África y Oriente Medio (+10,5 %, hasta 785 millones de euros) y España (+2 %, a 787 millones de euros).

Por el contrario, su mercado doméstico francés experimentó un ligero retroceso del 0,4 % (3.281 millones de euros) y el resto de Europa cayó un 1,8 % (708 millones).

La actividad de empresas le reportó 565 millones de euros de ebitda, un 0,6 % más, mientras que el negocio de operadores internacionales y servicios compartidos le supuso una pérdida de 174 millones, un 4,6 % más que en el primer semestre de 2018, de los cuales 78 millones por su actividad bancaria con la marca Orange Bank (un 29,3 % superior).

La facturación subió un 1,5 % en términos absolutos y un 0,2 % en comparables hasta 20.573 millones de euros, y eso pese al descenso, siempre en términos equivalentes, de sus dos principales mercados: Francia (-0,9 %, hsata 8.874 millones) y España (-0,6 %, hasta 2.624 millones).

El alza de los ingresos entre enero y junio tuvo que ver, en particular, con África y Oriente Medio (+5,6 %, hasta 2.737 millones de euros), con el resto de Europa (+1,3 %, a 2.789 millones) y con la división de servicios para las empresas (+0,6 %, a 3.770 millones).

Los operadores internacionales y los servicios compartidos representaron un volumen de negocios de 747 millones, lo que significó un retroceso del 4,6 %.

A finales de junio, Orange tenía 26.737 millones de euros de endeudamiento neto, frente a los 25.441 millones a fecha del 31 de diciembre.

El presidente, Stéphane Richard, se mostró satisfecho con lo que calificó de “un buen resultado” en la primera mitad del año, y destacó las operaciones en África y Oriente Medio que constituyen “más que nunca, un importante eje de crecimiento”.

La empresa confirmó sus objetivos financieros para el conjunto de 2019, lo que significa en particular un aumento del ebitda, sobre una base comparable, pero a un ritmo “más moderado que en 2018”.