La caída de los precios industriales rebaja la presión sobre la inflación

Los precios industriales cayeron en diciembre en España por tercer mes consecutivo y rebajaron la presión sobre la inflación que soportan las familias. Es decir, reducen la presión sobre el IPC (Índice de precios de consumo), que también calcula el INE, y que al cierre de 2022 se quedó en el 5,7%, el nivel más moderado de toda la Unión Europea (UE) y de todo el año.

El IPRI (Índice de precios industriales) se ha reducido los últimos meses respecto a los inmediatamente anteriores por la reducción de los costes de producción, principalmente de la energía (electricidad, gas, diésel...). En diciembre, cayó un 1,7%. En noviembre, un 2,4%. En octubre, un 2,3%.

Siguiendo la misma tendencia, en variación interanual, respecto al mismo mes del año anterior, este índice de precios industriales se ha moderado hasta el 14,7%, un nivel no visto desde abril de 2021. Entonces, empezó a escalar por la explosión de demanda tras el shock de la pandemia y fue sumando los problemas en las cadenas de suministro globales, primero, y, después, el histórico incremento de los costes energéticos, que se exacerbó con la invasión rusa de Ucrania.

Estas presiones que ha sufrido la industria durante meses se han reducido, y esto rebaja a su vez las presiones sobre los precios finales en las tiendas, los que pagan las familias. “Los precios industriales se siguen moderando, lo que anticipa que inflación en bienes (parte de la famosa inflación subyacente) debería empezar a caer en los próximos meses”, explica Ángel Talavera, economista de Oxford Economics.

El IPC subyacente excluye de su cálculo los precios de la energía y los alimentos frescos porque son más volátiles. De esta manera busca dar una visión más estructural de la evolución de los precios. Esta inflación estructural hizo saltar las alarmas al dispararse al 7% en diciembre (por encima del 5,7% del IPC general, que se moderó por la caída de energía). Y se explica en su mayor parte por la escalada de los alimentos en los supermercados.

En cambio, en los últimos meses y en los próximos, los precios industriales ayudarán a una moderación general de la inflación. Con un dato clave, diciembre fue el tercer mes consecutivo que cayó el IPRI en variación mensual, pero es más revelador que lo hizo por primera vez en esta crisis de inflación excluyendo los precios de la industria de la energía.

Si se observa la evolución de los precios en cada industria, según permite el último gráfico, se identifican caídas y una clara moderación en los sectores relacionados con la energía, la minería o el metal, pero también en otros dedicados a la fabricación de todo tipo de bienes y equipos (desde juguetes, a máquinas médicas, relojes o incluso calzado u otras ramas del textil).

En la reducción de los costes de la industria que han permitido esta moderación de la inflación actúan las medidas del Gobierno para bajar el precio de la electricidad (como el tope al gas o las bajadas de impuestos), las ayudas directas (sobre todo a la industrias más electrointensivas), la moderación salarial y la descongestión de las cadenas de suministro globales.

Este último aspecto ha sido remarcado recientemente por el Índice de la Fed de Nueva York que mide las presiones sobre el comercio mundial y otros indicadores similares, y que según señalan se debe a la apertura definitiva de los puertos y los grandes centros logísticos de China.

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