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Las 'cripto' se cuelan en el patrocinio del fútbol español tras el veto a las apuestas

Partido entre el Atlético y el Villarreal el pasado fin de semana.

Diego Larrouy

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El Atlético de Madrid saltó el pasado domingo al terreno de juego para disputar el primer partido de la temporada ante su afición. El nombre del estadio no era el mismo que en el último encuentro de la pasada campaña. El Wanda Metropolitano pasó a la historia y el nuevo patrocinio comercial lo renombró como Civitas Metropolitano. El nombre del estadio del conjunto colchonero es una de las novedades de patrocinios y de inyección de dinero que llegan este año a LaLiga. Los clubes han hecho peripecias para mejorar sus cuentas tras la pandemia y el veto a las casas de apuestas. Las plataformas de criptoactivos, las tecnológicas o incluso el ladrillo, junto con la inversión de los fondos, toman posiciones en camisetas o estadios de fútbol español.

El pasado verano llegó el primer capítulo de este cambio. Entró en vigor la prohibición de publicidad de casas de apuestas en equipaciones deportivas y en los estadios. Los clubes tuvieron que cambiar de patrocinadores. Algunos, incluso, con contratos que habían renovado recientemente pese a que ya se aventuraba la prohibición. Esta decisión, impulsada por el Ministerio de Consumo, ha sido llevada ante la justicia por LaLiga, quien denunció el quebranto económico de este veto para las cuentas de los clubes.

Un sector que ha encontrado una oportunidad en el fútbol, cubriendo en parte el hueco dejado por las casas de apuestas, ha sido el de los servicios de inversión. Esto engloba a criptomonedas, NFT, o trading. En torno a una tercera parte de los clubes de la primera división española cuentan con patrocinios en sus camisetas o acuerdos comerciales con estas plataformas. Es el ejemplo del Atlético de Madrid, que este curso estrena Whale Fin como logo en su equipación. Se trata de una compañía de intercambio de criptomonedas propiedad de Amber Group, un holding hongkonés, que habría pagado en torno a 40 millones de euros al club, según informaron distintos medios.

El Sevilla anunció en junio que Degiro sería su nuevo patrocinador principal durante esta campaña. Se trata de un broker online para la compraventa de acciones. Aunque no comercia directamente con criptomonedas, sí ofrece servicios de inversión vinculados a la evolución en el mercado de estos activos, que han sido reiteradamente criticados por organismos supervisores como la CNMV y el Banco de España. Sustituye este patrocinio al de Naga, otro broker, que a su vez fue el elegido por el Sevilla para suceder a su anterior publicidad en la camiseta, la de la casa de apuestas Marathon Bet.

Algunos clubes de primera tienen patrocinios secundarios, que no aparecen en el frontal de sus camisetas, con este tipo de plataformas. También gana un protagonismo especial el mundo de los NFT y los tokens. Se trata de criptoactivos que no son específicamente criptomonedas, aunque cuentan con mercados secundarios donde se compran y venden. Una de las empresas que ha ganado protagonismo es Socios.com, que cuenta con acuerdos con múltiples equipos de primera para crear plataformas para las aficiones de los clubes. La compra de estos activos ofrece la posibilidad de acceder a determinadas votaciones, artículos de merchandising o contenido exclusivo. La plataforma reconoce que estos activos se pueden vender más tarde, aunque pueda ser con pérdidas. Equipos como el Atlético, el Barça, el Sevilla, el Valencia o la Real Sociedad cuentan con acuerdos con esta plataforma.

Otra compañía con servicios similares es Sorare. Se trata de una plataforma online de NFT, una especie de 'cromos' digital de futbolistas con los que conseguir logros en función de su rendimiento. Estas cartas son limitadas y se subastan por la propia plataforma, aunque luego pueden revenderse en el mercado por parte de los jugadores. Es una compañía donde han invertido futbolistas como Antoine Griezmann, Gerard Piqué o Kylian Mbappé, que cuenta con acuerdos con más de 200 clubes de fútbol y de otros deportes en todo el mundo. En España tiene alianzas con varios equipos e, incluso, con la propia patronal, LaLiga.

Las plataformas de criptomonedas se han convertido también en patrocinadores de grandes competiciones de fútbol internacionales. La pasada primavera, la FIFA anunció un acuerdo con Crypto.com, una de las mayores compañías del sector a nivel internacional, para el Mundial de Catar. La competición, que nació con gran polémica por los problemas de Derechos Humanos en el país y la obligación de cambiar el calendario de todas las competiciones por celebrarse en invierno, será un escalón más de esta multinacional en el mundo del deporte, tras haber llegado a franquicias de la NBA o competiciones como la Fórmula 1. “Contribuirá a dar a conocer a Crypto.com, al aumentar significativamente la visibilidad de su marca en el evento deportivo más popular del planeta”, defendía la FIFA durante la presentación del acuerdo. Paradójicamente, Catar tiene restringido el mercado de las criptomonedas desde 2020.

Más allá de las empresas de intercambio de criptomonedas o de NFT, las compañías digitales y tecnológicas han ido haciéndose un hueco en los patrocinios de las equipaciones o de los estadios durante los últimos años. El desembarco más sonado es el de Spotify. La firma sueca de música en streaming llegó a un acuerdo con el FC Barcelona para poner su logo tanto en las camisetas como en el estadio, valorado en el entorno de los 280 millones. Cazoo, una plataforma online de venta de vehículos de segunda mano, también ha entrado en las camisetas del fútbol español esta temporada con acuerdos con el Valencia o la Real Sociedad.

No solo las camisetas han marcado la entrada de nuevos patrocinadores, también los estadios. Dos de los tres primeros equipos durante la campaña anterior, Atlético de Madrid y FC Barcelona estrenan nombre.

En el caso del club blaugrana es la primera ocasión en la que vende el 'naming' de su estadio, algo que con ningún otro patrocinador había ocurrido. El equipo colchonero, por su parte, ha sustituido a Wanda, que dio nombre al Metropolitano desde su estreno y llegó a ser accionista del club, por la extremeña Civitas Pacensis. Supone la vuelta del ladrillo —la inmobiliaria está considerada como la mayor propietaria de suelo en Badajoz— una década después de la turbulenta relación de la construcción con el fútbol tras el pinchazo de la burbuja en 2008. A ellas se suma el RCD Mallorca, que también ha cambiado el nombre de su estadio por Visit Mallorca Estadi.

Lluvia de millones de los fondos extranjeros

Otra de las novedades financieras de esta campaña para LaLiga es que se trata de la primera con CVC como accionista del negocio de la competición. El fondo de capital riesgo entró hace meses con el 8,2% tras pagar algo menos de 2.000 millones de euros. Fue la primera operación de este tipo que se cerraba en Europa. Posteriormente, el mismo fondo hizo un acuerdo similar con la patronal del fútbol francés y la Bundesliga alemana acaba de abrir un proceso de búsqueda de inversores, entre cuyos interesados también figura CVC. El capital riesgo ha visto en las urgencias económicas del fútbol europeo una vía de entrada a cambio de obtener rentabilidad de los millonarios ingresos de los derechos televisivos. En España, el último acuerdo con Movistar+ y Dazn alcanzó los 4.900 millones por cinco temporadas.

Fuera de este acuerdo quedaron Real Madrid, FC Barcelona y Athletic, que se opusieron a los términos del mismo, en un enfrentamiento que llegó a los tribunales. Sin embargo, los dos primeros han dado entrada a otros inversores financieros que se han interesado por el dinero de los dos grandes clubes del fútbol español. En el caso del Barça, se ha popularizado en los últimos meses el término “palancas”, que en resumidas cuentas son operaciones de desinversión para obtener dinero con el que poder equilibrar las cuentas del club y fichar a nuevos jugadores. Una de estas palancas era la venta de los propios derechos de televisión. Fue el fondo estadounidense Sixth Street el que se hizo con el 25% de estos ingresos a cambio de unos 300 millones de euros.

El mismo fondo de inversión ha desembarcado también en el Real Madrid. El club se encuentra actualmente rematando las obras de reforma de su estadio, el Santiago Bernabéu, con el que se quiere hacer caja con la celebración de más eventos deportivos o culturales. La explotación de este espacio se ha vendido, en un 30%, a dicho fondo por unos 360 millones de euros.

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