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El ministro de Energía plantea subir los impuestos a hidráulica y nuclear ante sus “beneficios caídos del cielo”

El ministro de Energía, Álvaro Nadal.

Antonio M. Vélez

Sin mentar a la lluvia como hizo horas antes el presidente del Gobierno, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, confirmó este jueves en el Congreso que no prevé medidas para contener el espectacular incremento registrado por el precio de la electricidad a lo largo del mes de enero, que confió en que “remita pronto” y camine hacia la “normalización”. No obstante, sí lanzó una propuesta a la oposición: se mostró dispuesto a elevar los impuestos que desde la reforma eléctrica de 2013 se cobran a la hidroeléctrica y la nuclear por los “beneficios caídos del cielo” que reciben estas dos tecnologías, ya amortizadas y en las que no hay libertad de entrada.

Pertrechado de gráficos (hasta cuatro mostró en su intervención inicial, al más puro estilo de su antiguo jefe, el exvicepresidente Rodrigo Rato, creador del perverso sistema del déficit tarifario), el ministro repitió su diagnóstico para explicar la subida de estas últimas semanas: encarecimiento de materias primas, indisponibilidad de centrales nucleares en Francia, ola de frío... Y, pese a las peticiones de la oposición, dejó claro, una vez más, que el Gobierno no tiene previsto reformar el funcionamiento del mercado mayorista de electricidad que, dijo, “utilizan 23 países de Europa”.

Se trataría de evitar una dinámica que ha criticado la Comisión Europea y que, en opinión con los críticos con ese mecanismo de fijación de precios, permite, como lo definió la portavoz socialista, Pilar Lucio, que los consumidores “estemos pagando sardinas a precios de besugo”. Lucio aludía a que con el actual modelo todas las tecnologías de generación (incluidas las ya amortizadas, nuclear hidráulica) cobran el mismo precio: el que marca la última central que permite casar la oferta y la demanda.

El ministro volvió a negarse a alterar este modelo y argumentó que donde se ha cambiado este sistema (Italia y los Estados de Hawai y Maine) tuvieron que rectificar. Otra cosa sería “discutir” si sería conveniente elevar el canon a la hidroeléctrica y la tasa a los residuos nucleares que puso en marcha la reforma eléctrica de 2013, que supone unos 450 millones de euros anuales, una cifra que, dijo, a las compañías del sector les parece “una barbaridad”. 

El Gobierno del PP, dijo, “ha sido el primero en la historia” que ha “ido a por los beneficios caídos del cielo” de estas dos tecnologías con la creación de esos impuestos. “Pongámonos de acuerdo si ustedes piensan que se puede subir”, señaló. Posteriormente, en respuesta a preguntas de los periodistas, ha aclarado, no obstante, que “la propuesta del Gobierno es mantenerlo como está”, aunque reconoció que se trata de un “instrumento de política económica” que está “disponible”. 

Esperar a que escampe

Al margen de esa propuesta, la comparecencia de Nadal en el Congreso dejó clara la estrategia del Gobierno en relación con la escalada de la luz: esperar a que cambie la coyuntura climatológica (que llueva y sople el viento) para que los precios bajen y escampe en el malestar de una opinión pública que ve cómo España se consolida como uno de los países con el recibo de la luz más caros de Europa. 

El actual escenario de “fortísima volatilidad” de precios, dijo el ministro, “no es la primera vez que ocurre” y “no es algo extraordinario”. Nadal calificó de “irresponsable” la proposición de ley recién registrada por toda la oposición para tratar de impulsar el autoconsumo eléctrico porque a su juicio incrementaría los costes regulados del sector.

También volvió a negarse a realizar una auditoría de costes del sector que reclamaron prácticamente todos los partidos de la oposición, porque insistió, ya se realizó en la reforma de la primera legislatura de Rajoy, calificada de “fracaso” por varios portavoces. 

El ministro de Energía, que ofreció algún dato falso, como su afirmación de que el Gobierno rebajó el año pasado los peajes eléctricos, la parte regulada del recibo (en realidad, los congeló) también confirmó que, pese a las oscilaciones de estos días, el precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC) “siempre es más barato” que el mercado libre, pese a que las compañías y el presidente de la patronal eléctrica Unesa, Eduardo Montes, están aprovechando la escalada de estos días para promocionar sus bondades. “Las eléctricas nunca llaman para convencerte de que te pases al PVPC”, dijo.

Nadal señaló que su ministerio está realizando “consultas” para que comprobar que las centrales térmicas que cobran los denominados pagos por capacidad por estar disponibles tienen niveles “adecuados” de reservas de combustibles.

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