Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El regulador único echa a andar con expedientes pendientes a Telefónica y las petroleras

El presidente de la CNMC, José María Marín Quemada

B.C.B.

Este lunes echa a andar uno de los experimentos económicos más polémicos del Ejecutivo. Se trata de un regulador único, que responde a las siglas CNMC (Comisión Nacional del Mercado de la Competencia) que fusiona el resto de entidades que velaban por servicios y mercados regulados en España, como la energía, las telecomunicaciones o los servicios postales. No existe ningún caso así en Europa (salvo algo aproximado en Holanda) y además se estrena con varios estigmas que van a poner muy difícil su credibilidad en materia de competencia.

La CNMC nace bajo la estrecha tutela del ministro de Economía, Luis de Guindos, que ha capitaneado desde el inicio el diseño de la entidad. Aunque hay quién asegura que en realidad es un traje a medida para Telefónica, ya que la operadora pidió un informe a la consultora PriceWaterHouseCoopers sobre un posible super regulador en España y hay partes de la propuesta que coinciden plenamente con el organismo que ha visto finalmente la luz. De Guindos fue asesor de la consultora estadoundiense.

Bruselas también tuvo su palabra sobre el regulador, al que pidió cambios de calado sobre el planteamiento original, so pena de paralizarlo. Finalmente, antes del verano el texto definitivo que da vida a este nuevo guardián de la competencia económica en España echó andar. Desde entonces, son frecuentes las chanzas en los despachos de abogados especializados en Derecho de la competencia asegurando que se ha acabado el negocio en España ya que con este nuevo organismo apenas habrá litigios.

El organismo está compuesto por dos salas, una especializada en regulación y otra en competencia. Hay diez consejeros que se reparten en ambas salas incluido el presidente, José María Marín, hombre de la entera confianza de Luis de Guindos. Todos deben saber de todo y hacer el trabajo que hacían antes casi 40 consejeros repartidos en los siete organismos reguladores. Si los consejeros no están de acuerdo en algún expediente, lo pueden elevar a pleno y de empatar, Marín tendrá un voto de calidad.

Parece poco probable que los consejeros discrepen porque todos proceden de un círculo muy próximo. A excepción de la consejera nombrada por el PNV y del consejero de CiU, el resto son afines al Partido Popular y tres de ellos cargos salidos y nombrados directamente por la Moncloa. Esta falta de independencia llevó al PSOE a abstenerse de nombrar a dos consejeros y quedar completamente fuera de este supervisor.

Para rematar las críticas a la falta de independencia, la primera decisión de este consejo fue nombrar a la sobrina de Luis de Guindos directora de competencia, el cargo más alto del organigrama. Esta a su vez se llevó como segunda a Micaela Arias, la hija del ministro de Arias Cañete. La sobrina del ministro de Economía Beatriz Guindos, dimitió apenas 24 horas después ante la reacción suscitada.

Con todos estos precedentes el nuevo organismo ve la luz, con sede en Madrid y un presupusto de 52 millones de euros. El organigrama se ha completado con gente “de la casa”, básicamente con personal que ya estaba en el anterior órgano de competencia, la CNC, como el nuevo director, Eduardo Prieto.

Récord de multas

Por su parte, la CNC se despidió el viernes sacando pecho con los resultados obtenidos en la recta final de su existencia. En su primer año de vida, 2008, la CNC logró recaudar poco más de 4 millones de euros en multas, frente a los casi 61 millones de euros que lleva ya recaudados en 2013. La recaudación, eso sí, es mucho más baja que el importe de multas emitidas. Entre 2012 y 2013 se impusieron multas a empresas por valor de 454 millones de euros, aunque es práctica habitual que las demandadas peleen hasta el último suspiro por no pagar.

En este último periodo, la multa más elevada que ha sido récord en la historia de la entidad, 119 millones de euros, fue impuesta a Telefónica Móviles,Vodafone y Orange, por aplicar “precios excesivos” en los servicios mayoristas de mensajes cortos SMS y MMS de móviles. La entidad ha sido mucho más implacable con las empresas de telecomunicaciones que el organismo regulador la CMT. Así, en enero de 2013 abría un expediente de oficio a Telefónica por abuso en las condiciones de permanencia por los contratos de móvil a fijos y autónomos. También está pendiente la denuncia de Orange por el acuerdo entre Telefónica y Yoigo.

Estos expediente, y muchos más, como la posible concertación de los precios de los carburantes o en los coches, quedan ahora pendientes de resolver por el nuevo regulador. Y hay quién piensa que en el traspaso de papeles se pueden perder.

Etiquetas
stats