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Un balón de oxígeno para financiar la hostelería y la restauración

Ana Botín y Pepa Muñoz, chef del restaurante El Qüenco de Pepa

La restauración y la hostelería continúan su lenta recuperación tras los estragos causados por la pandemia sanitaria del coronavirus. A pesar de que en 2021 la vacunación dio un respiro al sector, los ingresos todavía no han logrado recuperar los niveles pre-COVID. Y ahora, la incertidumbre en torno a la evolución de la pandemia y la subida de los precios de la electricidad y las materias primas mantienen a estos negocios en alerta.

La financiación ha sido clave para que muchos establecimientos hayan podido mantenerse a flote. Banco Santander destinó 4.000 millones de euros el año pasado a apoyar la restauración y la hostelería. Esta cifra supone superar los niveles anteriores a la crisis y casi duplicar la concedida en 2019. “La agilidad del banco a la hora de resolver las propuestas de los clientes ha sido determinante para que muchos empresarios hayan podido continuar impulsando sus negocios, en un sector clave para la economía española que se ha visto muy afectado por la pandemia”, señalan desde la entidad.

La entidad cuenta con 132.000 clientes en este sector y un volumen de negocio de 12.500 millones. De ellos, 114.000 pertenecen al ámbito de la restauración ––en torno al 68% son autónomos–– y los otros 18.000 a empresas hoteleras ––el 60% micropymes––. La entidad creó en 2019 una unidad específica de atención al sector, además de un centro especializado en franquicias, en el que la restauración organizada tiene un peso muy importante.

Los productos más demandados por los clientes hosteleros y restauradores han sido, por un lado, los referidos a la financiación: créditos, préstamos, leasing mobiliario o Pago Ágil, que financia el pago de las facturas a los proveedores. Por otro, los seguros, como el de ciberseguridad y el multirriesgo, así como los TPVs en todas sus modalidades: físico, libre, virtual y telefónico.

La digitalización, clave para el futuro

La crisis ha consolidado también algunas tendencias, especialmente la digitalización. Según señala el Anuario de Hostelería de España, la tecnología digital servirá para mejorar los procesos, tanto de producción como de comercialización, lo que permitirá aprovechar nuevas oportunidades de emprendimiento. La comida a domicilio y para llevar seguirá experimentando un auge que se sumará a la oferta integral de los negocios. También mejorará la gestión, la profesionalización y la eficiencia, lo que junto con la sostenibilidad y la formación son claves para la recuperación y el futuro del sector. 

De hecho, cerca del 60% de los clientes del sector que tiene el Banco Santander están digitalizados. La entidad ofrece un amplio abanico de servicios para facilitar el día a día de sus negocios. Entre ellos One Digital, una plataforma online que permite realizar transferencias a través de internet en toda la Unión Europea y otros países que acepten euros ––SEPA (Zona Única de Pagos en Euros por sus siglas en inglés––, acceder a Bizum y operar en divisa, además de ofrecer herramientas para digitalizar a autónomos, microempresas y pymes.

También tiene una propuesta exclusiva para los clientes que quieran crear su comercio online e impulsar así su negocio; y la plataforma Santander ZOne, que funciona como un escaparate virtual para los productos y servicios de los comercios desde la app del banco y les ayuda a conectar con un mercado de más de cinco millones de consumidores potenciales, además de ofrecer descuentos, experiencias y ventajas exclusivas. También destaca el servicio PlazoX, que permite aplazar el pago hasta en 12 mensualidades en el momento de realizar la compra.

Además, el banco ha desarrollado, en colaboración con las redes globales de servicios financieros KPMG y LocalEurope, una plataforma de gestión e información sobre ayudas públicas, en especial las procedentes de los fondos Next Generation Europe. Esta herramienta permite conocer qué ayuda o subvención se adapta mejor a cada perfil de negocio. El objetivo del Santander es evitar que, por desconocimiento o por la complejidad de su tramitación, las pymes no puedan acceder a ellas.

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