De los noventa hasta hoy: así ha entrado Porto Pi en la vida de varias generaciones

Quedar con tu amor adolescente en las taquillas y entrar en la sala de cine cargados de palomitas. Llevar a tus hijos a comprar las deportivas y el chándal que se pondrán durante el curso. Elegir el regalo para esa boda, esa comunión, ese bautizo a los que te hace tanta ilusión ir. Festejar aquellos cumpleaños en un escenario donde, en plena infancia, todo parecía posible. En estos moldes cabrían muchas de las historias que se han vivido en Porto Pi a lo largo de las últimas tres décadas. Y, sin embargo, no estarían todas: cada día es una aventura diferente en un espacio que reúne más de un centenar de tiendas y locales de ocio.

El centro comercial más emblemático de Mallorca ha sido desde su inauguración un territorio donde compartir los mejores momentos de la semana. Porto Pi es, por tanto, mucho más que un simple punto de encuentro para los habitantes de Palma y del resto de la isla, el cofre en el que guardar material de alto valor: las emociones de generaciones muy diversas.

Por eso, Porto Pi, propiedad de Merlin Properties acaba de lanzar una convocatoria muy especial como parte de las celebraciones del trigésimo aniversario del centro. Bajo el lema 30 años de vidas, el objetivo será reunir recuerdos personales vinculados a Porto Pi: fotografías, vídeos, audios, anécdotas o testimonios que reflejen momentos vividos dentro del recinto. Todo ese material dará forma a una exposición inmersiva que podrá visitarse este otoño en el propio centro comercial. Será un gran álbum de recuerdos colectivo. Un espejo que reflejará la evolución de Mallorca desde mediados de los noventa.

Un punto de inflexión en Mallorca

La puesta de largo de Porto Pi –en 1995– supuso un hito. Fue el primer gran centro comercial de la isla, y rápidamente se convirtió en un punto de referencia tanto para residentes como para visitantes. Ubicado frente al paseo marítimo, combinaba algo inaudito entonces: una amplia oferta de tiendas, espacios de ocio, restaurantes y cines. Infinitas posibilidades de pasárselo bien reunidas bajo un mismo techo. Un oasis insertado en un extremo de la ciudad donde lo cotidiano sucede.

La iniciativa que ahora impulsa Porto Pi busca poner en valor la dimensión emocional y social que ha tenido (y sigue teniendo) el centro comercial en el día a día de los mallorquines. No se trata de una muestra institucional ni de una retrospectiva al uso, sino de un collage humano. Un puzzle colectivo. “Buscamos recuerdos reales. Esas historias personales que han hecho de Porto Pi un lugar único para cada persona: desde una cita que cambió tu vida, una tarde de risas con amigas, un día de compras en familia, o incluso el primer empleo. Queremos recoger todo eso y celebrarlo juntos”, explica Ana López, gerente del centro comercial.

¿Cómo se podrá participar? Enviando voluntariamente los materiales a través de diferentes vías: por WhatsApp, por correo electrónico , por redes sociales o, para los clientes más old school, depositando físicamente fotos o dispositivos de memoria en los puntos habilitados en el área de atención al cliente del propio centro comercial. También se ha habilitado un teléfono fijo al que se puede llamar y relatar una historia vivida en Porto Pi. ¿Qué se conseguirá con ese sistema? Que cualquier persona pueda participar, sin importar la antigüedad de su recuerdo, el formato en el que se encuentre o el mensaje que contenga. Todos los testimonios, grandes o pequeños, forman parte del relato colectivo.

A lo largo de su trayectoria, Porto Pi no ha dejado de evolucionar. Su reciente renovación lo ha convertido en un espacio más moderno, accesible y abierto, adaptado a las nuevas necesidades de consumo y ocio. Actualmente, el centro cuenta con 130 tiendas y espacios de ocio y restauración. Marcas como Zara, H&M, Mango, Scalpers, Bimba & Lola o Carrefour, además de una variada oferta de restauración. Sus salas de cine se cuentan entre las preferidas de los cinéfilos baleares. Un ejemplo de gestión que también puede notarse en otros negocios gestionados por Merlin Properties, que comanda una docena de espacios comerciales en la Península Ibérica: Arturo Soria Plaza, TresAguas, X-Madrid y Centro Oeste en Madrid; Arenas de Barcelona en Barcelona; Larios Centro, en Málaga; Saler y La Vital en la Comunidad Valenciana; Artea en Bilbao: Marineda City en A Coruña, y Almada Forum, en Lisboa.

En un contexto en el que los centros comerciales muchas veces se perciben como no lugares, Porto Pi ha logrado algo distinto: formar parte del imaginario sentimental de una comunidad. No sólo por su trayectoria, sino por la manera en que ha sabido adaptarse sin perder cercanía, siendo testigo de la transformación de Palma y de los cambios en la sociedad mallorquina.

Desde el auge del consumo en los noventa, hasta la era digital actual, Porto Pi ha acompañado los hábitos de los ciudadanos con propuestas innovadoras, pero siempre con un anclaje local. El aniversario número 30 no es, por tanto, una celebración interna ni un simple recuento de cifras. Es una invitación a mirar atrás y recordar. A reconocer que Porto Pi es parte del tejido social de Mallorca.