El alcalde de Almendralejo reclama a la Junta la duplicación de la Ex-300 hasta la zona residencial

El alcalde de Almendralejo, José María Ramírez, ha pedido a la Junta de Extremadura el desdoblamiento de la carretera de Badajoz (Ex-300) en el tramo donde hay segundas residencias, así como la titularidad del tramo urbano de la carretera de Santa Marta (Ex-105) después de una actuación de reforma integral.

Ramírez ha hecho este anuncio en rueda de prensa en Almendralejo, después de haber mantenido una reunión institucional con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, al que le pidió colaboración económica para acometer estas inversiones.

En su opinión, el desdoblamiento de la Ex-300 se hace necesario hasta donde termina la zona residencial de San Marcos porque “hay sobresaturación de vehículos, problemas de accesibilidad en ambos lados”.

Ambas inversiones quedarán pendientes de concretarlas con los responsables de las distintas consejerías, según ha avanzado Ramírez, además de poder plasmarlas en próximos presupuestos autonómicos.

Inversiones 

En materia de inversiones también ha citado la piscina municipal, una actuación que ha calificado de “prioritaria, básica e ineludible”, ante los problemas de pérdida de miles de litros de agua cada hora, de falta de accesibilidad y de adecuación a la normativa vigente.

Ya se trabaja desde hace tres semanas con técnicos de la Junta de Extremadura para hacer un estudio de necesidades y de los costes que supondría su arreglo, que, en cualquier caso, sería una inversión “no asumible solo por las arcas municipales”, informa la Agencia Efe.

Además, ha avanzado que también solicitó al jefe del Ejecutivo regional la posibilidad de que se construya un nuevo edificio para la Escuela Oficial de Idiomas, lo que permitiría hacer uso de la sede actual como centro social para la barriada de San José; y un Centro integral de atención a la mujer, no sólo para atender a víctimas de género, sino también para avanzar en procesos de igualdad.

Por último, ha citado la necesidad de acometer de forma definitiva los problemas de acústica del teatro Carolina Coronado, que es propiedad de la Junta de Extremadura; y de hacer alguna actuación turística en los restos arqueológicos del Calcolítico del Cabezo de San Marcos.