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Sobre este blog

Espacio para la reflexión y el análisis a cargo de parlamentarios europeos españoles.

España, llave de una Europa social

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Espacio para la reflexión y el análisis a cargo de parlamentarios europeos españoles.

La cumbre entre la UE y la Celac de esta semana en Bruselas reunirá a líderes de toda Europa y de América Latina para relanzar el diálogo entre ambas regiones. Para la UE, esta cumbre debería servir para enterrar sus errores de estos años y exhibir un nuevo compromiso con la región. En un contexto de emergencia climática y crisis global, guerra en Ucrania y avance de la ultraderecha en todo el mundo, la UE no puede renunciar al potencial de una alianza prioritaria con América Latina, basada en la economía verde y productiva en ambas regiones, la defensa de los derechos humanos y la justicia social y ambiental. Sería inconcebible que España, que asumió la Presidencia del Consejo de la UE este mes, no liderara este proceso, y eso también nos lo jugamos el 23 de julio. 

El ascenso de la ultraderecha en Europa muestra que esta también puede ser un espacio de retrocesos y vulneración de derechos, especialmente para las mujeres, las personas LGTBIQ+ y las personas migrantes, como hemos visto en países como Polonia, Hungría, Italia y ya en algunas comunidades autónomas en España. Por eso es importante que la presidencia española recaiga en un Gobierno progresista que impulse y defienda los avances en derechos y libertades en toda la UE. España puede liderar, por ejemplo, la coordinación de políticas a nivel europeo contra la inflación, la regulación del mercado eléctrico y alimentario; la directiva de trabajadores de plataformas digitales o la directiva de debida diligencia de las multinacionales. También puede y debe impulsar un uso de los fondos orientado a la soberanía energética, digital y tecnológica en toda la UE, escuchando a los territorios para cerrar las distintas brechas en esos sectores y combatir la despoblación y la falta de acceso a servicios públicos.

El refuerzo del pilar social y las políticas feministas en Europa también deberían ser, como lo han sido en España estos últimos tres años y medio, una insignia de la presidencia española. Revalidar el Gobierno de coalición permitiría trabajar en medidas como la implementación de garantía infantil, la tarjeta europea de discapacidad, el despliegue de vivienda pública frente a la especulación, un sistema europeo de cuidados, la protección de los derechos sexuales y reproductivos o una directiva contra las violencias machistas, entre muchas otras. La ultraderecha sabe muy bien que las políticas transformadoras en esos dos ámbitos son un objetivo a abatir. No es casual. Saben que es transformando y ampliando derechos como se frena a la ultraderecha.