Las diputaciones de Álava y Gipuzkoa han activado esta semana sendas líneas económicas de apoyo a sus zonas castigadas recientemente por fuertes lluvias torrenciales. En el primer caso, atañen principalmente a la Rioja Alavesa, cuyas viñas acumulan también problemas con el mildiu. En el segundo caso, son para las comercas de Goierri y Tolosaldea.
En Álava, el diputado general, Ramiro González, ha constatado que 2025 es un año “de los más difíciles” para el sector del vino en la Rioja Alavesa, su motor económico. Del orden de 600 hectáreas han tenido una “afección significativa” por las fuertes tormentas de agua y granizo de la pasada semana, particularmente en los municipios de Samaniego, Villabuena de Álava, Leza, Navaridas y Laguardia, la cabecera de la comarca. Agroseguro elevó a cerca de 3.000 las hectáreas sobre las que tenía reclamaciones el lunes, el primer día laborable tras los sucesos.
Las inclemencias meteorológicas están cubiertas por los seguros. La Diputación se ha felicitado de que el 80% de las explotaciones lo tengan ya contratado -más que la media en la denominación de origen Rioja-, pero se ampliará en 160.000 euros la línea de ayudas para que crezca todavía más esa proporción. En 2015, el presupuesto para ello era de 40.000 euros, en 2023 subió ya a 240.000 y ahora se establecerá en 400.000, ha explicado González. Además, se buscará un acuerdo con Agroseguro “para que la ayuda se aplique directamente en la póliza”.
El problema es que, además de las tormentas, las enfermedades fúngicas, particularmente el mildiu, están azotando a las vides. El calor y la humedad lo facilitan. “Y esto no lo cubre el seguro”, ha reconocido González. La Diputación compromete una línea de ayudas para cubrir el incremento de costes de producción que comportan los tratamientos, pero no se ha concretado ni el presupuesto ni los plazos. Ha dicho González que queda aún campaña y que, cuando se cierre con la vendimia, estará ya listo para atender todas las peticiones.
González, que ha visitado la zona afectada en los últimos días, no oculta su preocupación por un 2025 de “menos producción, más gastos y daños como consecuencia de las tormentas” en la comarca vinícola de Álava. Eso sí, alberga “esperanza” de que el sector supere el bache. “El cambio climático nos exige anticipación y apoyo colectivo también desde lo público”, ha manifestado sin escatimar en alabanzas hacia quienes “cada día y sin descanso” trabajan la tierra.
En el caso de Gipuzkoa, las inundaciones fueron a mediados de junio y golpearon singularmente a 24 localidades de las comarcas de Goierri y Tolosaldea. Ya se ha destinado un millón de euros y la Diputación trabaja para duplicar esa partida, según la portavoz foral, Irune Berasaluze. “Había muchísimos municipios en los que la Diputación afortunadamente pudo actuar de una manera bastante inmediata en las 48 horas siguientes a producirse los daños. Pero hay algunas obras y desperfectos que requieren de más tiempo”, se ha indicado.
La primera disposición de 1 millón “se habilitó como una partida extraordinaria ante una situación de emergencia para responder a las reparaciones, sobre todo en las carreteras que son competencia foral”. Ahora, la nueva cantidad será “para los ayuntamientos, para ayudarles en las diferentes necesidades que puedan tener para afrontar reparaciones o diferentes cuestiones que tengan necesidad”.