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Fernando Mahía, escritor: “En EEUU si gritas 'mono' desde una grada, vas a la cárcel de por vida”

Para el viajero y periodista Fernando Mahía el baloncesto da las claves fundamentales para comprender el corazón mestizo de los Estados Unidos: “Une por igual a negros, latinos, indios navajos, mexicanos y blancos universitarios; a  hombres y mujeres; a deportistas de éxito y fracasos absolutos; a grandes estadios en pleno centro de las ciudades y a canchas en los márgenes de ellas”, enumera Mahía quien dedicó cuatro meses a recorrer a través de las canchas  más míticas de este deporte los 15.000 kilómetros que separan Nueva York de San Francisco en una vieja furgoneta Dodge Grand Caravan. Y el camino se llenó de decepciones, encuentros con personajes extravagantes y multitud de paisajes que dan vida a la 'road movie' literaria: 'Coast to coast' editado por Contra. 

El libro arranca al norte Harlem, en la cancha de Rucker Park, cuna de grandes mitos callejeros de la NBA y “donde desemboca la cultura afroamericana en el baloncesto, un deporte creado hasta entonces para blancos universitarios”. Y ese día, 17 de mayo de 2019, cuando arrancaba el viaje Mahía en esa cancha no había nadie. “Así pasó durante todo el viaje: cuanta más expectativa por los lugares más míticos, más decepciones obtive. Y cuanto más caminaba por los márgenes del baloncesto mayores eran los encuentros con historias geniales”, nos advierte. 

En 'Piedra de Toque' salimos al encuentro de Mahía en un parque del centro de Bilbao donde no cuelgan canastas pero sí aglutina a buena gente de la ciudad. “En Estados Unidos gritas 'mono' desde una grada y vas a la cárcel de por vida”, asegura sobre las escenas racistas que se han vivido estas semanas en el La Liga de fútbol y para demostrar que el deporte es un buen reflejo de la sociedad. 

Es imposible en Estados Unidos encontrarte con escenas de racismo en las gradas. Si alguien grita “mono” a un jugador negro va a la cárcel de por vida. Quedan todavía mucha culpabilidad por el racismo estructural que ha sufrido, y sufre, el país

Baloncesto callejero en los márgenes de EEUU

De Rucker Park, la furgoneta puso rumbo a Springfield (Massachusetts) donde a finales del s. XIX se creó el baloncesto de manos de James Naismith como alternativa al rugby durante los días de lluvia. Y donde Mahía se topó con otro idealista que veía en las bochas una posibilidad de cambiar la sociedad. “Los personajes curiosos me han acompañado durante todo el viaje y me parece que son la mejor muleta con la que comprender la realidad social de cada país”.

En Flint, el pleno cinturón del óxido de Estados Unidos, caminó por los posos de la época dorada de la industria ahora protagonistas de las mayores tasas de pobreza y violencia. “Aquí las familias negras que procedía del sur dotaron al deporte de universitarios blancos el dinamismo que es hoy”. Y pudo disfrutar del mejor partido de baloncesto del viaje  antes de saltar a los Apalaches y poner rumbo final al Oeste, escenario del mejor realismo mágico estadounidense. 

Huyo de las historias tópicas del sueño americano para caminar junto a personajes curiosos, arruinados y enfermos que han marcado la historia de la NBA y hablan de la pasión por este deporte, también como refugio

Por el camino le esperaban migrantes gallegos, viajes figuras de la NBA arruinadas y la pionera del deporte femenino Lusia Harris, única mujer a la que se le ha permitido jugar en el máximo nivel. De todas estas historias nos habla Mahía en el podcast. Escúchalo en el enlace de aquí abajo. También puedes escucharlo en Piedra de Toque, Spotify, iVoox, iTunes y Google Podcast:  

Para el viajero y periodista Fernando Mahía el baloncesto da las claves fundamentales para comprender el corazón mestizo de los Estados Unidos: “Une por igual a negros, latinos, indios navajos, mexicanos y blancos universitarios; a  hombres y mujeres; a deportistas de éxito y fracasos absolutos; a grandes estadios en pleno centro de las ciudades y a canchas en los márgenes de ellas”, enumera Mahía quien dedicó cuatro meses a recorrer a través de las canchas  más míticas de este deporte los 15.000 kilómetros que separan Nueva York de San Francisco en una vieja furgoneta Dodge Grand Caravan. Y el camino se llenó de decepciones, encuentros con personajes extravagantes y multitud de paisajes que dan vida a la 'road movie' literaria: 'Coast to coast' editado por Contra. 

El libro arranca al norte Harlem, en la cancha de Rucker Park, cuna de grandes mitos callejeros de la NBA y “donde desemboca la cultura afroamericana en el baloncesto, un deporte creado hasta entonces para blancos universitarios”. Y ese día, 17 de mayo de 2019, cuando arrancaba el viaje Mahía en esa cancha no había nadie. “Así pasó durante todo el viaje: cuanta más expectativa por los lugares más míticos, más decepciones obtive. Y cuanto más caminaba por los márgenes del baloncesto mayores eran los encuentros con historias geniales”, nos advierte.