Euskadi descarta hacer festivo el 8 de marzo de 2024 y lo sustituye por el 25 de julio, Día de Santiago

El Gobierno vasco, en su primera reunión tras las elecciones municipales y forales, ha aprobado el calendario laboral para 2024. Se trata de un trámite ordinario pero que adquiere en esta ocasión una especial relevancia porque la parte del PSE-EE del Ejecutivo, que es la que dirige el área de Trabajo y Empleo, había propuesto marcar en rojo el 8 de marzo, día internacional de las mujeres. Sin embargo, el ala del PNV, responsable de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, aceptaba una “efeméride feminista” pero había planteado más de una docena de fechas posibles que no incluían el 8 de marzo. Tampoco suscitaba el apoyo de entidades feministas, al entender que restaba carácter reivindicativo a la fecha y bloqueaba la posibilidad de convocar huelgas en ella.

Sin embargo, en atención al procedimiento ordinario, ninguna de esas posibles festividades feministas ha llegado a tiempo para 2024 y la alternativa es el 25 de julio, Día de Santiago y patrón de España. Es un festivo recurrente, particularmente porque en Vitoria es también el Día del Blusa y de la Neska.

En un comunicado, el área de Mendia -que había incluido esta fecha en su calendario inicial- recalca que no se han recibido “argumentos en contra” en la tramitación de esta festividad nueva e incluso añade que Emakunde (Instituto Vasco de la Mujer) había expresado unas “reservas” que no eran “concluyentes”. “No obstante, y fuera de ese proceso administrativo, tanto en el ámbito político como en el social, se han atendido opiniones de quienes consideran que el próximo 8 de marzo puede ser una ocasión para promover otras actuaciones de alcance laboral, como pudiera ser una huelga en el sector de los cuidados, todavía no concretada. A fin de no entorpecer cualquier otra iniciativa de las distintas asociaciones feministas, se ha optado por seguir el calendario habitual, sin buscar alternativas a las fechas que la normativa prevé por defecto”, se indica desde el Gobierno. Ya había avisado Mendia que no había más alternativa que cambiar el 8 de marzo por el 19 de marzo (San José, día del padre) o el 25 de julio (Santiago, patrón de España).

Entiende la parte socialista del Gobierno que, “de esta forma, se da tiempo a Emakunde a culminar el proceso de reflexión encomendado por el Parlamento”, que votó a favor de crear una festividad feminista en Euskadi. Trabajo y Empleo cita que Emakunde ha asumido que el “proceso” para determinar ese calendario es “ncompleto, vivo y, por supuesto, ampliable, recomendando un trabajo futuro de investigación histórica sobre la genealogía vasca”.

El calendario tiene, por lo demás, los festivos habituales religiosos y comunes para toda España. Precisa el Gobierno autonómico que “a estas jornadas hay que añadir dos festivos más que corresponde decretar a ayuntamientos y diputaciones”. Esos días se reservan, por ejemplo, para fiestas locales como San Prudencio en Álava y San Ignacio para Bizkaia y Gipuzkoa.

En rueda de prensa, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha indicado que “ha sido la propia vicelehendakari” la que ha decidido no continuar con su propuesta. Ha añadido que “no ha habido tensión alguna” entre los socios de su gabinete y que será en 2025 cuando cristalice el debate de Emakunde para tener una efeméride feminista como jornada no laborable. “Se hará de una manera consensuada”, ha manifestado Urkullu a preguntas de los periodistas.