Contratos ‘retocados’ con menos horas cotizadas, la estrategia empresarial para no pagar el salario mínimo

El nuevo salario mínimo interprofesional es de obligado cumplimiento y establece que las empresas deben abonar a sus trabajadores un sueldo de 900 euros en 14 pagas.

Sin embargo los sindicatos denuncian que sigue habiendo empresas que se ‘resisten’ a aplicar la subida. Mantienen conflictos abiertos en el sector servicios en la región, especialmente con empresas de limpieza y comercio.

Se suma el campo, donde la aplicación del salario mínimo para los 65.000 trabajadores sigue pendiente después de que los sindicatos y las OPAS hayan cerrado sin acuerdo las reuniones sobre el convenio colectivo.

El retoque de contratos

La subida del salario mínimo se ha dejado notar en Extremadura, con los sueldos más bajos del país. Antes del 1 de enero la media del conjunto de empleados de la región estaba por debajo de esa cantidad, en 875 euros, con una brecha de hasta 200 euros frente a la media nacional.

El sindicato CCOO Extremadura denuncia que en la actualidad hay empresas que ‘retocan’ los contratos de sus trabajadores, especialmente en el sector servicios y el comercio, para seguir pagándoles por debajo del salario. Han comenzado a cotizar menos de ocho horas diarias con el objetivo de que el sueldo ‘cuadre’ al antojo del empresario, algo que resulta completamente ilegal.

“Cuando no se aplica el salario la empresa comete un fraude, no está cotizando a la Hacienda Pública y la Seguridad Social de manera correcta, lo que va en detrimento de los intereses de la propia región”.

Así lo señala desde Comisiones Obreras Alberto Franco, que advierte que no es lo mismo cotizar por 900 que por 800 euros. Se trata de situaciones que ya han sido transmitidas a la inspección de trabajo, que debe tomarlas en cuenta y perseguir el fraude.

Más prácticas

UGT apunta a otra de las prácticas de ‘moda’ tras la entrada en vigor del nuevo salario mínimo. Consiste en intentar absorber cualquier complemento extra salarial para amortizar la subida. En este caso la práctica no es ilegal.

Se trata de todos los pluses y complementos que ahora se integran en el salario. Si antes se tenía un salario de 600 euros, más 300 de complementos, dicho complemento desaparece por ‘arte de magia’.

Explica que también hay empresas que intentan privar a los trabajadores de la antigüedad y situar a los más veteranos al mismo nivel retributivo que los nuevos, para así amortizar la subida.

El salario mínimo es obligatorio

Ricardo Salaya, de UGT, se muestra convencido de que la justicia obligará a imponer los 900 euros a todas aquellas las empresas que se resistan, “de eso no cabe la menor duda”. “Pero veremos una masa de trabajadores eventuales, que ya han estado trabajando a un precio menor, y que es posible que no vayan a reclamar a las empresas el salario que tienen pendiente”.

En este sentido CCOO subraya que no van a consentir que las empresas se nieguen a pagar algo que está aprobado por ley. “Bastante tiempo han estado manteniendo a los trabajadores con 700 euros, con años en los que el salario no subía, o lo hacía dos euros”.

“Hemos estado hablando con la inspección de trabajo y les hemos recordado que hay un decreto ley que regula desde el 1 de enero el nuevo salario mínimo. Les invitamos a que pidan las nóminas, que vayan a las empresas. Ante un incumplimiento la inspección deberá de actuar en consecuencia e imponer una sanción”.