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Extremadura constató seis casos de acoso escolar el curso pasado

Extremadura constató seis casos de acoso escolar el curso pasado

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Extremadura registró 10.902 conductas gravemente perjudiciales para la convivencia, como injurias y ofensas, durante el curso educativo 2020-2021, en el que se produjeron seis casos constatados de acoso escolar, uno más que el curso anterior y 29 menos que el de 2018-2019 cuando hubo 35.

Estos son algunos de los datos más significativos del informe sobre convivencia escolar del pasado curso, realizado por la Inspección Educativa en 712 centros de las etapas previas a la universidad y que ha sido analizado en el Pleno del Observatorio de Convivencia Escolar de Extremadura celebrado de forma telemática.

La consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez, ha detallado que de los seis casos constatados como de acoso escolar, cuatro considerados acoso tradicional se produjeron en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y dos de ciberacoso (uno mixto con acoso tradicional), de los que uno ocurrió Educación Primaria y otro en ESO.

A partes iguales entre niños y niñas, todas las agresiones se produjeron entre compañeros y las agresiones principales consistieron en insultos, agresiones verbales y físicas, y la exclusión del estudiante acosado.

La consejera de Educación ha precisado que durante el pasado curso se contabilizaron 46 denuncias por posibles casos de acoso escolar, nueve menos que el curso 19-20 y 77 menos que el curso 18-19. En el 50 % de los casos han partido de la propia víctima, que lo ha comunicado a su centro educativo, el 33 % de la familia y el 17 % de los Servicios Sociales de un ayuntamiento.

El informe refleja además que 28.380 estudiantes han estado implicados el pasado curso en 57.894 conductas contrarias a las normas de convivencia, fundamentalmente perturbar el normal funcionamiento de las clases (30 %) o actuaciones incorrectas hacia algún miembro de la comunidad educativa (32 %).

Estas conductas suponen 5.209 más que el curso anterior (marcado por la pandemia), pero 15.236 menos que el 18-19, llevadas a cabo por 38.378 y 34.051 alumnos, respectivamente.

Como en cursos anteriores, en ESO se producen más incidentes contrarios a la convivencia y de manera mayoritaria en las clases (84 %) frente al recreo (6 %). Al igual que el curso anterior, la medida correctiva más utilizada es el apercibimiento, bien oral (27 %) o bien por escrito (56 %).

Igualmente, hubo 6.670 estudiantes implicados en 10.902 conductas gravemente perjudiciales para la convivencia, como injurias y ofensas contra un miembro de la comunidad educativa (28 %), seguida de actuaciones perjudiciales para la salud y la integridad, o incitación a esto (16 %) de manera mayoritaria. En el curso anterior hubo 5.767 conductas de este tipo y en el 18-19, 8.930, llevadas a cabo por 4.135 y 6.120 alumnos, respectivamente.

La corrección más habitual contra estas conductas fue la suspensión del derecho de asistencia al centro entre 4 y 30 días, y estas conductas gravemente perjudiciales tuvieron lugar mayoritariamente en clase (68 %), seguidas de en los recreos (12 %).

En este contexto, Esther Gutiérrez ha destacado el buen funcionamiento de los programas encaminados a prevenir los casos de acoso escolar desde las aulas, como el de “Ayuda entre iguales. Alumnado Acompañante”, que el curso pasado contó con la participación de 224 centros educativos y la implicación de 2.845 estudiantes y 1.439 docentes.

El programa consiste en formar a estudiantes dentro del centro, creando equipos de convivencia que sirven de ayuda o apoyo para los compañeros o compañeras que pueden estar sufriendo acoso, exclusión o que están en situación de riesgo de poder sufrirlo.

También ha mencionado el “Foro Nativos Digitales”, que el curso pasado contó con 386 participaciones de centros educativos en alguna de las líneas de trabajo, dirigido a fomentar un uso responsable y seguro de las TIC y que trata contenidos como el ciberbullying, el lenguaje sexista o las comunidades peligrosas en línea, entre otros.

Además, la Consejería de Educación y Empleo está colaborando con el Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar, sigue reforzando los planes de convivencia de los centros educativos, organizando actividades de concienciación en esta materia, así como promoviendo “las habilidades sociales en espacios de convivencia, junto al desarrollo de las competencias emocionales”.

“Estas son las líneas en las que estamos trabajando y creemos que este es el camino para poder ir concienciando y, poco a poco, eliminando este tipo de conductas anómalas en nuestros centros educativos”, ha subrayado la consejera.

Preguntada por la figura del futuro coordinador de bienestar en los centros educativos, que comenzará a funcionar desde el curso 2022-2023, ha explicado que en estos momentos se está elaborando la instrucción de esta figura que estará a disposición de los centros educativos en este segundo trimestre de curso.

En esta instrucción se clarificarán cuáles son los perfiles que pueden desempeñar dicha figura, ya que hay “distintos profesionales” en los centros educativos que pueden abordar esta tarea y serán los propios centros educativos los que decidan, en función de sus recursos humanos, quién ocupará esa figura. 

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