Fructuoso, el agricultor represaliado por el franquismo en Orduña, será reinhumado este sábado en Fuente del Maestre
La localidad pacense de Fuente del Maestre (Badajoz) acogerá este sábado un acto cívico de homenaje a Fructuoso Llorens Tolesano, fallecido en la prisión franquista de Orduña (Vizcaya) en 1941, antes de que su cuerpo sea reinhumado en el cementerio municipal.
En el acto, organizado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (Armhex), con la colaboración del Ayuntamiento de Fuente del Maestre, estará presente la única hija que le sobrevive, Juana Llorens García, de 94 años, cuya muestra de ADN ha sido primordial en el proceso de identificación.
Juana, la segunda de cuatro hermanas, tenía diez años cuando se llevaron a su padre, natural de Fuente del Maestre, y desde entonces nadie de la familia ha tenido conocimiento de su existencia y paradero. “Ahora, 84 años después, Juana vive emocionada a la espera del feliz reencuentro con los restos de su padre, habiendo manifestado a sus seres más queridos el expreso deseo de descansar, algún día y para siempre, junto a él”, ha indicado la asociación.
Llorens Tolesano, campesino de filiación socialista, fue encarcelado por la dictadura franquista por sus ideas políticas, según la Armhex. Después de pasar por varias instituciones penitenciarias en Extremadura (Mérida y Castuera), fue trasladado a la Prisión Central de Orduña (Vizcaya) para cumplir una pena de treinta años de reclusión. Allí le sobrevino su fallecimiento, el 6 de abril de 1941, y fue enterrado en el cementerio de ese municipio vasco, según consta en el Libro de Defunciones del Registro Civil de Orduña.
De acuerdo a ese documento, Fructuoso falleció oficialmente de “endocarditis”, es decir, de “una infección bacteriana múltiple, una manera eufemística de decir que falleció, al igual que tantos presos de la cárcel, de hambre, frío, hacinamiento, humillaciones y condiciones de esclavitud”, según la asociación.
Entre los primeros restos exhumados de las personas represaliadas en aquella prisión a los que se ha conseguido poner nombre, gracias a una prueba genética, están los de Llorens Tolesano.
Sus restos fueron entregados el pasado 29 de julio por el Ayuntamiento de Orduña en una ceremonia civil que tuvo lugar en el Columbario de la Dignidad, un espacio junto al cementerio de Orduña, con la más alta representación institucional del Gobierno Vasco.
“Un gesto necesario de justicia, reparación y solidaridad para con las familias de las víctimas y con el que se pretendía el reconocimiento y homenaje de quienes perdieron la vida por defender la libertad frente al fascismo que crecía en Europa”, según la asociación.
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