El perro antidroga de Plasencia propicia 177 denuncias por tenencia o consumo
La actuación del perro antidroga de la Policía Local de Plasencia (Cáceres) en el año 2015 ha propiciado un total de 177 denuncias por tenencia o consumo en la vía pública de sustancias estupefacientes, de las que 12 corresponden a menores de edad.
El intendente de la Policía Local placentina, Enrique Cenalmor, ha señalado que la unidad canina, acompañada por otros efectivos, especialmente los agentes “tutores” consiguió solucionar el trapicheo que había en el entorno de los centros educativos y el consumo, incluso, antes de entrar a clase y en el recreo.
A partir de aquí, la actuación de la Policía Local se ha trasladado al siguiente escalón que estaba programado, como son los parques públicos y puntos específicos de la ciudad donde se detectaba la presencia de sustancias estupefacientes, así como el consumo en las vías públicas.
Fruto de este trabajo, en el año 2015 se han denunciado a un total de 177 personas por tenencia o consumo en la vía pública de drogas o sustancias estupefacientes, sanciones que se castigan con una multa de 601 euros. Asimismo, el perro, que atiende al nombre de “Llimi”, ha localizado cuarenta sustancias que fueron arrojadas al suelo por sus propietarios al percatarse de la presencia del animal. En estos casos, al desconocer quien lo arrojó, no se puede denunciar, “pero al menos se quedaron sin la droga”, ha subrayado Cenalmor.
De las 177 personas denunciadas, 12 son menores de edad, 105 tienen edades comprendidas entre los 18 y 30 años y 60 cuentan con más de 31 años. “En el caso de los menores estamos muy contentos y satisfechos, porque vemos que funciona muy bien la prevención, ya que hemos tenido el 50% menos de denuncias que el pasado año”, ha destacado el mando policial. A su juicio, esto es debido a que los jóvenes conocen la gran eficacia del guía y de Llimi y ya no se arriesgan a ser detectados, ya que en este caso, la Policía Local comunica a sus padres que su hijo estaba consumiendo o en posesión de droga. Además, muchos jóvenes, al verse en el dilema de tener que pasarles el perro, entregan la sustancia que llevan de manera voluntaria, ha agregado Cenalmor. Las sustancias más habituales en Plasencia, que no difieren del resto de poblaciones extremeñas, son la marihuana, el hachís y la cocaína.