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Opinión

Matilde Landa, la Tosca extremeña

Landa, hacia 1922 / Asociación Matilde Landa

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Scarpia, el personaje de Tosca, de Puccini, representa la crueldad : tirano, maltratador, violador, asesino, sádico, siniestro. Ni Dios ni el Diablo representan obstáculos para sus propósitos: yacer con Tosca , la soprano amante del pintor Mario Cavaradossi. “Nunca le he hecho mal a nadie. Con manos furtivas cuántas miserias he conocido, he socorrido”.

Tosca es creyente y eleva su súplica a Dios cuando Scarpia le promete que salvará a su amado si le entrega su cuerpo: “Por qué, señor, por qué me pagas de esta manera”. Cavaradossi , condenado a muerte por republicano, espera su ejecución en una mazmorra del palacio. “Uno, a la horca; la otra, en mis brazos” , se jacta Scarpia.

Patio de la prisión de Palma de Mallorca .Es un 26 de septiembre de 1942 , tibia mañana de otoño. El obispo José Miralles Sbert esboza una sonrisa punzante sobre su orondo cuerpo. Se propone bautizar a Matilde Landa , atea , comunista, defensora de la República, protofeminista en una época oscura , licenciada en Ciencias Naturales, militante del batallón femenino del V Regimiento, destacada dirigente de Socorro Rojo Internacional y condenada a muerte en un consejo de guerra “por adhesión a la rebelión ”, dijeron ellos, los golpistas .

Miralles Sbert sabe mucho de bautizos y bendiciones. En 1936 bendijo aviones comprados por Franco a los fascistas italianos. Si Scarpia es el esbirro de Fernando I de las dos Sicilias, el borbón español que abolió la República romana por deseo de su mujer, Maria Carolina de Austria, enemiga declarada de republicanos y jacobinos, el obispo Miralles lo es de Franco.

Nacida en Badajoz, en una familia librepensadora, Matilde no fue bautizada. Mujer culta e inteligente, siempre dispuesta a ayudar, destacó donde estuvo y fue referente de las presas . Conmutada su pena de muerte por 30 años de prisión, creó la “galería de penadas” para ayudar a las compañeras en sus últimos momentos.

Scarpia chantajea a Tosca con la vida de su amado y el obispo y los secuaces del régimen lo hacen cruelmente con Matilde: conversión al catolicismo o los hijos de las reclusas se quedarán sin leche.Ella lo recuerda en una carta dirigida a su hija Carmen :“ No puedo ver, sin llorar, los rostros de esos niños a los que amenazan con dejar sin leche si yo no me convierto ”. Para que esos niños sigan alimentándose ella deberá bautizarse en una ceremonia pública, renunciando a sus principios. Durante meses ha sido presionada y acosada y comienza a mostrar síntomas de debilidad.

En el palacio Farnese Tosca también parece sucumbir a las presiones y se doblega a Scarpia para así poder liberar a Cavaradossi. “¡Tosca, finalmente mía!”, proclama excitado el tirano. Esa misma sensación se vive en Madrid, en Palma de Mallorca, en la redacción del seminario Redención, donde se frotan las manos imaginando la portada: una fotografía de Matilde Landa bautizándose y un titular: repudia su ideología comunista la mujer que tras la toma de Madrid era la máxima autoridad del PCE clandestino.

En el palacio Farnese Scarpia ha engañado a Tosca y Mario Cavaradossi será fusilado. En la prisión de Palma, Matilde sigue relatando a su hija las que serán sus últimas horas: “Se va haciendo tarde...oigo ruidos de verjas que se abren... espero que te acuerdes de mí, a pesar de lo que voy a hacer”.

En su gabinete del palacio , Scarpia firma el salvoconducto para que Tosca y Mario queden libres y puedan abandonar la prisión. Scarpia , henchido sexualmente, se aproxima a ella con los brazos abiertos para estrecharla. En el patio de la prisión de Palma de Mallorca todo está preparado para otro abrazo: el de Matilde al catolicismo. La comunista, la atea, renegará de su pasado. Las autoridades sonríen. Será un magnífico acto de propaganda para el régimen. Pero Matilde se mantiene fiel a sus principios: “No puedo, no puedo aceptarlo. Sería como prostituirme”.

Scarpia se ve triunfador y abre los brazos para estrechar por fin a Tosca. Ella ha ocultado un cuchillo que le clava en el pecho. Huye. Perseguida por los esbirros se arroja al vacío gritando: “¡Scarpia, nos veremos en el cielo!”.

En la prisión Can Sales faltan pocos minutos para la ceremonia bautismal y ese preciso instante Matilde asume el último acto de su vida, y antes de que se produzca el abrazo facineroso lanza su puñalada contra el vientre de su enemigo arrojándose al vacío desde la barandilla de su galería... “Y las celdas sintieron el vértigo de su salto mortal. No pudieron colgar de tu pecho ni crucifijos ni sotanas”, canta Barricada.

Matilde estuvo agonizante durante una hora y los miserables que esperaban su conversión le administraron inmisericorde el bautizo in artículo mortis .Después, difundieron que había fallecido tras caer al vacío por sufrir un ataque epiléptico.

Vittorio Vidali, el comandante “Carlos” , del V Regimiento , llegó a decir que si tuviera que elegir dos personajes de la guerra civil española se quedaría con Antonio Machado y Matilde Landa. El grupo Barricada le dedicó una canción, Miguel Hernández el poema “A Matilde ”, Natxa Pomar un proyecto artístico, Manuel Cañada un libro...Su nombre sale de las catacumbas y también en Extremadura, su tierra, comienza a ser conocida. Un 26 de septiembre de 1942 Matilde Landa, símbolo de la lucha antifascista, decidió terminar con su vida antes que doblegarse al franquismo.

Tosca, católica, y Matilde, atea, tenían un nexo. Por amor una y por ideales otra no sucumbieron al chantaje, aunque les fuera la vida en ello.

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