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La Deputación de Pontevedra se aleja de las mujeres: cuando el PP vacía de contenido un referente en igualdad

El presidente de la Deputación de Pontevedra, Luis López, el pasado 1 de febrero en la entrega de los VIII Premios Sofía Novoa. Su gobierno ha decidido que dejen de llevar el nombre de la profesora y musicóloga

Luís Pardo

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Si nos encargasen encontrar instituciones pioneras en políticas de igualdad, seguramente no empezaríamos a buscar entre las diputaciones provinciales. Sin embargo, en sus últimos dos mandatos, la de Pontevedra se había convertido en un referente estatal en este ámbito, hasta que la vuelta del PP al ente ha provocado un golpe de timón. Tras ocho meses de gobierno popular no sólo se echan en falta nuevas medidas, sino que oposición y asociaciones de mujeres denuncian que se está borrando el trabajo de los ocho años previos. El nuevo titular, Luis López, niega “revisionismos” al tiempo que defiende una visión propia “sin fronteras ideológicas”. Por traducir: se acabaron las reivindicaciones combativas, bienvenidas al tiempo de las políticas “cómplices y amplias”.

En 2015, el acceso a la presidencia de la socialista Carmela Silva, encabezando un bipartito PSOE–BNG, dio un giro feminista a un ente que, en cuarenta años de democracia, nunca había gobernado la izquierda. El nombre de la Deputación estaba asociado hasta entonces, sobre todo, a las políticas caciquiles, y en los últimos años a la particular obsesión de su titular de infestar la provincia con campos de hierba artificial. La combinación de estos dos factores acabaría provocando la condena e inhabilitación del predecesor de Silva, el popular Rafael Louzán, actual presidente de la Federación Galega de Fútbol.

El área de Igualdade, que no existía con Louzán, fue una creación directa de la socialista, mano derecha del alcalde de Vigo, Abel Caballero. La convirtió en una bandera, en una seña de identidad, con la puesta en marcha de más de un centenar de programas. En su último ejercicio al frente, el de 2023, Igualdade tenía una asignación económica de 2.125.277 euros. En el actual, la partida cae casi medio millón de euros, y se queda en 1.658.848. Eso significa 300.000 euros menos para las asociaciones de mujeres y un recorte de más de 100.000 a las iniciativas de lucha contra violencia machista.

En términos de porcentaje, y teniendo en cuenta que el presupuesto total del ente pasó este año de los 181 a los 189 millones de euros, el descenso es de casi tres décimas, del 1,17 al 0,88% del total o, lo que es lo mismo, una cuarta parte por debajo de lo que le dedicaba el ejecutivo anterior.

“No es un tijeretazo, es un hachazo ideológico”, afirmó el portavoz socialista en el pleno en el que se aprobaron las cuentas. Y lo hizo porque, tal y como puso sobre la mesa, el recorte no es sólo monetario, hay toda una desfeminización de la actividad, una vuelta a invisibilizar a las mujeres que la institución había comenzado a sacar a la luz.

Para muestra, un botón de esos que no cuestan dinero: los Premios Sofia Novoa Ortiz que reconocían la inclusión y la perspectiva de género en los trabajos universitarios han pasado a ser, simplemente, los Premios a los Trabajos Fin de Máster o Fin de Grado. Una medida que, por innecesaria, se ha convertido en el símbolo de una forma de actuar. Ya lo dijo, también en sesión plenaria, Sandra Bastos, la nueva responsable del área, compartida ahora con Familia y Reto Demográfico: “No cogeremos la igualdad como nuestra bandera porque no es de nadie, sino de todas y todos”.

De la censura a la desaparición

La primera gran polémica en el área de Igualdade surgió dentro del programa Aquí faltan páxinas, “una colección de relatos sonoros donde se narran episodios fundamentales de nuestra historia protagonizados por mujeres gallegas extraordinarias que no siempre aparecen en los libros”. Tras las elecciones del 18F se supo que el gobierno de la Deputación había eliminado del programa a cuatro ponentes de la órbita del nacionalismo alegando “un cambio en los criterios técnicos”.

El malestar llegó a tal punto que el ayuntamiento de Vigo convocó un pleno extraordinario exclusivamente para rechazar el “caciquismo” y la “censura por causas ideológicas”. “Aquí no hace falta que esté la ultraderecha, aquí ese trabajo ya lo hace directamente el PP”, esgrimió Laura Iglesias, portavoz socialista de Igualdade tanto en el Concello como en la Deputación.

Pero meses antes, desde el mismo cambio de gobierno, ya habían comenzado a caer iniciativas. Una de las primeras fue la titulada 365 días–365 mulleres. Nacida en 2021, con ella se pretendía, a un ritmo de una por día, “visibilizar la huella que las mujeres han dejado a lo largo de la historia”. Aunque en la web de la Deputación todavía figura la campaña 2023–2024, la última incorporación es la correspondiente al 30 de junio del año pasado: la de la actriz María Vázquez, la protagonista de Matria. Desde entonces, el calendario permanece parado.

En el campo teórico y de formación, el buque insignia era la Escola de Igualdade María Vinyals, dirigida a “personal técnico de la Administración local, las y los profesionales que trabajan en la lucha contra la violencia machista y las mujeres electas que desarrollan su labor en la provincia de Pontevedra”. Tenía su sede en el Castelo de Soutomaior, ese espacio simbólico donde los populares volvieron a dar el pistoletazo de salida al curso político, después de que durante los ocho años de gobierno PSOE–BNG les prohibiesen utilizarlo para actos partidistas. Esta escuela, pionera en Galicia, lleva meses sin actividad.

Entres sus frutos destacaba un programa destinado a la formación en igualdad de los más jóvenes en los centros educativos de la provincia. Una iniciativa “única en el Estado” que convirtió a la Deputación “en la primera institución en ofertar formación sistematizada y prolongada a la juventud en materia de igualdad”, presumía entonces Silva. Su título, Canteira de Igualdade. Tras dos ediciones, también duerme el sueño de los justos.

La estrella de la programación contra la violencia machista era Mulleres en Acción. Violencia Zero. Después de que sus responsables presentasen hasta tres propuestas para este año, finalmente fue cancelado. Este “proyecto de acción artística” intervenía desde 2015 en “el espacio público” para “reivindicar la igualdad de género, concienciar a la población del problema de la violencia machista y, sobre todo, para tratar de unir fuerzas para luchar contra esta lacra presente en la sociedad”. En ese tiempo, llegó a los 59 concellos de la provincia con menos de 50.000 habitantes y contó con la participación de más de un centenar de mujeres artistas.

El mismo destino ha sufrido Descúbreas, “programa de apoyo y puesta en marcha de propuestas musicales de mujeres jóvenes de entre 16 y 35 años de la provincia de Pontevedra, en colaboración con profesionales del sector, escuelas y productoras”. A la clausura de la última edición todavía acudió la que era la responsable de Cultura con el PP, la entonces vicepresidenta –hoy dimitida– Marta Fernández–Tapias.

La lista se hace eterna: el convenio con la Universidade de Vigo para la Cátedra de Feminismo 4.0, Mulleres no Foco –la gala de las mujeres del audiovisual–, Cinema Mulleres, el ciclo de Cómicas... iniciativas de las que, tras ocho meses de gobierno popular y a punto de cumplir el primer trimestre de 2024 sigue sin saberse nada, aunque prácticamente todas permanecen en la web del ente. Sin ofrecer detalles concretos, fuentes de la Deputación aseguran que se está trabajando con una “hoja de ruta propia” en este campo, donde “no se va a demoler nada”.

Y llegó el 8M...

El perfil bajo se nota también en las fechas señaladas, a las que no se puede dar la espalda pero sí descafeinar en lo posible. Sucedió con el 25N, el día de la eliminación de la violencia contra las mujeres y en Navidad, cuando desapareció la campaña de promoción del juguete igualitario y no violento.

Ahora, llega el 8 de marzo –sin que el último pleno, el de finales de febrero, incluyese la habitual declaración institucional– y la Deputación lo afronta bajo un lema que parece pensado para responder a las críticas: “Seguimos con todas e para todas”. Bajo él se engloba una veintena de actividades, la mayoría heredadas o pertenecientes a la programación del Museo Provincial –dependiente de la Deputación–, mientras que en las nuevas se presume “de llegar a ámbitos a los que antes no se llegaba”.

Sin embargo, a una semana del 8M, el presidente –él y no la diputada de Igualdade– presentó la principal novedad y, seguramente, la primera del mandato en este ámbito: un premio de buenas prácticas a la mejor iniciativa social, cultural, deportiva y educativa, respectivamente. En su comparecencia –que coincidió con el pleno en Vigo de rechazo a la censura– López insistió: no habrá “ni un paso atrás” en igualdad pero se van “a abrir las puertas para que mucha más gente se implique”.

“No somos revisionistas”, repitió, antes de puntualizar: “No vamos a renunciar a una visión de la igualdad amplia, abierta y cómplice y como un espacio de encuentro en el que todos cabemos sin fronteras ideológicas”. Y, como si quisiese aclarar aquello dicho por Bastos, zanjó: “No vamos a convertir la igualdad en una trifulca política, queremos convertirla en un espacio donde se reflejen todas las visiones y puntos de vista porque son muchos”.

Peligrosas supervivientes

Unos días antes, el presidente participaba en la presentación de uno de los programas que sí ha sobrevivido, As mulleres que opinan son perigosas. Nacido como reacción a un encuentro de columnistas formado sólo por hombres, esta iniciativa impulsada por dos periodistas pontevedresas –Susana Pedreira y Diana López Varela– celebrará su séptima edición los días 15 y 16 de marzo. Este año, se anunció apenas con dos semanas de margen, y por eso fue acogido con alivio en redes sociales, ya que también se temía por su continuidad. El porqué este evento, financiado a medias por el ayuntamiento (gobernado por el BNG) y la Deputación, no ha seguido el camino de tantos otros puede deducirse de las palabras de López en esa rueda de prensa, recogidas así en la web del ente: “En este sentido, el presidente también quiso dejar claro que esta iniciativa promovida por dos periodistas locales 'es de las participantes y del público, no de ningún cargo político que se nutra del trabajo ajeno para engrandecer su figura'. E insistió en que el papel de la Deputación en este foro 'se ciñe a apoyaros'”.

De estas palabras se puede deducir que lo que garantiza el apoyo de la Deputación a As mulleres que opinan es, precisamente, que no fue una creación del gobierno anterior. Sea así o no, donde en 2023 estuvieron Sindy Takanashi o Rosa María Calaf, este año se sentarán Olga Viza o Lucía Méndez. El peligro parece conjurado.

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