La Xunta cifra en dos tercios el número de bajas médicas injustificadas y anuncia un plan de vigilancia para erradicarlas

El plan especial de inspección de bajas con el que la Xunta trata de “frenar” unas cifras de absentismo laboral “en muchos casos alarmantes”, según el presidente Alfonso Rueda, ha dado como resultado que dos tercios de las 20.000 personas citadas por la inspección entre junio y diciembre fueron dadas de alta, debido a que su incapacidad temporal “no estaba justificada”. Las medidas, implantadas de forma extraordinaria en las tres áreas sanitarias con mayor índice de bajas durante 2023 —Ferrol, Lugo y Santiago— se extenderá ahora a toda Galicia.

El conselleiro de Sanidade presentó en el Consello de la Xunta de este lunes el informe de mejora de la gestión y del control de los procesos de incapacidad temporal. Su principal conclusión, que “mejorando los mecanismos de seguimiento es posible aminorar el número y la duración de los procesos de incapacidad temporal” y hacerlo “con plenas garantías de asistencia para los afectados”, según Antonio Gómez Caamaño.

Sanidade creó una unidad de apoyo para ayudar a los servicios de inspección en las tres áreas que funcionaron como experiencia piloto. Por un lado, estos equipos entrevistaron a los médicos y les ofrecieron formación continuada en la normativa y la gestión de los procesos de incapacidad, su duración o las pruebas complementarias; por otro, “controlaron” las bajas en curso a través de citas con los pacientes. Como resultado, comprobaron que estaban justificadas el 61% de las incapacidades temporales en Ferrol y Lugo mientras que en Santiago el número caía hasta el 44%. En total, 13.684 de los 20.254 pacientes contactados recibieron el alta, un 67,56% del total.

Tanto Rueda como Caamaño evitaron cargar contra los pacientes. El conselleiro se centró en la necesidad de conseguir que la gestión de las bajas fuese más “eficiente”: “Para los pacientes, para los facultativos y para el sistema, que es el que paga”. Para eso se busca acortar tiempos de respuesta, reducir trámites burocráticos o “apoyar la labor de los médicos que prescirben la incapacidad temporal”.

Entre esas medidas, Caamaño destacó la inclusión en la historia clínica del paciente del Servicio Galego de Saúde de los exámenes médicos que realizan las mutuas o fijar de forma automática la siguiente cita en cada parte de baja, lo que evita que haya que pedirla de nuevo y se prolongue así de forma “innecesaria”. Los pacientes oncológicos, por su parte, pueden obtener los partes directamente por la app e-saude.

Desde este mes de enero, el objetivo es que los servicios de admisión de los hospitales emitan ya los partes de baja para cirugías programadas, lo que evitará acudir al médico de cabecera. Además, se crearán unidades asistenciales para controlar procesos como los derivados de patologías músculo-esqueléticas o de psiquiatría menor, que son los que provocan la mayor parte de las incapacidades temporales. Se integrarán además en el sistema los partes específicos de Muface.