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Una empresa multiplicó sus contratos con la Xunta en pandemia tras fichar al marido de la número dos del PP gallego

El líder del PP gallego, Alfonso Rueda, junto a la secretaria general del partido, Paula Prado, tras el 18F.

elDiario.es Galicia

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La empresa Allwork Vestuario Laboral, con sede en Santiago de Compostela, multiplicó su facturación con la Xunta de Galicia y entes dependientes de esta con el inicio de la pandemia y justo después de que entrase como socio un empresario llamado Francisco Antonio Otero Illodo, que es el marido de la actual número dos del PP gallego, Paula Prado, según publica el diario El Salto. Antes de 2020 no se registró apenas actividad de la compañía con la administración pública gallega -aparece un contrato de 182 euros con Augas de Galicia en 2019-, pero en los tres años siguientes aparecen 38 contratos menores, es decir, a dedo, por un importe total de 145.975,72 euros. El objeto es, en la mayoría de los casos, el suministro de equipos de protección individual (EPI). El 13 de marzo de 2020, la víspera de que se decretase en España el estado de alarma, había entrado como socio, con el 50%, Otero Illodo.

La información está elaborada con el análisis de cientos de miles de contratos de organismos públicos dependientes de la Xunta y del propio Gobierno gallego. Esta pequeña firma compostelana es la adjudicataria de decenas de licitaciones de la Axencia Galega da Calidade Alimentaria, la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader), la Axencia Turismo de Galicia, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, la Consellería do Medio Rural, la Empresa Pública de Servizos Agrarios Galegos (Seaga), el ente público empresarial Augas de Galicia, la Fundación Pública Instituto Galego de Oftalmoloxía y la Secretaría Xeral de Política Lingüística.

Los contratos citan en general la venta de EPI y otro tipo de vestuario -esa, la venta de vestuario y artículos de protección laboral, es la actividad original de la empresa-, pero también algún material de tipo médico no especificado. En 11 contratos, que suman casi 23.500 euros, no se detallan los conceptos y reflejan simplemente “otras prestaciones por factura”.

El Salto cita la respuesta dada por Paula Prado sobre los contratos de la empresa participada por su marido con la Xunta. Sostiene que “en ningún caso” su posición “favoreció estas contrataciones”. “Quiero lamentar que se ponga en entredicho mi honestidad y la de mi familia con el único objetivo de hacer daño (...) La empresa que menciona es proveedora desde su creación de todo tipo de clientes: fundamentalmente de firmas privadas y, en menor medida, de administraciones públicas de muy distinto signo político”. Además, Prado asegura que los contratos públicos logrados por Allwork también han crecido con gobiernos locales de otros partidos con cifras similares desde que su marido entró en la empresa.

En estos años, la empresa incrementó también sus beneficios. Según los datos que constan en el Registro Mercantil, cerró 2019 con unas ganancias de 66.277,30 euros. En 2020 comunicó 229.227,18 euros de beneficios. En un año, multiplicó por más de tres sus resultados. Ese primer año de pandemia, la empresa aumentó en casi 170.000 euros su gasto en sueldos, dietas y otras remuneraciones, aunque la plantilla solo creció en un trabajador.

El otro socio, que tiene el otro 50% de Allwork, es José María Regueiro Frey. Otero Illodo es el marido de Paula Prado, que en 2020 era diputada del PP en el Parlamento de Galicia, pero que en 2022, tras la marcha de Alberto Núñez Feijóo a Madrid, fue elegida secretaria general del partido en la comunidad. Es decir, sustituyó en el cargo al ahora portavoz del PP español en el Congreso, Miguel Tellado. Prado, veterana militante del partido, quedaba así restituida en la primera línea después de pasar años apartada del foco: tuvo que dimitir en 2014 del puesto que ocupaba como portavoz del PP, tras ser imputada por fraude y tráfico de influencias en la operación Pokémon, en una investigación que terminó archivada.No renunció, sin embargo, a su acta de diputada.

Entonces también el nombre de su marido apareció en las investigaciones judiciales. La imputación de Prado, de hecho, estaba relacionada con un supuesto intento de beneficiar a su marido.

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