La condena a la Xunta por el fallecimiento de un agente forestal eleva a una treintena las muertes por incendios en Galicia en tres décadas
La Xunta acaba de ser condenada por la muerte en 2015 de un agente forestal que sufrió un infarto cuando acudía en solitario a un incendio. El fallecido había sufrido ya un infarto previo y había solicitado en varias ocasiones, amparado por informes médicos que así lo recomendaban, su traslado a otras ocupaciones que no requiriesen estrés físico o psíquico, pero la Xunta lo había rechazado y ahora tendrá que indemnizar a la viuda del fallecido. “No se puede considerar”, dice la sentencia, que la Xunta “actuara de forma diligente en la protección de la salud de un trabajador que, finalmente, falleció de la cardiopatía que padecía con motivo de sus funciones” sometido “a situaciones de estrés y esfuerzo físico y exposición a gases y fuentes de altas temperaturas”.
Esa muerte que ahora un juzgado de lo Social de Lugo relaciona de manera directa con un incendio forestal, y que no es la primera por la que es condenada la Xunta, que ya lo fue por el fallecimiento de dos brigadistas en Fornelos de Montes (Pontevedra) en 2010, eleva al menos a una treintena las muertes vinculadas con los fuegos en las tres últimas décadas en Galicia. Así se extrae de un recuento elaborado por la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) tras la ola de incendios de octubre de 2017 que podría estar incompleto pero que es revelador del alcance del problema.
La recopilación de fallecimientos relacionados de uno u otro modo con los incendios forestales realizada por la SGHN comienza con el accidente de un hidroavión de extinción en el aeropuerto compostelano de Lavacolla en 1988 en el que fallecieron cuatro personas. Otros cinco pilotos han muerto desde entonces en otros tantos accidentes, al igual que en el listado también aparecen brigadistas no sólo fallecidos por el efecto directo del fuego sino también en accidentes sufridos en desplazamientos. Vecinos que realizaban quemas o que se vieron rodeados por incendios es otro de los perfiles que se repiten en el listado de la SGHN, que finalizaba con los cuatro fallecidos en la ola de incendios de 2017 para sumar un total hasta entonces de 27 muertes.
Ese listado no reflejaba el fallecimiento en 2015 del agente forestal por cuya muerte ahora es condenada la Xunta, por lo que otros casos similares pudieron quedar fuera de la recopilación de la SGHN. Desde entonces, además, al menos otras dos muertes podrían estar relacionadas con los incendios forestales. A comienzos del pasado mes de marzo un hombre de 89 años fue encontrado fallecido en un incendio forestal en Friol y, a finales de ese mismo mes, apareció quemada una persona en el interior de un vehículo en Toques en un suceso del que se investiga si el incendio forestal fue producido por el incendio del coche o a la inversa.
