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Vigo opta por parcelas y A Coruña por la vigilancia de la policía para controlar la distancia social en las playas desde el próximo lunes

Abel Caballero presenta el sistema de parcelación que se utilizará en las playas de Vigo este verano.

María Pampín

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Con la fase 2 llega el tiempo de playa. Galicia estrena el lunes las nuevas actividades que se permiten en este punto de la desescalada con una previsión de temperaturas altas y cielos despejados que invitan a los baños en el mar. Pero, ¿cómo se va a manterner la distancia de seguridad en los arenales? El Gobierno central publica hoy una guía con un marco de normas general dentro del que los ayuntamientos podrán tomar sus decisiones para garantir un aforo y unas condiciones sanitarias adecuadas.

En Galicia, A Coruña y Vigo ya han presentado los sistemas que emplearán para controlar que se cumplan las normas en sus playas urbanas. El Gobierno central deja en sus manos la posibilidad de limitar el acceso, el aforo, el tiempo de permanencia en los arenales y la entrada a los aparcamientos. La regla general indica que cada bañista deberá disponer de cuatro metros cuadrados para respetar los dos metros de separación entre cada persona y que la superficie útil de la playa se cuenta sin la orilla, es decir, sin seis metros desde el punto que alcance el agua en pleamar.

En Vigo, las playas urbanas de Samil y O Vao, con casi cuatro kilómetros entre las dos, contarán con un sistema de cintas y colores que permita marcar zonas en los arenales y mantener así la distancia social de dos metros. El color rojo delimitará parcelas de ocho por ocho metros en los que podrá estar hasta seis personas. Las entradas y salidas, en dirección única, estarán marcadas también en la cinta con color blanco y ellas guiarán hasta un pasillo que, en verde, indicará por donde se puede acceder a la orilla. Las playas más pequeñas del municipio tendrán su propio control visual por parte de la policía y los socorristas “ya que son más fáciles de vigilar”, como explicó el alcalde de la ciudad, Abel Caballero.

La división por áreas llegará también a las zonas verdes situadas junto a los arenales, de las que se eliminarán las mesas y bancos para evitar que se realicen comidas de grandes grupos, según indicó el regidor. Este sistema de cintas que se empleará en Vigo es similar al que presentó hace unas semanas la turística localidad de Sanxenxo (Pontevedra), que también dividirá las playas más próximas a la zona urbana con cuadrículas.

El Ayuntamiento de A Coruña, sin embargo, opta por reducir a una las entradas a las playas urbanas y hacer el control de la distancia y el aforo con agentes de Policía Local y las cámaras de seguridad situadas en el Paseo Marítimo. La población podrá informarse en tiempo real de la capacidad de las playas y las mareas a través de una aplicación, que aún no se ha presentado. La norma del Gobierno central establece que se podrán utilizar las duchas y aseos, pero por el momento, el consistorio ha prohibido su uso.

Otras zonas costeras de Galicia con gran afluencia de visitantes también se están preparando. El Ayuntamiento de Cangas prohibe con vallas desde hace días el acceso con coche a sus arenales y planea mantener esta restricción para quien no esté censado en el municipio o esté alojado en el mismo. Con el control de las playas como nueva responsabilidad para los municipios, la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) ya ha mostrado su preocupación porque, explican, no tienen medios ni personal suficiente para llevar a cabo esta tarea. La costa gallega cuenta con casi un millar de arenales que suman más de 1.200 kilómetros de extensión, entre los que los urbanos destacan por su mayor afluencia y la facilidad para controlar sus entradas, algo que se complica en otros arenales por su extensión y sus características.

Los ayuntamientos gallegos rechazaron ya esta semana aplicar el sistema de control por cita previa que proponía la Xunta de Galicia, como el que se usa en los Parques Naturales o en playa de As Catedrais. Alegan que deja fuera a las personas que no maneja nuevas tecnologías y que no hay personal para controlar los accesos. El presidente de la Xunta aseguró el pasado viernes que el uso de este sistema era solo “una propuesta” y que el 99,9% de las playas no precisarán limitar el aforo. Sin embargo, la Consellería de Medio Ambiente consideraba hace menos de una semana que el uso de un único sistema en toda la comunidad sería “extremadamente favorable” y “evitaría disparidades en la gestión de las playas que causen confusión entre los usuarios”.

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