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Un documento interno del Hospital de A Coruña reconoce que personal sin experiencia en críticos trabaja con pacientes graves

Parte de la fachada del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC). EFE/Cabalar/Archivo

Daniel Salgado

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La situación de los cuidados intensivos en el Hospital de A Coruña ofrece la otra cara del discurso oficial de la Xunta. Mientras su conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña, afirmaba la existencia de “motivos para ser optimistas” sobre la incidencia del coronavirus en Galicia, un correo interno del centro definía el momento como “terrible” y reconocía que personal “sin experiencia en críticos” se estaba ocupando de pacientes de cuidados intensivos.

El documento, al que ha tenido acceso elDiario.es, fue remitido a los médicos del Complejo Hospitalario Universitario coruñés (Chuac) este miércoles, 3 de febrero y en el se describe el duro trabajo al que se enfrentan. “Aunque comienzan a bajar mínimamente los contagios, la presión hospitalaria y sobre todo la presión de críticos sigue siendo alta”, señala, “por lo que en las próximas semanas tendremos que seguir con el plan actual de dedicar muchos recursos humanos a los críticos”.

Los últimos datos difundidos por el área sanitaria de A Coruña y Cee, correspondientes al 4 de febrero, aseguran que son 79 los pacientes en las unidades de cuidados intensivos del hospital público de A Coruña y 256 ingresados en planta. En él, a lo largo de las últimas cuatro jornadas han fallecido 22 personas. Para afrontar este incremento sin precedentes de enfermos de COVID -ni en la primera ni en la segunda ola de la epidemia se alcanzó tal nivel-, el centro ha habilitado quirófanos o zonas de reanimación en donde se atienden pacientes críticos.

Pero una unidad de cuidados intensivos necesita personal especializado. A ello se refiere el correo cuando menciona el “contingente humano” que se ha desplazado a uno de esos bloques de UCI improvisados, “muchos sin experiencia en críticos (enfermeras, técnicos, celadores, supervisoras farmaceútica, fisioterapeuta...)”. Son así los facultativos los que “han tenido el ánimo y la paciencia de enseñarles”, al tiempo que admite que la “entrega” de la plantillas “es de quitarse el sombrero”. Con este sobresfuerzo de los trabajadores y trabajadoras, esas camas han conseguido salir “adelante con escasos medios y pocos recursos” y han “ido mejorando”.

“En este momento tan terrible que estamos viviendo y de cambios trepidantes que hemos sufrido estos últimos días por la necesidad imperiosa de dar salida a los enfermos críticos”, dice el documento, “quiero agradeceros vuestra profesionalidad y generosidad sin límites”. Lo señala justo después de exponer que, debido a la carga asistencial, “los días de descanso serán mínimos o ninguno y por orden en cada hospital”. Además, el Chuac ha tenido que reordenar los turnos de guardia de médicos y enfermeras. El correo también informa de que hay nuevos respiradores de traslado y añade un enlace a un vídeo de 11 minutos en Youtube que explica su funcionamiento.

Las cuentas de Feijóo

Todavía este jueves, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, volvía a utilizar su peculiar sistema de contabilidad para afirmar que que Galicia es una de las cuatro comunidades españolas con menos presión en cuidados intensivos, según él del 31%. La cifra la obtiene al contar 785 camas UCI -incluye las de la sanidad privada, que no ha intervenido, y las que estaría en disposición de montar-, cuando en realidad son menos de 300 las activas en la actualidad. Así lo certificaba el Servizo Galego de Saúde (Sergas) el pasado 28 de enero a preguntas de elDiario.es: entonces había 193 pacientes en el 68% de las plazas disponibles.

En hospitales como el de Ferrol o el de A Coruña, la situación es límite, tal y como denuncian sindicatos y trabajadoras.

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