El PP intenta huir en Galicia de sus contradicciones con las preferentes
No habían pasado ni veinticuatro horas desde que el PP votara a favor -en Galicia- y en contra -en Madrid- de la proposición del BNG para eliminar las quitas a los ahorros de las personas estafadas con las preferentes y subordinadas cuando el asunto volvió al Parlamento gallego. Lo hizo de manera colateral, en medio de la reyerta en la que suelen convertirse desde hace un tiempo los plenos de la Cámara gallega. En diferentes momentos de la sesión los conservadores gallegos intentaron huir, con mayor o menor fortuna, de la contradicción en la que acababan de incurrir. El primero en intentarlo fue el presidente, en un terreno tan poco propicio para él como una sesión de control monopolizada por las cuestiones alrededor de su relación con el narcotraficante Marcial Dorado.
El portavoz del Bloque, Francisco Jorquera, inició su intervención poniendo ejemplos de lo que considera reiteradas “mentiras” del presidente. Para el nacionalista, Feijóo “miente” en el asunto de Dorado al igual que lo hizo “cuando aseguró que el futuro de Novagalicia Banco estaba blindado” o “cuando dijo estar en contra de la quita a los estafados por las preferentes y ayer -por el pasado martes- hicieron el paripé de votar aquí en contra de la quita y a favor en Madrid”. Fue en este punto cuando el líder de la derecha intentó justificar la duplicidad de discurso de su formación. El “paripé” no lo hizo el PP, sino el BNG, acusó, porque “trae a esta Cámara una cuestión sobre la que no tiene competencias esta Cámara para decidir”, afirma, obviando que la proposición de los nacionalistas era para ser remitida al Congreso en el caso de ser aprobada.
Del mismo modo, Feijóo teoriza también que el Bloque intenta hacerlo “responsable de los 230.000 preferentistas de Bankia” y también de los “catalanes que tienen atrapados” su dinero “en Caja Catalunya”. “Nosotros hablamos de Novagalicia Banco” y en cuyo caso, dice, las “posibilidades” de los preferentistas son “la vía judicial y el arbitraje”, la “mismo arbitraje” que “ustedes iban por los pueblos diciendo que no lo cogieran, que los iban a engañar”. En este contexto, el presidente destaca que Novagalicia Banco “tiene autorización para devolver los ahorros de aquellas personas que no habían tenido la información idónea y tengan menos de 10.000 euros atrapados” en preferentes, lo que significa que “en las próximas semanas más de 20.000 personas van a tener el 100% de sus ahorros en sus casas”.
Esto, augura, va a suceder mientras “el número de arbitrajes va a subir hasta alrededor de 300 diarios”. “Y sin elecciones!”, exclamó desde su escaño el portavoz del PP, Pedro Puy. Según Feijóo, estos anuncios son muestra más que suficiente de que, en la cuestión de las preferentes, su partido y su Gobierno no hace más que “dar la cara y traer soluciones”. “Lo traicionó el subconsciente”, contestó Jorquera. “Votan en contra de la quita aquí, porque según usted no hay competencias, pero donde las hay votan a favor”.
De nuevo contra la quita
Pero lo que para el presidente era un “paripé” se reprodujo en la misma sesión, un poco después. La popular Herminia Pouso accedió a la tribuna para defender una iniciativa encaminada a reclamarle a la Xunta la que “elabore y presente ante la Cámara un informe mensual que incluya información sobre el número de reclamaciones aceptadas por la entidad bancaria, así como el número de vistas celebradas y los laudos emitidos”, esto es, que el Gobierno facilite la información que ya publica Novagalicia en su web. Tras un encendido debate, en el que Jorquera volvió a reprochar la “metamorfosis” en el sentido del voto de los conservadores, estos aceptaron una enmienda del PSdeG en la que, entre otros aspectos, se reclama “solicitar de la Comisión Europea de la Competencia y del Gobierno de España que retiren la exigencia de quitas para las personas afectadas por esta comercialización indebida”. Esto es, lo mismo que rechazó el PP en el Congreso.
Así las cosas, tras el segundo cambio de posición en menos de veinticuatro horas, la Xunta tiene ahora el mandato parlamentario de pedirle al Gobierno lo mismo que el partido que lo sustenta rechazó en el Congreso. Todo este episodio estuvo, mientras tanto, salferido de los ya habituales incidentes en pleno; esta vez protagonizados por la popular Herminia Pouso, que dudó de las “facultades mentales” de la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, quien a su vez consideró propio del “fascismo” la manera en que rige los plenos el vicepresidente de la Cámara, Miguel Santalices. Santalices, que minutos después resolvió suspender el pleno durante quince minutos para calmar la tensión generada por la discusión de diputados de AGE y el propio PP.