El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, respalda la amenaza lanzada la semana pasada por su conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, de retirar la protección que la Unidad de Policía Adscrita da a las mujeres víctimas de violencia machista si no se refuerza con más agentes. Insiste en que ese servicio fue una colaboración que se decidió hacer en 2016, cuando había más efectivos, pero en la actualidad está en riesgo.
La Xunta reclama que haya 500 agentes, frente a los 338 que señala que hay en la actualidad. Rueda respondió a una pregunta sobre la amenaza de retirar protección a las víctimas de violencia machista insistiendo en que Galicia es la única comunidad que destina a efectivos de la policía adscrita a estas tareas, pero que quien tiene la obligación de atenderlas es la Policía Nacional como tal -los agentes de la unidad adscrita son también policías nacionales-.
El presidente gallego considera que ahora, con menos efectivos, es “absolutamente lógico pensar que no se puede prestar este servicio”. Sostiene que “la buena fe de la Xunta está fuera de toda duda”.
Las declaraciones de Calvo generaron polémica y recibieron respuesta por parte del Gobierno central. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, que dijo a través de la red social X que no consiente “amenazas” y que exigirá “el cumplimiento de la ley contra la violencia de género y la correcta ejecución de los fondos del Pacto de Estado”.
En el Parlamento de Galicia, tanto el BNG como el PSdeG han reclamado a Rueda que desautorice a Calvo y le han pedido que garantice la protección de las víctimas de violencia machista. El presidente gallego, no obstante, ha dado su respaldo al conselleiro y ha repetido el mismo mensaje, en el que apunta al Ministerio del Interior: “Queremos hacerlo [dar protección a las víctimas de violencia machista con la unidad adscrita]. Le planteamos una propuesta al ministerio, pero, por lo que sea, no les interesa”.