La Xunta reclama que los médicos de primaria puedan retrasar su jubilación a los 72 para paliar la falta de profesionales

La Xunta de Galicia está negociando con el Gobierno central la posibilidad de que los médicos de Atención Primaria y pediatras retrasen su jubilación hasta los 72 años como recurso para paliar la falta de profesionales que mantiene sobrecargados y con un funcionamiento caótico estos servicios. A finales de 2022, los ministros de Sanidad, Carolina Darias, y de Seguridad Social, José Luis Escrivá, llevaron al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud la propuesta de permitir a estos médicos que trabajen más allá de la edad legal de jubilación y que cobren mientras lo hacen el 75% de la pensión. El Gobierno gallego quiere llevar el plan más allá de los 70 años que ya se permiten en la actualidad y que los facultativos sigan desarrollando su actividad hasta los 72.

La medida requeriría cambiar el Estatuto Marco. La propuesta, tal y como la planteó el Gobierno central, se aplicaría inicialmente como un plan piloto durante tres años y el objetivo sería tratar de retener a los profesionales en servicios en los que se acumulan los problemas, como es el de una Atención Primaria que en Galicia no supera el colapso, con esperas para tener una consulta con el médico de familia que superan los diez días en algunos centros o jornadas en las que un pediatra llega a ver a 74 niños. La situación, que centra las críticas de asociaciones profesionales y de pacientes, de sindicatos y de los grupos de la oposición en el Parlamento gallego, es el motivo de una manifestación convocada por la plataforma SOS Sanidade Pública para el 12 de febrero en Santiago de Compostela.

En los próximos años son más de un millar los médicos de Atención Primaria que estarán en edad de jubilación. Los datos del Ministerio de Sanidad de junio de 2021 indican que el 39,3% tenían entonces 60 o más años, de modo que el sistema puede perderlos en el espacio de torno a un lustro. En cifras absolutas, son 1.230 de los 3.129 totales.

En medio de la situación de colapso con el incremento de la presión asistencial por la COVID-19, el Sergas ya había recurrido a ofrecer a médicos jubilados que retomasen la actividad temporalmente para tareas administrativas, con la idea de que desatascasen en parte la situación en Atención Primaria. Entre las alternativas que el Gobierno gallego ha puesto sobre la mesa está también la de parchear la medicina familiar contratando a médicos que están todavía en formación. El Sergas ha planteado la propuesta para el área sanitaria de Pontevedra, en donde quiere recurrir a los MIR de cuarto año para que pasen consulta en puntos de atención continuada (PAC) y centros de salud. Les ofrece pagarles 1.950 euros más al mes de salario. La Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (Agamfec) criticó duramente la iniciativa, que considera que va contra la ley.