Perros y gatos frente al calor del verano: cinco reglas de oro para mantenerlos frescos

Gatos y perros, estrategias frente al calor veraniego

Eva San Martín

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Perros y gatos no son tan buenos como nosotros en la tarea de mantenerse frescos en verano. Por eso, necesitan nuestra ayuda para sobrellevar el sopor veraniego, y evitar el tristemente conocido golpe de calor. Estos consejos te ayudarán a conseguirlo.

1. No dejes a tu perro solo en el coche

Ni siquiera unos minutos. “Hay que tener mucho cuidado con los desplazamientos y los golpes de calor en los vehículos: los cristales hacen efecto lupa, se calientan mucho; y temperaturas que pueden ser aceptables para el ser humano, entre 28 y 30ºC, a un perro le pueden  suponer un golpe de calor”, explica el veterinario Antonio Rodríguez.

Una ventana ligeramente abierta o una pantalla reflectante protectora en el cristal no es suficiente para mantener el coche fresco. Y tu perro corre un riesgo serio. Esto es especialmente importante para los animales llamados braquicefálicos o con el morro chato, ya que que respiran mal;  también, para los perros de razas nórdicas, como los alaska y los husky.

Cada año, hay perros que fallecen por este motivo: no dejes que tu amigo o amiga peluda engrose esta triste estadística.

2. No saques a tu perro durante las horas de máximo calor

Sal de paseo con tu perro a una hora decente. “Siempre hay que evitar los momentos centrales del día”, incide el veterinario. En su lugar, escoge la primera hora de la mañana (al amanecer) y la última de la tarde, o el anochecer; y, si hace calor, acorta tu salida más de lo habitual.

Si tu gato casero tiene acceso al exterior, también es recomendable proporcionarle siempre zonas de sombra, y no le permitas salir durante esas horas centrales del día, cuando el calor más aprieta.

3. Agua fresca para tu amigo: en casa y durante los paseos

La hidratación es fundamental, ya que el intercambio de calor, tanto en perros como en los gatos, se produce fundamentalmente a través de la boca y la lengua. Puesto que no sudan a través de la piel de todo su cuerpo, como hacemos los humanos, para ellos, hidratarse es aún más importante“.

“Siempre deben tener acceso a agua limpia y fresca; sobre todo, si comen pienso o alimento seco”, apunta la nutricionista veterinaria Marta Hervera. Además, si vas a dejar a tu perro o a tu gato solo en casa, asegúrate de que el cuenco del agua no puede volcarse y vaciarse.

Mejor todavía: antes de salir por la puerta, coloca varios recipientes con agua fresca repartidos por casa. Si vives con un gato, pon una fuente de agua y abre el grifo de vez en cuando. Puesto que no sudan (y, además, están cubiertos de pelo), los perros y los gatos acumulan más calor que tú.

Otro truco para refrescarles es mojarles las patas (las almohadillas) y el vientre: esto les ayuda a realizar mejor el intercambio de temperatura y a liberar calor. [Hace un tiempo te contamos otros trucos refrescantes y divertidos para perros y gatos].

4. ¡Y usa mantas refrescantes!

Las mantas y cojines refrescantes para gatos y perros son otra idea estupenda: algunos pueden meterse en el frigorífico o en el congelador durante la noche, y sacarlos cuando necesites crear una cama fresca para tu amigo. En su contra: la mayoría de estos artilugios tienen una duración bastante limitada.

Por muy refrescante que sea la manta, cuando lleva media hora al sol, el efecto se disipa. Por eso, estas camas refrescantes son más recomendables para utilizar dentro de casa.  Además, recuerda echar las cortinas y cerrar las persianas cuando sale el sol, y abre una ventana si hay corriente fuera de casa, para que el espacio esté ventilado. 

Ahora bien: si vives con un gato, recuerda colocar antes una red o una mosquitera segura que cierre la ventana. Como decíamos con los perros y los coches, todos los años fallecen y se pierden gatos al caerse por una ventana oscilante o medio abierta. No permitas que tu querido felino sea uno de ellos.

5. No cortes el pelo a tu perro ni a tu gato

Cuando llega el verano, muchos sienten el impuso de rapar al perro o al gato. No lo hagas “Mucha gente desconoce que realmente el pelo es lo que les protege tanto del frío como de la radicación solar”, anota Rodríguez.

Es verdad que el pelo abriga, pero también evita las quemaduras de la piel; y los animales de pelo más largo tienen la piel aún más sensible y vulnerable al efecto del sol. “Si rapamos a un perro o a un gato y lo dejamos al sol, le vamos a hacer una quemadura brutal”, advierte el experto. Ya sabes: el pelo puesto, por mucho que tu gato sea un persa melenudo; o, precisamente, por eso. Y si decidimos cortarle el pelo porque, por ejemplo, tiene nudos, “nunca hay que pelarlo al cero o que se le vea la piel: siempre hay que dejar un pelo de cinco o seis milímetros, que le proteja”, concluye Rodríguez.

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