Exposición

Carmen de Burgos y María Lejárraga, dos pioneras del feminismo y las letras entre la luz y el silencio

Desde el 27 de septiembre, la Biblioteca Nacional de España nos propone visitar en su sede de Recoletos dos exposiciones que, en realidad, son una sola. Y está bien que así sea. Carmen de Burgos, Colombine (1867-1932). La modernización de España y María Lejárraga: una voz en la sombra son tan una que no se puede ver la segunda sin pasar antes por las salas de la primera.

También constituye una unidad el lenguaje museográfico de los montajes, pero, sobre todo, el relato que podría unirlas mucho más allá de la puerta que conecta ambas exposiciones. Hablamos de dos mujeres coetáneas –ambas escritoras, las dos feministas– que, a pesar de compartir una vida en constante fricción contra el patriarcado que las tocaba, tuvieron un acceso desigual a la voz.

Las dos puestas en escena tienen como protagonistas el papel (de preciosas ediciones de principios del XX, sábanas ciclópeas de diarios de época, ilustraciones…) pero están ilustradas con las palabras de las protagonistas. Significativamente, las de Colombine fueron dichas en su época y firmadas con su nombre bajo cabeceras periodísticas. Las de María Lejárraga, en cambio, pertenecen mayoritariamente a su autobiografía Gregorio y yo. Medio siglo de colaboración. Es decir, a una obra casi en forma de confesión postrera, donde se hacía público lo que muchos supieron siempre pero su época no aceptó: que Gregorio Martínez Sierra era un autor bicéfalo formado por su marido, así llamado, y ella misma. Solo en la etapa republicana, cuando María es dueña de su voz de forma completa y se involucra en política decididamente, los testimonios son “en directo”.

Las salas dedicadas a Carmen de Burgos tienen las paredes de un anaranjado luminoso. Las de Lajárrega, verdosas, cuentan con una iluminación más baja que, casualidad o no, subrayan la distancia de la voz pública en la biografía de ambas.

María de la O Lejárraga García (San Millán de la Cogolla, 1874 - Buenos Aires, 1974) fue maestra en la Plaza del Dos de Mayo, dramaturga, novelista, política, articulista, autora de libretos para óperas y comedias musicales ¡Estrenó en Brodway! Unos jóvenes Gregorio y María editaron en secreto sus primeras obras, una colección de cuentos y un poemario. Ella firmó los cuentos y él la poesía. En la casa de Gregorio se celebró con champagne mientras que en la de la escritora el hecho pasó inadvertido. Este hecho marcó toda su vida. Gregorio asistirá a los estrenos de las obras que ambos parían junto con los actores. María, desde la platea.

Carmen de Burgos Seguí (Almería, 10 de diciembre de 1867-Madrid, 9 de octubre de 1932), en cambio, organizó en prensa sendos plebiscitos sobre una ley del divorcio (en 1904) y el derecho femenino al voto (1906). Fue una de las primeras mujeres periodistas, corresponsal de guerra, madre sola y amante…Una mujer escuchada, con nombre propio.

Ambas historias, comisariadas por Concepción Núñez Rey (la de Carmen de Burgos) y Carmen Domingo Soriano (la de María Lejárrega), se complementan para explicar un tiempo a través de la vida de dos maestras de formación, militantes feministas y escritoras sublimes. Una historia con dos caminos que merece la pena ser vista.