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Los grandes empresarios también emprendieron: aprende de estos veteranos antes de montar tu negocio

Pedro Luis Cobiella, fundador de Hospiten (Foto: hospiten.es)

José Manuel Blanco

Algunas de las empresas que vamos a citar en este artículo no suelen aparecer en las portadas de los periódicos o en los informativos, y puede que algunas de ellas no las hayamos oído nombrar en nuestra vida, pero facturan cada año cifras de seis o siete ceros y están presentes en países de medio mundo.

Sus fundadores o actuales responsables son los protagonistas de ‘Los que dejan huella’, un libro de entrevistas editado por KPMG que recoge la experiencia de veinte empresarios, en su momento “emprendedores”, de éxito. De sus aciertos, errores y veteranía podemos sacar consejos para los nuevos emprendedores, llamados a comerse el mundo. ¿Qué aprendemos de estos ‘sabios’?

Enamorarse de lo que uno hace

Es básico. Si no te gusta lo que haces, ¿cómo lo vas a sacar adelante? Hay que disfrutarlo, como dice al comienzo del libro Joaquín Arias López (Puente de Domingo Flórez, León, 1929), accionista mayorista del Grupo Vectalia, centrado en el transporte de viajeros. “Creer en lo que uno hace”, le secunda María Benjumea, la fundadora de Infoempleo.

Arriesgarse y reinventarse

Este mundo no está hecho para los ‘miedicas’, hay que arriesgar. Ana María Llopis (Caracas, 1950) dice que “los únicos que permanecen son los que cambian”. Sabe de lo que habla: la fundadora de Ideas4all, una plataforma de intercambio de ideas, ha estado en la dirección de Banesto, puso en marcha Openbank, el primer banco de internet en España, y ahora preside la cadena de supermercados Día. Llopis cuenta:

Hay gente que triunfa y luego no se mueve para seguir saliendo en la foto. Eso no será válido en el siglo XXI [...]. Hay que estar en estado beta permanente, que grosso modo quiere decir “a prueba en todo momento” [...]. Antes, en 1920, la vida media de las empresas era de 75 años. Hoy son 15 y probablemente, en los próximos diez años, baje a diez [...]. Las empresas saben que no pueden dormirse en el éxito, porque pasado mañana sale uno que hace lo mismo pero mejor, a la mitad de precio y con cinco veces más de valor añadido. El líder tiene que ser innovador, saber manejar las crisis, los riesgos, y eso requiere otro tipo de líderes.

“Sin riesgo y audacia las empresas no sobreviven”, la secunda José María Rivera, al cargo de la cervecería Estrella Galicia y que en los años 90 hizo las primeras pruebas de expansión en Portugal y Madrid. Ahora, según cuenta, su cerveza no falta en las cartas de los nuevos restaurantes españoles en Estados Unidos.

El fracaso, germen de la experiencia

Te equivocarás, te caerás, pero tomarás impulso y seguirás hacia delante. Ellos también fracasaron, pero de ahí aprendieron una lección vital. Que se lo pregunten a Francisco Martínez, del Grupo Cosentino, que se arruinó tres veces con unas canteras en Almería antes de conocer el éxito en el mundo entero con Silestone.

“Tienes que caer y levantarte, y que te vuelvan a tirar, y aguantar, y tener fe en el proyecto, y rodearte de gente buena, fiel, que vaya contigo a muerte”. Para Martínez, “la clave para explotar el éxito está en el equipo”. Y de ahí pasamos a...

Mima a tu equipo...

Muchos de nuestros emprendedores veteranos coinciden en que el empleado tiene que encontrarse a gusto en el lugar en el que trabaja, así que ya sabes lo que tienes que hacer. José Sánchez Rodríguez (Gran Canaria, 1937), de Grupo JSP, cuenta cómo ya en los años 70 decidió poner guarderías en sus instalaciones para evitar que las mujeres se marcharan una vez que se casaban. “Siempre seleccionamos personal que conviva en la empresa con los dueños porque los dueños deben conocer cómo trabajan”, relata este empresario, que heredó el trabajo comenzado por su padre en las islas vendiendo leche en polvo y productos importados y ahora lidera un grupo con presencia en los sectores alimentario y turístico.

Benito Jiménez lo resume así: “Hay que cuidar a las personas, tenerlas motivadas”. Este joven emprendedor (Tudela, Navarra, 1965) fundó en 1998 Congelados de Navarra, dejando la comodidad de un sueldo fijo en otra fábrica de verduras congeladas. Vendió su casa y con el dinero de la operación y el que le dejaron los bancos y el Gobierno foral creó esta empresa.

Los compañeros de viaje opinan, nos muestran las debilidades de nuestro proyecto y nos aconsejan. “El secreto del éxito es haberme rodeado de gente más lista que yo, aglutinar un gran equipo y saber coordinarlo”, relata Francisco Martínez, el fundador de Silestone. “Es fundamental que el equipo piense igual que tú, aunque no está mal que te lleven la contraria alguna que otra vez”, añade Arias López, de Vectalia.

... Y a tu cliente

El consumidor debe ser la estrella. Hay que escucharlo, hacerle caso. En Renta 4, una sociedad de valores creada en 1985, llegaron a abrir algunas oficinas por la noche porque unos clientes lo pidieron, cuenta su fundador, Juan Carlos Ureta.

Ureta describe lo que el cliente espera de Renta 4 y que se puede aplicar también a nuestra empresa: “profesionalidad, honestidad y un precio correcto”.

Y por encima de todo, las cuatro H

Honradez, Humanidad, Humildad... y un poco de Humor. Son las normas con las que actúan en la empresa de transporte ALSA (sí, la de los autocares), explica José Cosmen (Cangas de Narcea, Asturias, 1928). Así han pasado de una pequeña empresa de arrieros que conectaban Asturias con Madrid hasta construir y explotar estaciones de autobuses en China.

No existen los límites“

“Con buenos profesionales, buenos equipos y altas dosis de ilusión, no existen los límites”, dice Pedro Luis Cobiella (Puerto de la Cruz, Tenerife, 1937) sobre el grupo de hospitales que fundó, Hospiten, que de las Islas Canarias ha saltado a países como República Dominicana o Jamaica. Y quizá sean esos, en definitiva, los ingredientes del éxito. ¿Nos ponemos en marcha?

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