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¿Le quitamos ondas a la televisión para crear un ‘superwifi’?

La transmisiones de la TDT tienen asignadas las frecuencias entre 470 y 862 MHz

Lucía Caballero

¿Ya has resintonizado tu televisor? Como viene consignado en el Plan Técnico Nacional de la TDT, más de la mitad de hogares españoles (un millón de edificios con 12,9 millones de viviendas) deben adaptar sus antenas antes de que llegue 2015, y todos los usuarios tienen que reubicar los canales si quieren ver la tele el año que viene.

El objetivo es reordenar la franja del espectro de frecuencias (entre los 470 y los 862MHz de la banda UHF) que el Cuadro Nacional de Atribución de Frecuencias asigna a las transmisiones de televisión. Cuando estas eran analógicas, debían mantenerse algunos canales 'en blanco' para evitar interferencias. Con el paso a la TDT, las zonas vacías no tienen ninguna función, por lo que se han aglutinado y se utilizarán para desplegar la cuarta generación de tecnología móvil (4G).

Esta parte 'reciclada' del espectro constituye el denominado dividendo digital (de los 790 a los 862MHz), que ya tiene dueño. Las operadoras de telecomunicaciones obtuvieron el derecho sobre este espacio en la subasta de espectro de 2011, por lo que pueden valerse de él para ofrecer el servicio de internet móvil de alta velocidad.

Un par de investigadores, sin embargo, proponen que se libere una zona distinta del espectro (también dentro de la UHF) para el uso público gratuito de las transmisionesUHF. Concretamente, “de los 515 a los 605 MHz”, explica a HojaDeRouter.com Arnd Weber, uno de los dos científicos. Weber y su compañero Jens Elsner, del Instituto de Tecnología Karlsruhe (KIT), en Alemania, han publicado su proyecto en la revista Telecommunications Policies.

En España, las bandas de 2,4 y 5GHz son libres y pueden usarse para transmitir datos sin necesidad de un permiso. Son las que utilizan las aplicaciones de banda ancha, como el wifi. Por eso puedes acceder a internet en espacios como cafeterías, hoteles, universidades o estaciones.

“Después del éxito del wifi, se ha planteado tener más bandas para proporcionar canales de comunicación sin costes para ciudadanos y empresas”, asegura Weber. Las ondas de frecuencias más bajas se propagan mucho mejor que el wifi a través de las paredes de los edificios y pueden alcanzar varios kilómetros de distancia.

Un 'superwifi' de gran alcance y penetración

“Nuestra propuesta es como una extensión de las conexiones wifi o redes de área local actualesredes de área local”, indica Weber. Con el sistema que han ideado los científicos, “estas conexiones tendrían mayor alcance y capacidad”. Constituirían una especie de ‘superwifi’ con el que “un ayuntamiento proporcionaría internet a todo el pueblo”.

Los investigadores del KIT quieren presentar su proyecto en la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones que organizan las Naciones Unidas, que se celebrará el año que viene.

“Si a las autoridades les gusta nuestra idea, en unos años podemos dejar una banda aún más amplia sin restricciones de uso”, dice Weber. Solo depende, asegura, “de la intención política”. La medida que proponen permitiría a ciudadanos, instituciones y empresas reducir su dependencia de las comunicaciones móviles. Una sola conexión proporcionaría internet a una extensa zona.

También abre la puerta a constituir comunidades como Fon, cuyos miembros comparten una parte del wifi de su casa y a cambio acceden gratuitamente a internet n desde miles de puntos repartidos por todo el planeta. Además, “es posible crear redes P2P, pero a una distancia más larga y sin necesidad de conexión a internet”.

Para que los ordenadores y demás dispositivos recibieran las nuevas frecuencias, sería necesario adaptar sus procesadores. Aunque, según Weber, el cambio a nivel global tardaría el tiempo suficiente “para que nos diera tiempo a desarrollar un ordenador o un ‘smartphone’ nuevo con la tecnología adecuada”.

“Necesitarías antenas para transmitir y recibir las ondas, como ocurre hoy en día con el wifi o el LTE”, explica. Y nuevos tipos de 'routers'. Una vez que todos los aparatos estuvieran adaptados y se instalaran los suficientes nodos, “los usuarios podrían crear su propia red en un desierto o en la selva para poder comunicarse”. Y los servicios de emergencia podrían valerse de estas frecuencias para transmitir señales y atender desastres en zonas remotas.

Oportunidades de desarrollo tecnológico

Además, “traería beneficios económicos” con el desarrollo de nuevas tecnologías y productos. Un ejemplo es lo ocurrido con la liberalización de las frecuencias de las redes locales inalámbricas: impulsó la extensión del wifi, la adaptación de altavoces, cámaras, controles remotos y el desarrollo de la tecnología Bluetooth.

No obstante, el proyecto de estos dos investigadores contradice las teorías económicas liberales en boga, como la del premio Nobel Ronald Coase. Estas aseguran que los derechos de uso de las frecuencias deben venderse en el mercado para conseguir el aprovechamiento óptimo de un recurso que es limitado. Según el también economista Martin Cave, solo las bandas de la parte alta del espectro (como las del wifi), donde el riesgo de solapamiento es escaso, pueden abrirse al público. Desde el punto de vista de Weber y Elsner, estas interferencias se pueden evitar técnicamente.

Aún habrá que esperar al año que viene para ver si su propuesta convence en el marco de la ONU, igual que para comprobar el éxito del 4G en el nuevo rango de frecuencias. Adquirir una parte del dividendo digital no ha salido barato a las operadoras que participaron en la subasta: han pagado nada menos que 1.647 millones de euros al Estado.

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Las fotografías de este reportaje son propiedad, por orden de aparición, de Raffaele Esposito y el Ministerio de Industria, Energía y Comercio (1 y 2)

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