El tribunal rechaza anular el caso Cursach y decreta que el juicio continúe adelante
El tribunal que juzga el caso Cursach ha rechazado anular el procedimiento judicial, como solicitaban las defensas de la causa al invocar las irregularidades presuntamente producidas durante la instrucción de las pesquisas, cuando se encontraban al frente de las mismas el exjuez Manuel Penalva y el exfiscal Miguel Ángel Subirán.
De este modo, ha acordado que continúe adelante el juicio contra el empresario de la noche Bartolomé Cursach y otros 16 acusados por una presunta trama policial ligada al magnate, quien, como el resto de procesados, deberá declarar en los próximos días ante las magistradas encargadas del caso.
Tal como ha anunciado la presidenta del tribunal, Samantha Romero, tras la reanudación del juicio este viernes, el próximo lunes arrancará la fase de interrogatorios de los acusados con la comparecencia de Cursach. Los siguientes días habilitados para que declaren los inculpados serán el 12, 13, 15, 18, 19, 20, 21, 22 y 25 de julio.
Durante su intervención, Romero ha instado a las partes que, durante los interrogatorios, eviten cuestiones “superfluas, repetidas o que afecten a cuestiones privadas” de los acusados. “Si son ágiles, acabaremos antes. Si no atienden lo que les decimos y tengo que cortar los interrogatorios, será todo más farragoso”, ha advertido.
Mediante un auto notificado este viernes, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Balears ha rechazado la mayor parte de las cuestiones previas planteadas por las defensas durante las dos primeras semanas del juicio. Entre ellas, las dirigidas a expulsar a las acusaciones particulares personadas en la causa. No obstante, sí se ha acordado limitar la actuación de éstas respecto a cinco de los policías acusados.
Durante los primeros días del juicio, las defensas plantearon la nulidad de las investigaciones al apelar a las “graves vulneraciones de derechos fundamentales” producidas durante la instrucción del caso Cursach.
En concreto, el abogado del magnate aseveró que fue “una 'no instrucción' manifiestamente nula” al no haber sido tramitada por un juez “independiente”, lo que, a su juicio, debía conducir a la anulación de la pieza principal del caso Cursach -la que se juzga en la Audiencia- y acordar con ello la exoneración del propietario del mayor grupo del ocio de Balears.
Por su parte, la defensa del exnúmero dos de Cursach, Bartolomé Sbert, manifestó en la misma línea que las presuntas ilegalidades cometidas durante la instrucción “abocan a una sentencia absolutoria”, mostrándose vehemente respecto a la actitud de los antiguos investigadores de la causa, a quienes atribuye una “conducta delictiva jamás vista en un Estado de Derecho” que ocasionó un “daño atroz” a los actuales acusados.
El tribunal que juzga la causa responde en su auto, sin embargo, que no cuenta “en este momento con concretos elementos que, con la contundencia necesaria para un pronunciamiento de nulidad (o absolución)”, permitan “declarar viciada de imparcialidad” la instrucción del caso. Asimismo, respecto a las presiones que presuntamente sufrieron algunos testigos del caso Cursach para que declarasen en sentido incriminatorio -acusaciones de las que posteriormente acabarían retractándose-, las magistradas subrayan que todo ello deberá ser expuesto por tales testigos durante el juicio para posteriormente ser sometido a la valoración del tribunal.
Del mismo modo, en relación a otra de las cuestiones planteadas por las defensas, la resolución judicial señala que, si bien es cierto que este procedimiento “no se caracteriza por su simplicidad ni por una ordenación ejemplar”, tal “caos” no supone que se ocultasen diligencias para perjudicar a los investigados en la causa.
Cabe recordar que, en paralelo, quienes durante cerca de tres años comandaron la instrucción de las investigaciones contra el empresario mallorquín se encuentran a las puertas del banquillo por las supuestas prácticas ilegales que habrían desplegado con el objetivo de construir a la carta sus pesquisas y allanar futuras condenas.
Tanto Penalva -recusado y apartado de las investigaciones, en marzo de 2018, por falta de apariencia de imparcialidad- como Subirán y cuatro policías de Blanqueo con quienes trabajaban codo con codo serán previsiblemente juzgados por, presuntamente, coaccionar y amenazar a testigos para que declarasen en sentido incriminatorio, inducir al falso testimonio, prevaricar a la hora de acordar los arrestos y el ingreso en prisión de varios investigados, ocultar las pruebas que no se acoplaban a sus intereses y por filtrar información cuando la causa se encontraba bajo secreto.
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