El Govern no halla riesgo en los huevos de la 'granja de los horrores' donde había cadáveres, ratas y excrementos

La Conselleria de Agricultura, Pesca i Medi Natural informó este jueves por la noche, a preguntas de este diario, que tras los análisis sanitarios realizados en la macrogranja de Llucmajor no han encontrado riesgos para la salud pública, en lo que se refiere a los huevos. El estado del interior de la granja de Mallorca, desvelado en primicia por elDiario.es tras las grabaciones aportadas por las entidades de protección medioambiental y animal ARDE y Satya Animal, mostraba falta de higiene, excrementos y maltrato animal.

Las imágenes, grabadas entre los días 21 y 29 de abril, señalaban que las gallinas vivas conviven con aves muertas, que había cadáveres en diferentes estados de descomposición e incluso ratas —vivas, envenenadas o muertas— lo cual podría suponer un “riesgo para la salud pública”, según informe veterinario al que tuvo acceso este diario.

Sin embargo, tras la inspección realizada por los técnicos de Agricultura y los agentes del Seprona de la Guardia Civil, los análisis de la administración pública concluyen que, pese a que se ha detectado un serotipo de salmonella, es una variedad que no es zoonótica —que es la que se puede transmitir de animales a humanos—. Por tanto, como no es zoonótica, “no tiene incidencia en la salud pública”, detallan estas fuentes. “Es un tipo de salmonella que afecta únicamente a los animales. Su origen es imposible de determinar, incluso puede estar en las propias vacunas. Se trata de un hecho habitual, sobre todo en las gallinas que están al exterior”, explican.

“De esta manera, los análisis determinan que no hay riesgo para la salud pública”, insisten las mismas fuentes. Por este motivo, detallan, “no se aplicará ninguna medida de restricción, ni retirada de huevos de los establecimientos comerciales… ya que no hay ninguna repercusión para la salud pública”, afirman. Así, recuerdan que las variedades zoonóticas, que sí que supondrían activar los protocolos y la alerta sanitaria, son las variedades S. Enteritidis, S. Typhimurium y S.Typhimurium monofásica. “Estos serotipos están totalmente descartados en las analíticas hechas”, aseguran.

“La población puede estar tranquila porque los huevos que salen de las granjas referidas no tienen ningún problema para el consumo humano”, afirma a este diario Fernando Fernández, director general de Agricultura del Govern. “De esta manera, desde la Conselleria damos por cerrada esta vía. Seguiremos haciendo los Programas de Control de Salmonella como marca el Programa Nacional”, sentencia.

Pese a todo, Alcampo, Mercadona y Eroski —las tres grandes cadenas que comercializan los huevos de Avícola Son Perot S.A. en diferentes supermercados del territorio balear— decidieron retirar los huevos “camperos”. Alcampo lo hizo tras la publicación de las imágenes de este diario; Mercadona lo hizo después de que el Govern balear acreditara que las imágenes difundidas por este diario coincidían con las de la nave 7 —una de las destinadas a los huevos “camperos”—, lo que motivó su cierre; mientras que Eroski lo hizo una semana después de que se publicara la primera información del caso de la granja de Llucmajor.

El Govern no cerrará la granja

Después de que la administración autonómica iniciara su investigación se decidió cerrar una de las seis naves que había operativas. Sin embargo, Joan Simonet (PP), conseller de Agricultura, Pesca i Medi Natural, se niega a decretar el cierre cautelar de las instalaciones avícolas. Durante una sesión en el pleno del Parlament, aseveró que su departamento “actúa siempre en base a informes y a la ley de ordenación ganadera”. La empresa, Avícola Son Perot, ha defendido que cumple con la normativa y que las imágenes de los animalistas están “manipuladas”.

El cierre de la nave 7, eso sí, implicará “su vaciado sanitario”. Es decir, el sacrificio de las más de 20.000 gallinas que albergaba, así como la inmovilización de los huevos en producción o que estuvieran en el almacén procedentes de esta zona de la granja. Una medida —la del sacrificio de las 20.000 gallinas— a la que se oponen ARDE y Satya Animal, que piden una solución que evite sacrificarlas. Por otro lado, el Govern propuso una multa de hasta 420.000 euros a Avícola Son Perot S.A., responsable de las instalaciones, por un total de seis sanciones. Cada una de ellas se puede sancionar con un máximo de 60.000 euros.

Piden investigar al veterinario de la granja

Las asociaciones ARDE y Satya han dirigido un escrito al Colegio de Veterinarios de Balears en el que reclaman que se investigue al colegiado responsable de la granja avícola denunciada en Llucmajor para determinar si actuó con negligencia profesional al “omitir su deber de supervisión y denuncia”.

En el escrito, solicitan igualmente que se evalúe si existió conflicto de intereses que comprometieran su independencia, ya que, según su versión, el veterinario es también el gerente de la explotación que está siendo objeto de investigación.

También han pedido que se verifique el cumplimiento de secreto profesional determinando si se ocultaron irregularidades y que se informe a la Conselleria de Agricultura, Pesca i Medi Natural para una investigación paralela.

“Como suele suceder en este tipo de casos, el Colegio iniciará el procedimiento administrativo interno por posible incumplimiento del código deontológico por parte de un colegiado o colegiada”, señalan a elDiario.es, por su parte, fuentes del Colegio Oficial de Veterinarios de Balears (COVIB). “En primer lugar se reclama información a la persona colegiada en cuestión y se envía toda la documentación a la Comisión deontológica del COVIB, órgano independiente que estudia este tipo de casos”, aseguran. “El procedimiento puede durar unos meses”, concluyen las mismas fuentes.