Guardias civiles acusan a Salvamento Marítimo de someter a los migrantes a “esperas inhumanas” antes de rescatarlos

elDiario.es / Europa Press

19 de agosto de 2025 18:08 h

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La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Balears ha acusado a los responsables del Centro Coordinador de Salvamento Marítimo de someter a los migrantes que llegan en patera a las costas del archipiélago a “esperas inhumanas” antes de ser rescatados.

En un comunicado, la asociación profesional también ha cargado contra el “doble rasero” con el que actúa Salvamento Marítimo, dado que “incumple sistemáticamente” su compromiso de actuar inmediatamente cuando la llamada de emergencia la realizan migrantes pero no cuando hay otras personas afectadas.

“Se está aplicando un criterio desigual y potencialmente discriminatorio, que en muchos casos roza el racismo, en función del origen o la condición de quien pide ayuda. No se puede tolerar que se dé prioridad a turistas sobre seres humanos en peligro simplemente por su nacionalidad o apariencia”, han sostenido los guardias civiles.

La AUGC ha puesto como ejemplo de ello una situación ocurrida este mismo lunes, cuando sobre las 16.30 horas una patera con 14 migrantes tocó tierra en Cabrera. A pesar de haberse confirmado su llegada mediante el sistema SIVE y varias llamadas al 112 realizadas por los propios migrantes, Salvamento Marítimo no acudió hasta las 23.30 horas, más de siete horas después.

Desde Salvamento Marítimo, sin embargo, defienden que no les corresponde el traslado de personas de tierra a tierra, como sería el caso denunciado por la AUGC, y que aquél se llevó a cabo “en cuanto se contó con disponibilidad operativa”, tal como recoge Diario de Mallorca. “Salvamento Marítimo no establece ningún tipo de distinción en el desarrollo de sus operaciones de rescate, que constituiría un incumplimiento del deber de socorro”, abundan.

Con todo, la asociación de guardias civiles critican que durante el tiempo de espera los migrantes quedaron desatendidos “en condiciones extremas de cansancio, sed, hambre y desesperación”. Dos de ellos llegaron a vomitar y a requerir atención sanitaria, y otros protagonizaron enfrentamientos por la tensión acumulada.

Cuando finalmente llegó Salvamento Marítimo, ha proseguido la AUGC, llegaron tres pateras más y, con solo dos agentes en servicio y una embarcación, tuvieron que acudir de inmediato a interceptarlas, dejando a un solo guardia civil y a tres militares custodiando a los 14 migrantes que ya estaban en tierra hasta las 03.00 horas, cuando regresaron.

Esta situación de “abandono y riesgo”, han alertado los agentes, “no es puntual sino habitual y afecta tanto a los migrantes como a los propios agentes, que se ven expuestos a jornadas inhumanas de más de 24 horas sin el respaldo necesario”.

Mientras tanto, siempre según su versión, en Formentera había ese día tres medios marítimos “infrautilizados” pese a que Cabrera es el principal lugar de llegada de embarcaciones de migrantes.

Esta situación, han contrapuesto, contrasta con la sucedida la semana pasada cuando una llamada de un velero fondeado en Cabrera motivó la “intervención rápida” del helicóptero de Salvamento Marítimo sin que ni siquiera se informara a los agentes que hay desplegados en la zona.

“Sin embargo, cuando los que llaman son inmigrantes, muchos de ellos en situación desesperada, se exige a la Guardia Civil que confirme presencialmente la emergencia antes de movilizar recursos. Esta práctica, además de suponer una peligrosa pérdida de tiempo, incurre en lo que podría calificarse de denegación de auxilio”, ha considerado la AUGC.

Los guardias civiles han descargado de culpa a los tripulantes de las Salvamar y Guardamar, quienes “cumplen con su labor con responsabilidad y eficacia” y acuden a las emergencias cuando son activados, y han señalado a las decisiones que se toman desde el Centro Coordinador de Salvamento Marítimo.

A ellos han acusado de “demorar o directamente negar” la activación de efectivos de rescate pese a contra con llamadas de emergencia al 112 y datos confirmados por el sistema SIVE, “sometiendo a los inmigrantes a esperas inhumanas y a los agentes a situaciones de riesgo inaceptables”.

“¿Qué pasaría si cada vez que se llama a una ambulancia, si el que llama es inmigrante, en vez de enviarse directamente se enviara primero a verificar a la Guardia Civil? El escándalo sería mayúsculo. Se hablaría sin dudarlo de racismo institucional”, han sostenido desde la asociación profesional.

Por todo ello han exigido el cumplimiento del compromiso asumido por Salvamento Marítimo de intervenir ante cualquier llamada del 112 “sin excepciones ni demoras”, la dotación de medios humanos y materiales suficientes para el control y rescate de pateras en Balears y la puesta en marcha de un protocolo único y equitativo de actuación “que no discrimine a quienes piden ayuda según su nacionalidad o situación administrativa”.

También que se asuman responsabilidad políticas y operativas por parte de quienes, “por acción u omisión están comprometiendo la vida de personas y exponiendo a los agentes a situaciones de alto riesgo”.

esponsables del organismo, dependiente del Ministerio de Fomento, mantienen que no les corresponde el traslado de personas de tierra a tierra, como sería el caso de los catorce migrantes que llegaron a Cabrera el 18 de agosto, y que según la asociación de guardias civiles tuvieron que esperar siete horas a ser evacuados. Su traslado a Palma, dicen desde Salvamento, se hizo “en cuanto se contó con disponibilidad operativa”. Respecto a las acusaciones de aplicar un doble rasero y priorizar la asistencia a turistas, el organismo lo desmiente: “Salvamento Marítimo no establece ningún tipo de distinción en el desarrollo de sus operaciones de rescate, que constituiría un incumplimiento del deber de socorro”.