ENTREVISTA Piloto

Toni Vingut, piloto del Dakar: “Todo en la competición es secreto y, si no estás fuerte psicológicamente, no eres nadie”

El afán de superación y el tesón del deportista ibicenco Toni Vingut, que ha obtenido la sexta posición en la categoría de quads en el reciente rally Dakar 2023 que ha tenido lugar entre el 31 de diciembre de 2022 y el 15 de enero en Arabía Saudí, ha supuesto la realización de un sueño de infancia que nunca creyó que podría llegar a alcanzar.

“La fortaleza, tanto física como psicológica, es muy importante, por eso las personas que participan son más mayores. No es una carrera a ver quién llega el primero. La cuestión es ver quién es capaz de aguantar y resolver la problemática que se te presenta cada día”, comenta a elDiario.es este piloto, que no ha dejado de perseguir sus sueños hasta llegar a una de las cimas del deporte de motor.

Enhorabuena por este resultado en la prueba de rallys más dura del mundo. ¿Cómo se siente después de acabar el Dakar?

Cansado, muy cansado, pero feliz, ha sido muy duro tanto física como psicológicamente, pero sin duda merece la pena estar en una aventura como esta.

¿Qué supone esta prueba para un amante del motor como usted?

Es, sin duda, a lo más que puede llegar un deportista de base como yo, que empecé en el mundo del cross y que poco a poco he ido evolucionando a las cuatro ruedas. Simplemente, no te planteas este objetivo porque crees que no es algo en lo que tu puedes llegar a participar nunca.

Este año ha participado por cuarta vez en el Dakar. ¿Cómo se prepara?

La única forma de prepararme es participar en todas las pruebas que se van desarrollando a lo largo del año, porque no hay ningún circuito que se pueda asemejar a un terreno como en el que experimentas en el Dakar. Entonces tienes que intentar participar en lugares que se asemejen a los terrenos que tocas, en concreto una de las pruebas en las que participé esta temporada fue en el Rally de Marruecos, que fue un buen entrenamiento.

¿Y qué rutinas siguen cada día?

Es muy duro. Nos levantamos alrededor de las 3 de la madrugada, desayunamos muy bien, nos dan las hojas de ruta y nos subimos en el vehículo. Primero, hacemos un tramo de enlace porque desde el vivac donde descansamos hasta el punto donde empieza la prueba igual hay 200 kilómetros. Todo es secreto, no sabemos cómo va a ser el recorrido del día hasta esa misma mañana. Cuando llegas a ese punto comienza la prueba cronometrada y al finalizar esta parte tenemos otro tramo de enlace hasta el próximo vivac. Ya es de noche, dejamos los vehículos, cenamos copiosamente y a descansar. En fin, alrededor de 800 kilómetros cada día y totalmente en solitario, ya que cada corredor sale a una hora diferente según los resultados del día anterior.

Es muy duro. Nos levantamos alrededor de las 3 de la madrugada, desayunamos muy bien, nos dan las hojas de ruta y nos subimos en el vehículo. Todo es secreto, no sabemos cómo va a ser el recorrido del día hasta esa misma mañana

Estar solo sin referencias en un lugar desconocido no debe ser fácil…

La fortaleza tanto física como psicológica es muy importante, por eso las personas que participan son más mayores, no es una carrera a ver quien llega el primero, explosiva, la cuestión es ver quién es capaz de aguantar y resolver la problemática que se te presenta cada día. Piensa que cuando llegas al inicio de la prueba cronometrada ya estás reventado y piensas que igual no vas a superarlo, y que cuando acabas esa parte tienes todavía muchísimos kilómetros para llegar a la meta, aunque tengas un físico estupendo, si no estás fuerte psicológicamente, no eres nadie. Te puedes encontrar de todo, puedes estar por la mañana en dunas, por la tarde en roca. Son tantos kilómetros que cambia el clima, hace calor, frio, llueve… todo en el mismo día.

¿Conocen los territorios por dónde transitan? ¿Tienen relación con los habitantes de esos territorios?

No, realmente no, vamos a hacer la prueba y eso es todo. La gente que organiza tampoco es de allí, viene todo el mundo de fuera, aunque seguramente habrá gente que trabaja que será de allí, pero no, no hay ninguna relación. No interactuamos porque hacemos el recorrido por el desierto puro, no vemos a nadie, nos alejamos de poblaciones. El único contacto es con los paisajes que recorres. Tú, tu vehículo y el paisaje.

¿Y qué siente cuando está en un entorno inhóspito, inmenso, por el que nunca ha pasado y que probablemente nunca ha pisado un ser humano? ¿Qué siente cuando se encuentra en medio de una duna gigante, de estos paisajes casi lunares en los que el corredor es poco más que una hormiguita comparado con la inmensidad de lo que le rodea?

Hay algunas dunas que son como montañas y a veces las ves y dices: “Yo creo que no se puede subir por aquí”. Pero ves las marcas allí de otros vehículos y dices: “Si han subido los otros, yo también podré”. Pero sí, parece como que estás en una película. Hay algunos paisajes que realmente si no estuviesen en este Rally no los podrías ver porque son de muy difícil acceso. A veces parece como que estás en la luna o en otro planeta y tú te sientes pequeñito, igual en un coche y un camión… pero con el quad no te sientes muy fuerte.

¿Tienen ratos libres durante la prueba donde los pilotos pueden compartir experiencias?

La verdad es que poco. Por ejemplo, hay un fuego allí que lo hace la organización, pero yo no he tenido tiempo de ponerme nunca delante. Hablo con la otra gente mientras desayuno y en la cena, pero es que es un no parar. Te levantas, corres, cenas, te duchas y te vas a dormir muy pronto. Hay mucha gente que ha participado, que conozco y que no la llego a ver allí.

¿Y con tanta preparación, tanto esfuerzo, tanto tiempo que tiene que invertir en todo esto, le da tiempo a tener una vida personal?

Buena pregunta. Acabamos todos peleados. Es algo que tenemos en común. Se necesita mucha dedicación y esto lo complica todo un poco.

¿Cualquier persona que tenga un vehículo adecuado y que le guste conducir puede hacer una prueba como esta?

Hay un filtraje. Para participar te piden un palmarés y un ranking en otro tipo de pruebas, hay que hacer unas pruebas previas y obtener ciertos resultados. Si no, no, no te admiten en la inscripción. Además, tienes que tener patrocinadores, es una prueba muy cara. El año que viene quiero cambiar y participar con unos buggies pequeños que llaman polo ligero, pero depende de los patrocinios. Si no, participaré otra vez con quad.

¿Qué piensan su familia y sus amistades de toda esta aventura? ¿Les gusta este mundo, pertenecen a él?

No tengo una familia con una tradición muy motera porque hay mucha gente que viene de generaciones. Yo soy la primera generación en mi familia. La verdad es que lo pasan un poco mal, pero están acostumbrados ya y me animan. Por supuesto, preferirían que lo dejase, pero me animan en cada carrera.

Yo soy la primera generación en mi familia. La verdad es que lo pasan un poco mal, pero están acostumbrados ya y me animan. Por supuesto, preferirían que lo dejase, pero me animan en cada carrera

Se ven pocas mujeres de momento en el Dakar. Es un sector muy masculinizado. ¿Los patrocinadores apuestan por las mujeres o es que las mujeres todavía no están en ese nivel?

Pues no hay muchas, pero las que están tienen mucho nivel, ser mujer no es limitante. Hay diferentes deportes de motor y unos quizás gustan más a las mujeres y otros menos, no lo sé. En el Dakar donde sí hay muchas es en los coches de copiloto y también las hay que pilotan. En motos sí que hay unas cuantas. Las exigencias son las mismas, lo hacen igual de bien que los hombres. De hecho, hay unas cuantas que destacan mucho.

¿Cuál es la mejor experiencia que se trae del Dakar?

La sensación de estar en un sitio totalmente virgen, no sé, como de explorador en un sitio totalmente nuevo. La naturaleza eso es lo que más me gusta a mí. Aparte de lo que es el correr en sí, los paisajes para mi son algo increíble. También es muy bonito el compañerismo que tenemos en esta carrera. Todos tenemos problemas y en los quads la gente en general nos ayudamos bastante. En otras modalidades de motor uno se queda tirado por ahí y los demás piensan, bueno, uno menos. Una cosa muy bonita de esta prueba es el ingenio de tener que estar inventando cosas para poder salir adelante. Aquí, en esta prueba, la gente pierde una rueda y sigue, se hacen ese tipo de cosas.

También usted en la edición de 2021 reventó una rueda y finalmente consiguió salir adelante y terminar la etapa…

Si, fue increíble. La cosí con bridas. Estuve un buen rato intentándola reparar y pensaba que estaba perdiendo totalmente el tiempo, pero bueno, probé y me funcionó muy bien.

En sus cuatro ediciones del Dakar ha habido de todo. En la del 2022 se cayó en la primera etapa y tuvo que abandonar, estuvo incluso ingresado en un hospital en Arabia Saudí dos semanas. No siempre ha sido como este año. ¿Cómo gestiona el fracaso cuando este se presenta?

Nunca he sido mal perdedor. Si llega la derrota, bien, aunque intento no fracasar por todos los medios. El año pasado me dio mucha rabia que fue en la primera etapa, pero vaya, lo llevo bien, soy bastante de volverme a levantar. Si te caes, te levantas otra vez.

¿El Dakar es para usted un sueño hecho realidad o no había pensado nunca en participar en una prueba como esta?

Sí. Sí que es un sueño hecho realidad, porque yo miraba el Dakar cuando era pequeño. Siempre me ha atraído mucho y lo he visto como una carrera inaccesible, porque no es fácil llegar aquí. En el 2006 gané el Campeonato de España de Quad Cross y me acuerdo que los medios me decían: “¿Y ahora qué, te vas al Dakar? Me lo tomaba a broma. Me gustaba de pequeño ya, quizás perdí un poco el interés por la mitad y ahora otra vez estoy animado. O sea que, al final, es un sueño hecho realidad, pero de cuando era pequeño.