Llegó y pasó el Primero de Mayo de lo que queda de nuestros derechos:

1.- Eva ha notado que su jefa está rara desde hace unas semanas y está preocupada por si se ha enfadado con ella por algún motivo. Nada de eso. El proyecto de investigación en el que trabaja ha perdido su financiación y no pueden seguir contratándola. La jefa no la puede mirar a la cara y actúa con distancia porque no sabe como decirle que tiene que deshacerse de su mejor técnico de laboratorio. Eva terminará en un par de meses su contrato de años. Nadie se ha hecho cargo de ese momento en el que el dinero para investigar se evaporó fruto de las políticas de ajuste presupuestario vinculadas a la deuda. Gracias PSOE. Gracias PP.

2.- Mis mejores amigos y amigas están teniendo sus primeros bebés. Mi abuela me decía que los bebés venían con un pan debajo del brazo. Nunca había pensado mucho en esa frase hasta ahora. Se nacía para trabajar en el campo o en la fábrica. Se nacía para producir. Se nacía para ser campesino u obrero. Se nacía para llevar pan a la mesa. O se nacía para poner esa mesa, limpiar y cuidar a quién ya no podía cuidarse. Se nacía para servir a alguno de los dos amos: El patrón o el padre.

Ellos fueron obreros y tuvieron sindicatos. Ellas tuvieron que incorporarse al empleo para que los hombres las consideraran sujetos de derechos y tuvieron que armarse de feminismo para revindicar todo lo demás. Pero venían con un pan debajo del brazo, hoy no.

Tenemos a nuestros hijos e hijas por deseo sabiendo que muy probablemente no tendremos los recursos para cuidarlos. Quizás es otra forma de amor, desde luego es una forma de explotación muy distinta. Acumulación por desposesión quiere decir exactamente eso, que dónde había ya no hay. ¿Cual es el empleo de nuestros hijos e hijas? Yo no lo sé.

3.- CC.OO y UGT nos llamaron a defender el pleno empleo y el empleo de calidad ayer mismo.

“Pleno empleo, plena precariedad” gritaba un piquete precario hacia 10 o 15 años. No es lo mismo trabajar menos para trabajar todos , que trabajar todos para trabajar menos. El empleo es un bien escaso y sobre la retórica del pleno empleo se construyen las narraciones de la recuperación. Si hay empleo todo va mejor.

Nuestros derechos están tan vinculados al empleo que ni siquiera el subsidio de desempleo es un derecho, es un subsidio y por ese motivo caduca. Ahora a los seis años. ¿Por qué el dinero que hemos producido y nos han retenido de las nóminas durante años caduca? ¿Dónde va? ¿De quién es? ¿No es nuestro?

Hace también unos cuantos años un piquete precario recorre las calles de Aluche. Los aguerridos sindicalistas llaman putas a las trabajadoras del Carrefour por ir a trabajar. Ellas les miran con odio y vergüenza. Lucía y yo estamos en el piquete que recorre nuestro barrio, con Santi y con Javi. Se nos cae la cara de vergüenza y no sabemos qué hacer. Nos acercamos a las mujeres de las cajas y les proponemos quedarnos nosotros a hacer su curro para que ellas puedan hacer huelga. Por lo menos se ríen. Nos dicen que si dejan de currar un solo día están en la calle. Los sindicalistas que las llaman putas no pierden su tiempo defendiéndolas para que puedan hacer huelga. En la organización de dicho piquete nos dicen que “lo que habría que hacer es ir a parar ”La SEAT“.

Animales mitológicos: La SEAT. La SEAT ya estaba cerrada, no hacía falta sindicato que la tumbara. La trocearon y la repartieron. Los jóvenes que entraban a trabajar en ella la odiaban con toda su alma. Eran los 70 y la fábrica era un orgullo para algunos y una cárcel para otros.

Marga nos contaba lo de los tres ochos: 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso 8 horas de ocio. Sindicatos mitológicos que defendían el descanso y una vida plena. Plena la vida, no el empleo. El último recurso de la negociación colectiva. La cuota de empleo y su amigo el salario.

Los trabajadores y trabajadoras autónomos, intermitentes con contrato por obra y servicio son la fuerza de trabajo mayoritaria y la que mas riqueza produce. Su representación en términos sindicales es ínfima, casi inexistente.

4.- Quiero algo sencillo, que me paguen toda la riqueza que produzco y que no será reconocida jamás como salario.

Quiero que le paguen a mi madre las horas que decida a hacer la compra para mantener su hogar en funcionamiento, quiero que paguen las horas que pasa Pablo produciendo conocimiento que será apropiado sin que pueda recuperarlo. Quiero que le paguen las horas de terapia a mi amiga Julia, que sufrió mobbing y tiene problemas para dormir desde hace años. Quiero que le paguen a mi hermano la tonelada de dinero que se deja en el metro para ir a trabajar cada día a un punto distinto de la ciudad. Quiero que nos paguen las inmensas cantidades de riqueza que producimos en las redes sociales y que se hacen riqueza en la economía financiera. Quiero que le paguen a los chavales de mi barrio por haberles robado su estética, su música y su forma de vida para vender todo tipo de cosas mientras los dejaban en el paro y sin colegios. Quiero que paguen todo.

Y no necesito que sea en dinero. Pueden pagarlo todo negándose a pagar deudas ilegítima. Pueden pagarlo todo con políticas de renta indirecta sobre vivienda, transporte, acceso al conocimiento, la cultura, la salud y la educación. Quiero recuperar la riqueza que nos han arrancado. Nos pueden pagar en tiempo para estar con nuestros hijos e hijas. No necesito tan solo un salario directo. Necesito derechos.

Quizás no necesitemos solo nuevos partidos. Quizás necesitamos con extrema urgencia nuevos sindicatos capaces de mezclar lo mejor de los que ya conocemos, sus estructuras mas abiertas y potentes con todo lo que hemos aprendido estos años.

Ayer fue primero de mayo, hoy sigue el paro y la precariedad.