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Los expertos descartan que Rusia esté detrás de la respuesta de Argelia a España: “No es un peón de Moscú”

Imagen del ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov (derecha), junto al ministro de Exteriores argelino, Ramtane Lamamra, en una reunión de 2019

Javier Biosca Azcoiti

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Detrás de la sólida y colérica respuesta de Argel a Madrid tras el giro del presidente del Gobierno Pedro Sánchez sobre el Sáhara, algunos ven la mano de Rusia. El diario El País publicó una información citando a altas fuentes comunitarias que apoyan esta teoría. Otra información de El Confidencial alude a unas llamadas del ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, en las que supuestamente trasladó esa misma idea a sus interlocutores. Sin embargo, ni Albares ni Exteriores se han pronunciado en público sobre esto ni quieren hacerlo. 

La que sí que lo ha hecho en los últimos días y hasta en dos ocasiones es la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño. “Vi que Argelia estaba cada vez más alineada con Rusia y no me ha sorprendido ahora tanto que estemos viendo cómo eso se concreta”, declaró en Catalunya Radio. Poco después volvió a insistir: “He venido observando desde hace tiempo un alineamiento de Argelia con respecto a las posiciones de Rusia. Es evidente que estamos en un contexto internacional muy complejo desde el punto de vista geopolítico y eso afecta a todas las relaciones que tenemos con los países terceros”. El ministro de Agricultura y ex embajador de España en Marruecos, Luis Planas, ha insistido en la misma idea: “Es evidente que en el marco geopolítico actual hay presiones por parte de otros países” y “más en el contexto” de la cumbre “histórica” de la OTAN que se celebrará en Madrid. Planas también dijo que la visita del ministro ruso de exteriores a Argelia y del presidente Maduro “algo significan”.

Los expertos consultados por elDiario.es descartan que Moscú haya empujado a Argel a romper con España e insisten en que la razón principal es el giro de España respecto al Sáhara, que ha roto 40 años de difícil equilibrio entre Argelia y Marruecos. “La iniciativa política y la respuesta argelina se gesta en Argel y por parte de argelinos, otra cosa es que a los rusos les agrade y hayan estado informados”, explica Eduard Soler, investigador del think tank CIDOB. “Argelia no es Osetia del Sur, no es un peón de Moscú y no lo ha sido nunca tampoco durante la Guerra Fría”.

“Rusia nunca ha tenido influencia política en la esfera argelina. La única influencia es sobre el ejército porque es un gran suministrador de armamento”, sostiene Akram Kharief, analista independiente y periodista argelino. Mientras Rusia utiliza el gas como arma contra países europeos, Argelia mantiene el suministro e incluso aumenta sus exportaciones a Europa. Esto no pasaría si estuviese alineado con Moscú“, añade. Argelia es el mayor mercado de defensa de África y el sexto importador de armas del mundo. Rusia tiene un acceso privilegiado a este mercado. ”Moscú tiene muchos frentes ahora mismo y no veo que la posición española sea muy central para ellos, pero sí es cierto que Moscú siempre estará satisfecha cuando vea que se crean problemas y distracciones a la UE o a la OTAN“, aclara Soler. 

Acusaciones a España

En Argelia, muchos acusan a España de intentar establecer esta relación para internacionalizar el conflicto. “El seudodiplomático [Albares] ha insinuado que no es ni más ni menos que Rusia, el propio Putin, quien está en el origen de está crisis. Se trata de un lamentable llamamiento a EEUU y a la OTAN para que rescaten a un pequeño ministro sobrepasado por su propio comportamiento infame”, señalaba un duro artículo de opinión de la agencia oficial de prensa argelina publicado esta semana. “Propone el espantapájaros ruso para convencer a sus pares europeos de que lo apoyen”, añade.

“Esta estrategia viene de España y el objetivo, que no es muy inteligente, es construir una narrativa para venderla a la UE y a la OTAN”, opina Kharief. “Es muy ingenuo porque mientras España se enfrenta a Argelia por este asunto, Italia y Alemania aumentan sus capacidades de importación de gas desde Argelia. Va a fracasar porque otros países europeos no lo compran”, añade.

Irene Fernández Molina, profesora de la Universidad de Exeter especializada en el Magreb y autora del libro ‘Sahara Occidental, 40 años después’, dice: “Meter a Rusia en la ecuación es una estrategia, no sé si muy acertada, para intentar internacionalizar y otanizar la crisis por parte de algunos miembros del Gobierno español”.

“La decisión argelina obedece al cambio de posición formal del Gobierno de España en el Sáhara, que atenta contra cuestiones de principios en el discurso oficial argelino y, por encima de esto, es muy importante el hecho de que no se haya tomado en consideración la posición de Argelia en la región y que España haya tomado partido de forma tan marcada por Marruecos dando por descontada la buena relación con Argel”, añade Fernández Molina.

El no alineamiento y la política exterior argelina

Tras su independencia en 1962, Argelia se convirtió en uno de los grandes líderes del movimiento de los no alineados, concepto que mantiene a día de hoy como principio de su política exterior. Esa posición le ha permitido jugar un papel de mediador a lo largo de la historia. “Los años 70 y 80 fueron los días de gloria de la diplomacia argelina, que expulsó al régimen del apartheid de Sudáfrica de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1974 y presentó en el mismo lugar a la Organización para la Liberación de Palestina al año siguiente. En 1975 Argelia llevó a Sadam Hussein y al Sha de Irán a la mesa de negociaciones y negoció con éxito la liberación de los rehenes estadounidenses en Teherán en enero de 1981”, escribe Kharief junto a Francis Ghilès en un análisis titulado ‘Actualizando la doctrina militar de Argelia’ .

“Cierta herencia de ese no alineamiento es que Argelia va por libre en asuntos regionales y no obedece directrices de Rusia ni otras grandes potencias como EEUU”, dice Fernández Molina. “Se ve en temas como la guerra de Ucrania, donde Argelia se ha abstenido en las diferentes votaciones de la Asamblea General. Que no haya votado en defensa de la posición de Rusia es signo de la voluntad de mantener cierta independencia. Otro ejemplo del no seguidismo está en la guerra de Libia, donde han apoyando posiciones contrarias”, añade.

Durante la Guerra Fría, Argelia desplegó una política “antimperialista” y una economía “socializante más cercana a la visión de Moscú que a la de Washington”, explica Soler. “En el mundo posterior a la Guerra Fría, Argelia apuesta por diversificar sus relaciones e intenta tener buenas con Italia, la España de Aznar… y sobre todo utiliza la ventana de oportunidad que le da el 11S para acercarse a EEUU desde un interés compartido: la lucha contra el terrorismo”. 

“Ni Marruecos ni Argelia se contentan con tener buenas relaciones con el país con el que las tienen mejores”, concluye el experto, que añade que es simplista ver a Marruecos como aliado de EEUU y a Argelia como aliado de Rusia. “Marruecos se ausentó de la votación sobre Ucrania en la ONU porque no quería molestar a Rusia. Marruecos no es peón de EEUU y mueve sus piezas como le interesa”. Fernández Molina coincide: “Es simplista interpretar las tensiones en el Magreb en el marco OTAN contra Rusia. No solo simplista, sino también irresponsable porque desvirtúa el análisis y la búsqueda de soluciones a la crisis actual. Es una forma de internacionalizar y, por tanto, de escalar esta crisis involucrando a otros actores”. 

Otro ejemplo de esa independencia argelina es el caso de las bases militares, dice Kharief. “La URSS lo intentó muchas veces y no lo consiguió y han mantenido a los rusos lejos de las bases desde hace décadas. EEUU también aplicó mucha presión a principios de los 2000 para tener presencia en la región de Tamarnasset y no lo logró. Ahora están en Níger”.

El giro español

A Argelia no solo le ha molestado el cambio de posición español, sino también la forma de anunciarlo, ya que fue a través de un comunicado de la Casa Real Marroquí. El presidente Pedro Sánchez dijo en el Congreso que España “ha seguido la posición que también han manifestado otras naciones muy potentes de la UE como Francia y Alemania”. Sin embargo, España ha dado un paso más allá y, según el Council on Foreign Relations, se ha convertido de pronto en el defensor europeo más fuerte del plan de autonomía de Marruecos

España ahora sostiene que el plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara (en lugar de un referéndum de autodeterminación) presentado en 2007 es “la base más seria, creíble y realista”. El cambio alemán, por su parte, se limita a calificar el plan marroquí como una “contribución importante”. Por su parte, Francia no utiliza superlativos y dice que el plan es una “base de discusión seria y creíble”. Incluso EEUU, a pesar del reconocimiento de la soberanía marroquí anunciado por Trump en sus últimos días como presidente, tampoco va tan lejos como España respecto al plan de autonomía y señala que es una propuesta “realista, creíble y seria”.

Haizam Amirah Fernández, investigador principal del Real Instituto Elcano, explicaba a elDiario.es que “el plan de autonomía presentado en 2007 es difícilmente creíble en el Marruecos actual al tratarse de un Estado muy centralizado y donde la Constitución prohíbe la formación de partidos políticos de carácter regional y donde no hay ningún precedente de autonomía”.

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