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REINO UNIDO

Starmer arremete contra la inmigración legal y contra la izquierda que defiende que es “una buena noticia” para la economía

El primer ministro británico, Keir Starmer, durante la cumbre de líderes progresistas este viernes en Londres.

María Ramírez

Oxford (Reino Unido) —
26 de septiembre de 2025 10:49 h

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En su esperada respuesta al populismo de la extrema derecha de Nigel Farage y después de la multitudinaria marcha de grupos xenófobos en Londres apadrinada por Elon Musk, el primer ministro británico, Keir Starmer, arremetió este viernes contra la inmigración legal e ilegal. Según el laborista, “la izquierda”, en referencia a su propio partido y a otros equivalentes, se equivoca al presentar la inmigración como “una buena noticia” para la economía.

“Los partidos populistas de derecha representan un reto para los partidos de centro-izquierda en todo el mundo”, escribe Starmer en el diario The Telegraph. “Es un reto al que creo podemos enfrentarnos. La primera parte esencial para hacer esto es reconocer dónde se han equivocado algunos de la izquierda en el asunto de la inmigración”.  

En sus argumentos para la cumbre de líderes progresistas este viernes en Londres, Starmer arremete contra la inmigración de cualquier tipo. El presidente Pedro Sánchez, que participa en el mismo foro, es uno de los que ha defendido la inmigración como un elemento positivo para la economía española, cuyo crecimiento está a la cabeza de Europa.

En Londres, el jefe de gabinete de Sánchez, Diego Rubio, hizo unos minutos antes del discurso de Starmer una apasionada defensa de la inmigración desde el punto de vista humanitario y económico. Dijo que habrá una brecha “entre países cerrados” que afrontarán el estancamiento, sufrirán con su déficit público y no lograrán mantener el Estado del Bienestar, y los países con “economías abiertas con crecimiento”. También comentó que los informes alarmistas del pasado sobre el aumento insostenible de la población se han demostrado “basura”.

Su posición es la contraria que defienden ahora políticos de casi todo el espectro político en el Reino Unido. Starmer defendió en su discurso que los partidos de centro-izquierda tienen que “oponerse al statu quo” y no “esconderse” de las preocupaciones de parte de la población sobre los extranjeros.

En el contexto de nuevas medidas para limitar el posible trabajo no autorizado de migrantes, Starmer también anunció sus planes para aprobar un documento de identificación electrónico nacional en un país reacio a cualquier equivalente al DNI. Hace dos décadas, el Gobierno de Tony Blair fracasó en el intento, pero Starmer dice que los tiempos han cambiado por la costumbre de compartir datos privados en las plataformas y que aprobará el plan durante esta legislatura (que dura, en teoría, hasta 2029). El documento servirá, según él, para comprobar el derecho al trabajo de todos los residentes.

“No podrás trabajar en el Reino Unido si no tienes identificación digital. Así de simple”, dijo Starmer, que aseguró que está dando con esto respuesta a preocupaciones de “gente decente, pragmática e imparcial” sobre la economía sumergida. “Sinceramente, hemos sido demasiado reacios a decir cosas que son claramente ciertas... Toda nación necesita tener control sobre sus fronteras”, dijo el primer ministro británico, que ya ha anunciado más restricciones a la inmigración de todo tipo en su país.

El primer ministro británico, Keir Starmer, y el primer ministro canadiense, Mark Carney, este viernes en Londres.

Starmer se sentó a debatir después con el primer ministro canadiense, Mark Carney, y sus homólogos de Islandia, Kristrun Frostadottir, y Australia, Anthony Albanese. En ese debate, Starmer dijo que “hasta ahora” nunca había habido un “planteamiento” como el de Farage en el Reino Unido, pese a que el Brexit fue obra de una campaña del mismo político con el mismo mensaje anti-inmigración. También comentó que la marcha xenófoba en Londres, organizada por grupos a la derecha de Farage, le dio “escalofríos” a “muchas comunidades” en el país, en referencia a minorías y migrantes.

Contra la inmigración legal e ilegal

De un lado, Starmer insiste en el peligro de las llegadas de indocumentados a su país. “No hay duda de que durante años, los partidos de izquierda, incluyendo el mío, han ignorado las preocupaciones de la gente sobre la inmigración ilegal. Ha sido demasiado fácil para la gente entrar en el país, trabajar en negro y quedarse de manera ilegal”, escribe el primer ministro británico. 

El Reino Unido recibe menos refugiados que otros países grandes en Europa y es uno de los que menos en relación con su población: en 2024, fue el quinto país en cuanto al número de solicitudes de asilo en comparación con el resto de Europa; si se considera la población del Reino Unido, es el número 17, según los datos del Observatorio de Migración de la Universidad de Oxford.

Pero las llegadas de migrantes en general, especialmente de la fuera de la Unión Europea, han aumentado desde el Brexit, cuyo principal argumento en campaña fue que el país “tomaría el control” de sus fronteras. 

Ahora Starmer defiende que “las comunidades” deben “tomar el control” de la inmigración en un momento en que protestas aisladas, pero en algunos casos violentas se han concentrado delante de hoteles donde el Gobierno británico aloja a solicitantes de asilo a la espera de resolución de su caso.

El primer ministro británico también critica la entrada de inmigrantes de manera legal, es decir con permisos de trabajo o de estudio limitados, y critica abiertamente el argumento económico.

“La izquierda no debería haber aceptado nunca la creencia de que la migración legal descontrolada es una buena noticia para la economía. No es política de izquierdas compasiva depender del trabajo que explota a trabajadores extranjeros y baja los salarios”, escribe Starmer. 

La idea de la explotación de los extranjeros y la competencia desleal con los nativos es también un viejo argumento de la izquierda del Partido Laborista y de sus sindicatos.

En realidad, los ingresos medios de los migrantes son más altos que los de los nativos. Según los datos del Observatorio de Migración de la Universidad de Oxford, esto sucede especialmente para los ciudadanos de la UE, pero los ingresos de los migrantes de otros lugares fuera de la UE también son superiores a la mediana de los de los británicos. 

Después del Brexit, el crecimiento anémico de la economía británica se ha agravado por la falta de trabajadores en sectores clave como la sanidad, el transporte, la educación y la hostelería.

El desempleo sigue por debajo del 5%, pero uno de los lastres es la reducción de la población activa por el aumento de dependientes de todas las edades después de la pandemia. Más de un 20% de británicos no está en el mercado laboral ni buscan trabajo, según datos de este año

Reform, el partido de extrema derecha de Nigel Farage, encabeza la intención de voto en las encuestas, si bien las elecciones generales no están previstas hasta 2029 y la fecha depende del Gobierno laborista, con una mayoría abrumadora en el Parlamento. Farage ha sido el principal beneficiario del hundimiento del Partido Conservador. El sistema electoral británico beneficia desproporcionadamente a los partidos en cabeza.

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