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The Guardian en español

¿Más aterrador que Trump? El auge de las teorías de la conspiración en los negacionistas del cambio climático

La victoria de Trump inquieta a la comunidad científica de EEUU

Graham Readfearn

En diciembre de 2015, Donald Trump dio una entrevista de 30 minutos a la web infowars.com y su incendiario líder, Alex Jones. “Tu reputación es sorprendente y no te defraudaré”, dijo Trump que, en ese momento, lideraba la mayoría de las encuestas para la nominación del Partido Republicano.

Jones, un ferviente seguidor de Trump, es un gran teórico de la conspiración. Insiste en que hay evidencias “irrefutables” de que los ataques terroristas del 11-S fueron “un ataque interno”. Jones también dijo que en 1996 los gobiernos desplegaron un programa de alcance mundial para añadir en secreto productos químicos en el combustible de los aviones para envenenar a la gente. Sin embargo, estos chemtrails no dañan a los “globalistas” porque, según dice Jones, cuentan con una “desintoxicación especial”. Ah, y Jones también cree que el cambio climático es un fraude.

El cambio climático es un asunto que aborda regularmente en sus programas, en los que también ha entrevistado a negacionistas del cambio climático tales como Christopher Monckton (un nombre muy familiar para los australianos por sus múltiples giras en Reino Unido), Marc Morano y James Delingpole.

Aunque resulta fácil ignorar la cultura de la conspiración impulsada por Jones por ser basura pseudocientífica, no es tan fácil ignorar el tamaño de la audiencia que ha estado construyendo. La web de Jones tiene 57 millones de páginas vistas cada mes, el doble que hace seis meses.

De acuerdo con los datos de YouTube, el canal de Alex Jones tiene 1,8 millones de suscriptores y acumula más de mil millones de visitas (y no es una errata). En comparación, el canal de YouTube de la BBC tiene 992.000 subscriptores.

Infowars, dirigida por Jones, es parte de un ecosistema de medios abiertamente partidistas que insisten en que el cambio climático es un fraude. Como Jones, ese ecosistema está construyendo rápidamente una audiencia ávida de su información.

Estos sitios pueden ahora llegar a cientos de millones de personas con titulares que insisten en que el cambio climático provocado por la actividad humana es un fraude, que el calentamiento global se ha frenado o que emitir CO a la atmósfera está bien.

Un ejemplo. La noticia más popular en los últimos seis meses sobre cambio climático en las redes sociales no ha sido una pieza correctamente investigada de ninguno de los buenos periodistas de ciencia que escriben para los principales medios de comunicación del mundo.

En su lugar, la noticia afirma que miles de científicos han declarado que el cambio climático es un fraude. El escritor es un tipo que dirige una página web en Los Ángeles y que trabajó durante ocho años para el conspirador británico David Icke.

Icke piensa que la Luna puede ser un tipo de nave espacial, que el mundo está controlado por los illuminati y, sí, que el cambio climático es un fraude. Icke es un invitado asiduo en Infowars.

Infowars cita en ocasiones información de Breitbart, la página web que dirigía el presidente de la campaña de Trump y el que será próximamente su jefe de estrategia, Steve Bannon.

Muchos de los temas más populares sobre medio ambiente publicados en Breitbart están escritos por Delingpole, un provocador británico. Adivina qué piensa Delingpole sobre el cambio climático. Dado que el rechazo a la ciencia climática se ha convertido en parte de la identidad del Partido Republicano, no fue sorprendente que el Comité de Ciencia de la Cámara de Representantes dirigido por los republicanos tuitease una noticia de Breitbart sobre el clima escrita por Delingpole (una noticia basada en un artículo manipulador del diario británico Daily Mail).

Breitbart también está aumentando su audiencia. De acuerdo con información de SimilarWeb, la web tiene 168 millones de visitas al mes, doblando su alcance en los últimos seis meses.

The Drudge Report, un agregador de noticias de tendencia conservadora muy popular –1.700 millones de páginas vistas al mes– también ayuda a dirigir el tráfico a páginas como Infowars y Breitbart. Su fundador, Matt Drudge, fue otro reciente invitado de Jones.

Desde que Trump ganó las elecciones, ha habido mucho debate sobre la influencia de 'noticias falsas', con Facebook identificado como canal fundamental. Esto incluye noticias que han sido inventadas de forma descarada e informaciones que se difunden como noticias y que no lo son. Después están las webs de opinión abiertamente partidistas.

Estoy dispuesto a admitir el crecimiento y alcance online de los negacionistas científicos, pero me aterrorizan los teóricos de la conspiración. ¿Por qué?

El problema no es que estas páginas web existan, sino que mucha gente parece no saber la diferencia entre noticias reales, noticias falsas, opinión partidista y estupideces conspirativas. Una de esas personas es el presidente electo Donald Trump.

O eso, o la gente ni si quiera se preocupa por diferenciar entre falso y real, especialmente si lo que leen coincide con sus prejuicios. Existe un intento coordinado de acabar con las políticas sensibles al clima construyendo un movimiento online popular contra la ciencia en sí misma.

Durante décadas, la industria de combustibles fósiles e ideólogos del llamado libre mercado han manipulado al público a través de think tanks conservadores sobre la ciencia y los riesgos del cambio climático.

Ahora, el material elaborado durante décadas por la maquinaria negacionista está encontrando una nueva audiencia. Estos argumentos están siendo recalentados y vociferados en MAYÚSCULAS.

¿Cuál es la respuesta? Nadie parece saberlo pero mucho podría estar en las manos de Google y Facebook. Aparte de eso, un curso acelerado en pensamiento crítico e identificación del negacionismo proporcionado por los illuminati puede ser la solución.

Traducido por Cristina Armunia y Javier Biosca

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