Políticos alemanes han pedido la expulsión del embajador de EEUU en Berlín tras declarar en una entrevista que quiere “fortalecer” a las fuerzas conservadoras en toda Europa.
El embajador Richard Grenell, que lleva en el cargo menos de un mes, ha provocado irritación en Berlín con lo que se percibe como una serie de incumplimientos de la cortesía diplomática.
El lunes, el antiguo colaborador de Fox News se alejó notablemente de su misión como embajador al solicitar una pequeña reunión con Benjamín Netanyahu en el aeropuerto de Berlín tras la reunión del primer ministro con Angela Merkel.
El 13 de junio, Grenell recibirá al canciller austríaco, Sebastian Kurz, para una comida en su residencia en el distrito de Dahlem, Berlín. Esta es otra maniobra inusual dado que el embajador de EEUU en Austria, el empresario tecnológico Trevor Traina, llegó a Viena el mes pasado.
Un portavoz de la embajada de EEUU en Berlín afirma que la reunión ha surgido como resultado de una solicitud por parte de los austríacos.
En Alemania, las maniobras poco ortodoxas de Grenell están generando cada vez más críticas. Sahra Wagenknecht, copresidenta del izquierdista Die Linke, ha solicitado a EEUU la retirada del embajador.
“Si gente como el embajador estadounidense Richard Grenell cree que puede dictar como un amo feudal quién manda en Europa y quién no, no puede seguir en Alemania como diplomático”, ha declarado Wagenknecht a Die Welt.
“Si el Gobierno federal se toma en serio la soberanía democrática de nuestro país, no debería invitar a Grenell a charlar y tomar un café, sino expulsarle de inmediato”, ha añadido la política de la oposición.
El Gobierno alemán ha confirmado que el lunes solicitó a Grenell una aclaración de sus comentarios.
Martin Schulz, exlíder del Partido Socialista, ha declarado a la agencia alemana dpa que cree que la posición de Grenell como embajador de EEUU es insostenible a largo plazo. “Lo que este hombre está haciendo es inaudito en la diplomacia internacional”, ha señalado el expresidente del Parlamento Europeo.
El líder socialista ha afirmado que Grenell ha actuado como un representante de un movimiento político más que de un país. Haciendo un juego de palabras, Schulz ha señalado que la reunión de la semana que viene entre Grenell y el líder austríaco Kurz, que en alemán significa “corto”, llevará a un “acortamiento” de la estancia en Berlín del enviado estadounidense.
En su entrevista en Breitbart, Grenell afirma: “Por supuesto que quiero fortalecer a otros conservadores por Europa, a otros líderes”. “Creo que hay una oleada de políticas conservadoras que están consolidándose por las políticas fracasadas de la izquierda”, añade.
Grenell no ha expresado su apoyo por el partido ultraderechista Alternativa por Alemania, que ha criticado con fuerza la política de refugiados de Merkel y que es el principal grupo opositor en el Bundestag. Pero ha mostrado admiración por Kurz, cuya formación conservadora, Partido Popular Austríaco, gobierna en coalición con los ultraderechistas del FPÖ. “Mira, creo que Sebastian Kurz es una estrella de rock. Soy un gran fan”, señala en la entrevista.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti