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Análisis EA Sports UFC, sentirás los golpes hasta en el cielo de la boca

EA Sports UFC_0

David Lebrato / David Lebrato

Madrid —

Su creciente popularidad y su naturaleza explosiva hacen del Ultimate Fighting Championhsip el candidato perfecto para un videojuego. La buena noticia es que el esfuerzo más reciente de EA Sports sea, probablemente, el mejor título de Artes Marciales Mixtas que se haya lanzado, la mala es que sigue viéndose afectado por una empinada curva de aprendizaje, significativos problemas de control y algunos fallos respecto al equilibrio. Nada que un fan incondicional de las MMA no sea capaz de pasar por alto dada la profundidad que tiene el modo carrera y la necesaria estrategia que hacen pensar definitivamente en el deporte del que trata.

Para ser sinceros, después de haber visto varios vídeos con anterioridad, nos esperábamos una presentación visual muy pulida, digna de una verdadera nueva generación de consolas. Pero en UFC, si bien los detalles y las animaciones sin realmente impresionantes, a veces, el resultado en su conjunto, no ha quedado todo lo bien que quisiéramos. Cada vez que hay un forcejeo en el suelo se pierden de vista piernas y brazos que deberían estar ahí, atravesando el cuerpo del oponente como si fuese un fantasma. Y el público no es todo lo animado o dinámico que casi siempre se puede observar en los eventos de este deporte. El que haya jugado a MLB 14: The Show verá en seguida las diferencias.

El audio no es muy diferente, si acaso hay alguna excepción en el desgarrador sonido del impacto de los puñetazos o las patadas o el estruendo ocasional de la multitud. Pero, en general, no cumple con lo que esperábamos oír. Respecto a la banda sonora, la elección de los temas musicales, en la línea del rock, es un acierto dada la temática del juego. Pero esto siempre será una opinión subjetiva, y dependerá de los gustos de cada cual. Juntando audio y video se crea una amalgama que no es capaz de ligar por más que se bata. La presentación desigual sólo puede acabar en una experiencia desigual. Simplemente no acaba de cuajar.

Lo anterior se pone de manifiesto en cuando cogemos el mando de la consola y tenemos que enfrentarnos al tutorial que, menos mal, han incluido al iniciar el juego por primera vez. Solo si se es un loco irresponsable se debe omitir, que se puede, pero entonces la única forma de lucha que quedaría sería la de apretar todos los botones a la vez. No es que difiera mucho de lo que acabamos haciendo nosotros, pero al menos con conocimiento. El sistema de control es muy cuestionable y exigente, y puede dar lugar a cierta confusión en muchos aficionados.

Todo comienza con el presidente de la UFC, Dana White, y un grupo de luchadores ayudándonos con nuestra formación inicial. Como es de esperar, las novatadas y burlas se sucederán, pero rápidamente quedarán impresionados con nuestro esfuerzo si es que hacemos las cosas bien. Las primeras etapas de la progresión de nuestro personaje son las que más alegrías nos darán, y se nota que los desarrolladores han invertido gran cantidad de tiempo en este sistema de recompensas.

Tenemos la libertad para crear y personalizar cualquier tipo de luchador que deseemos. Se puede especializar en una determinada técnica o, aunque no está para nada recomendado, intentar hacer del mismo un todo-terreno, y después probar su valía en el octógono. Hay un montón de movimientos combinados y varias habilidades especiales, y además son muy divertidas de aprender. Si hablamos de los tipos de ataques, los hay que dañan seriamente al rival y si se desea actualizar un rasgo de combate en particular, como el grappling, lo podremos hacer. En pocas palabras, la profundidad a la que los juegos deportivos de EA nos tiene acostumbrados también se puede encontrar aquí, lo que agradecerán enormemente los auténticos seguidores de la UFC.

Dominar la mecánica del juego es algo bastante complejo, pero no resulta especialmente exigente. Lo único que necesitamos es tiempo y mucha práctica, como debe ser. Si unimos esto con una especie de QTEs, pero sin ningún tipo de aviso ni visual ni sonoro (nada de ver en pantalla un botón que pulsar en el momento indicado), que nos dan la oportunidad de tomar ventaja de un error del oponente, el conjunto resulta complicado. Todos los combates se reducen a encontrar la debilidad del adversario e intentar explotarla. O eso, o tomar la voluntariosa determinación de ganar pase lo que pase. A veces esperando a que suene la campana para recuperar algo de fuerzas, que es tan digna como cualquier otra técnica. Esto no es un Street Fighter. Si nos metemos en la piel del luchador antes de subir al ring, tendremos la mitad de la pelea ganada.

El problema es, una vez más, el sistema de control. Es algo torpe y muy frustrante, especialmente cuando intentamos dominar las técnicas del grappling y la sumisión. La combinación necesaria para que suceda lo que queremos de los sticks y los botones en el orden correcto y la suficiente destreza es, cuando menos, complicada. Los jugadores con menos paciencia acabarán aporreando todos los botones y controles del mando esperando que suceda algo. Nosotros mismos hemos acabado haciéndolo. Pero como esto es un simulador, si funciona será de pura casualidad. No estamos juzgando que un juego se haya creado con los incondicionales del sector en mente, pero cuando incluso éstos acaban frustrados con el manejo, es que hay un problema.

En su mayoría es bastante realista. Nos ha gustado observar cómo los luchadores reaccionan con autenticidad a diversos golpes y técnicas. Aprender de ellos puede resultar interesante y, de hecho, sólo cando se obtiene la comprensión de cómo actúan los controles al usarlos con nuestro igual, se nos iluminará el rostro con una sonrisa. Pero también aquí hemos encontrado problemas cuando hemos aprendido y usado algunos de los ataques supuestamente más devastadores y no hemos visto lo que esperábamos. Incluso cuando los hemos ejecutado a la perfección, los resultados son muy decepcionantes. Hemos golpeado con auténtica saña a nuestro oponente, esperando ver cómo caía desmayado, y lo que hemos observado es que se levantaba con más vigor que antes y una fortaleza mágica. ¿Qué pasa cuando machacas a Rocky Balboa? Pues que se levanta y te da la paliza de tu vida. Y aquí lo mismo.

Nos encontramos varias veces con bugs en el juego, desde la mismísima instalación, que daba error una y otra vez hasta que tiró para adelante (entendemos que es más un problema físico del disco, o incluso de la consola), hasta contrincantes que permanecían dándonos la espalda hasta que les aplicábamos una buena patada en el trasero, pasando por los arriba mencionados miembros que atraviesan cuerpos. Pero sabemos que, además de ser corregibles con una actualización, tampoco serán tomados a la tremenda por los incondicionales de las MMA que hayan ido a la tienda exclusivamente a comprar este juego.

UFC no ha llegado tan pulido como tenía era de esperar, pero eso no les va a importar a sus ávidos aficionados, que se emocionarán nada más ver la primera entrada a un combate. Hay un montón de contenido y, teniendo la diligencia y paciencia necesaria, los entrenamientos darán pronto sus frutos. Los diseñadores han hecho un buen trabajo recreando la tensión y tonificación muscular de los luchadores justo en el momento previo al comienzo del combate, y es algo que se contagia. Hemos tenido que aflojar la presión sobre el mando un par de veces si no queríamos hacerlo trizas. La sensación de libertad de crear desde cero al luchador deseado es embriagadora. Es una lástima que el control pueda ser para algunos extremadamente difícil de entender, y la falta de equilibrio de los daños causados respecto al golpe propiciado es decepcionante. Todo dependerá del cociente esfuerzo/recompensa que cada cual quiera aplicar. Para los fervientes seguidores de las artes marciales mixtas es un imprescindible, y para los fans casuales de las mismas una oportunidad para acercarse y ver desde dentro lo que significan. El resto, mejor mantenerse a distancia.

Lo mejor:

  • El modo carrera es profundo y gratificante.
  • Total libertad para personalizar a tu luchador.
  • Es “auténtico”

Lo peor:

  • El sistema de control es complicado y la distribución de los botones cuestionable.
  • Puede llegar a ser frustrante.
  • El golpe que consideres más bestial apenas hará tambalear al contrincante.

Algún defecto visual y bug.

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