Belmonte, subcampeona del mundo

La nadadora Mireia Belmonte estableció un antes y un después para la natación española y demostró, como ya hizo en los Europeos de Eindhoven, que es una apuesta en firme para el futuro de la natación nacional, que pasa por los brazos de esta joven de 17 años, que esta tarde se proclamó subcampeona del mundo en los 200 estilos en los Mundiales de piscina corta de Manchester. Belmonte que allá por donde va pulveriza records con una facilidad asombrosa y lo demostró en Eindhoven --en donde logró el oro en los 200 estilos y el bronce en los 200 mariposa-- volvió a recibir un merecido aplauso del respetable público inglés, que presenció una serie increíble, donde la nadadora de Zimbabue, Kirsty Coventry se llevó el oro con récord del mundo incluido (2:06.13).

Pero la hazaña de Belmonte no sólo fue acabar segunda con un tiempo de 2:07.47, que ya es de sobresaliente teniendo en cuenta su inocente juventud, sino que además estableció un nuevo récord de Europa de la disciplina, nadando en tiempos de plusmarca mundial, que quedó en manos de la 'máquina Coventry' (ayer se apuntó el de los 200 espalda). La de Zimbabue se lo arrebató a la estadounidense Allison Wagner (2:07.79), que lo poseía desde el año 1993 (Palma de Mallorca), uno de los más antiguos de todas las disciplinas.

La catalana, que había accedido a la final con una brillante serie de 'semis', dejando atrás el récord nacional de Tatiana Rouba (2:12.46), sorprende porque consigue su segunda presea en lo que va de campeonato, tras el bronce logrado el pasado miércoles en los 400 estilos, que se suma al que consiguió Erika Villaécija el jueves en los 800 libres para hacer un total de tres metales para la delegación española. No obstante, lo mejor de todo fue cómo se consumó la plata, que sabe a gloria para esta barcelonesa. Belmonte comenzó mal, sufriendo e incluso copando el último lugar en el primer viraje. A partir de ahí, y más cuando llegó el turno de la braza, la de Badalona se fijó en Coventry y culminó una remontada que acabó con el subcampeonato mundial y la mejor de las esperanzas para los Juegos de Pekín, donde se convierte en el primer baluarte de la natación española para obtener una medalla.