China impone su veto
El Dalai Lama, líder espiritual de Tíbet, visitará Estados Unidos en los próximos meses. La Casa Blanca todavía no se ha pronunciado sobre si el presidente, Barack Obama, se reunirá con el líder tibetano. China, mientras tanto, ya ha hecho constar cuáles serían las consecuencias de esta hipotética reunión.
El responsable para asuntos religiosos y étnicos del Partido Comunista Chino, Zhu Weigun, se ha pronunciado este martes al respecto. Zhu ha advertido en sus declaraciones que la relación de confianza entre Estados Unidos y China se vería “gravemente afectada” si Obama se encontrase con el que el país asiático considera un enemigo político.
Para el gobierno chino, el citado encuentro sería “inaceptable”. “Si esto pasara, China se opondría firmemente, como lo ha hecho siempre”, agregó Zhu Weigun.
La opinión del Partido Comunista Chino es, pues, rotunda y clara, como ha hecho constar su responsable para asuntos religiosos y étnicos: “Si el dirigente de Estados Unidos decide reunirse esta vez con el Dalai Lama, la confianza y la cooperación entre ambos países se vería gravemente afectada […] ¿En qué ayudaría eso a Estados Unidos para superar la actual crisis económica?”
Zhu Weigun ha añadido que la posible reunión sería “totalmente en contra de las prácticas internacionales aceptadas” y que “socavaría gravemente las bases políticas” de la relación entre ambos países.
En este contexto, continúan las especulaciones sobre cuál será la decisión de Barack Obama al respecto y la tensión sigue en aumento entre los dos países. La última polémica se produjo la semana pasada, cuando el gobierno de Estados Unidos anunció la posible venta de material bélico a Taiwán por valor de 6.400 millones de dólares. Pekín se ha mostrado ya en contra de estas transacciones y ha amenazado con imponer sanciones a las empresas estadounidenses que las lleven a cabo.
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