Con el horario desajustado

En la madrugada del sábado al domingo los relojes se atrasarán una hora y a las 3:00 horas volverán a ser las 2:00, poniendo fin al horario de verano y recuperando la hora de invierno. De este modo, se dormirá una hora más.

El cambio de hora y la vuelta al horario de invierno comenzó a generalizarse, aunque de manera desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años, aunque desde 2001 se aplica con carácter indefinido. El cambio se produce el último domingo de marzo y el último de octubre.

Sin embargo, no son pocas las voces partidarias de no retrasar el reloj. El Parlament de Baleares ha pedido al Gobierno central mantener el horario de verano, para aprovechar al máximo las horas de luz, al ser la primera comunidad de España en la que sale y se pone el sol. En Galicia, por otro lado, llevan año protestando no tanto por los cambios de hora, sino por regirse por una hora no acorde con el huso horario en el que se encuentra.

Y es que los portugueses y canarios tienen horario inglés, pero no Galicia, cuando la diferencia de horas de luz entre Baleares y Galicia es de más de una hora, pero tienen el mismo huso horario, como detalla La Voz de Galicia.

Lo cierto es que desde que Franco decidió cambiar el huso horario en 1940 para sincronizarlo con el de Alemania, los españoles van una hora por delante del tiempo solar en invierno y dos en verano, siendo los únicos europeos que viven desajustados con respecto a la luz solar.